Miguel Acevedo, vicegobernador de Tucumán: "El peronismo todavía no procesó una autocrítica por la derrota de 2023"

El titular de la Legislatura de Tucumán dialogó con Ámbito. Abordó su relación con el gobernador Osvaldo Jaldo y con Juan Manzur, habló sobre la figura de Cristina Fernández, sus diferencias con el presidente Javier Milei, su preocupación por la juventud, el peronismo y su crisis.

El vicegobernador tucumano Miguel Acevedo recibió a Ámbito en su despacho de la Legislatura.    

El vicegobernador tucumano Miguel Acevedo recibió a Ámbito en su despacho de la Legislatura.    

El vicegobernador de Tucumán, Miguel Acevedo, conoce cada detalle del funcionamiento de ese gran engranaje que es la administración pública, porque en los 90 ingresó a trabajar en la Casa de Gobierno como administrativo. De profesión contador, peronista, de perfil bajo, de a poco escaló en distintas funciones hasta convertirse en Ministro del Interior durante la gestión del exgobernador Juan Manzur. Desde allí estrechó vínculos con intendentes y comisionados comunales, tarea esencial para la gestión y clave para cualquier elección.

En 2023, cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación le cerró el camino a Manzur en su intento de ser vicegobernador, el ahora senador nacional lo eligió como su reemplazante e integró la fórmula junto al actual gobernador Osvaldo Jaldo. Desde la función que hoy ocupa, da señales para avisar que no llegó a mantener el "status quo". "No estoy para hacer cosas 'pour la galerie', antes no dependían de mí algunas decisiones, ahora sí y haré todo lo que considere necesario en beneficio de la sociedad", definió en una entrevista con Ámbito.

Derechos Humanos, las consecuencias de la última dictadura cívico militar, su relación con Jaldo, el vínculo que tiene con Manzur, la figura de Cristina Fernández de Kirchner, sus diferencias con el presidente Javier Milei, su preocupación por la juventud y sus intereses, el peronismo y su crisis, son algunos temas que aborda y de los que no huye a la hora de dar una definición. En su entorno más cercano, por consultas de este medio, lo describen como un equilibrista "pero cuando da el salto y se diferencia, es porque está seguro de lo que hace". Característica que quizás haya heredado por haberse criado en una familia de circo, entre malabaristas y equilibristas. Nació en 1960, en Ceres. Pero bien podría haber sido en otro lugar, debido a que su madre, de apellido Medina, de Salta, era la administradora del "Circo de los Hermanos Medina". Su padre la conoció, se enamoraron, se sumó a la compañía y durante años itineraron hasta que la familia se afincó de manera definitiva en Tucumán, por cuestiones laborales, cuando el vicegobernador tenía cuatro años.

Periodista: ¿Por qué no tiene cuentas personales en redes sociales?

Miguel Acevedo: Porque no me quiero desenfocar de lo que para mí es importante, que son la familia y el trabajo. Soy de perfil bajo y me gusta hacer las cosas de manera natural, no quiero perder eso. La política te lleva, a veces, a hacer cosas en las que expones a la familia y yo trato de preservar eso, mi intimidad. Cuando estás en redes hay riesgo de perder eso. Sé que son una herramienta para acercarme a los jóvenes pero atentaría contra lo que creo, si lo hiciera. Pero me preocupa el acercamiento a los jóvenes, por eso este año buscaré que ellos me digan qué quieren, qué desean, que sean ellos los que tengan la palabra. Buscaré generar encuentros o jornadas, a través de áreas del Poder Ejecutivo, para no herir susceptibilidades. Nos hacer falta un debate de ideas, escucharlos, las redes las difunden de manera masiva y es bueno, sirve, pero necesitamos dialogar y recuperar el respeto a las instituciones.

P: Justamente, por el resultado de las elecciones nacionales, pareciera que los jóvenes ven a las instituciones muy lejos de ser capaces de resolverles sus problemas.

MA: Por eso quiero escucharlos, debemos acercarnos los jóvenes para recuperar su confianza. La juventud no siente que la institucionalidad los represente y hay que descubrir por qué.

P: ¿Cómo se describiría como político, qué le dice su espejo cada mañana antes de tomar decisiones al frente de la Legislatura?

MA: Soy, de acuerdo a lo que me dicen, algo diferente, en relación a otros vicegobernadores que pasaron por esta función. Y en realidad, hago lo que siempre pensé y muchas veces no hago lo políticamente correcto pero es lo que siento, porque estoy en este cargo para hacer algo para la sociedad, de verdad, no "pour la galerie". Lo hice siempre, desde mi primer cargo, como especialista en organización y método en el Estado, hasta hoy que soy vicegobernador. Siempre di lo mejor en cada función.

P: Por ese perfil bajo se esperaba que mantuviera el status quo. No está sucediendo, ¿por qué?

MA: Cuando estás en una posición es esencial hacer lo más conveniente para todos. En todas las funciones en las que antes estuve, muchas veces las decisiones no las tomaba yo, pero ahora que tengo la oportunidad, decido lo que creo que es más conveniente. Anhelo que la sociedad se amigue con la Legislatura y sus representantes.

P: ¿Cómo llega a usted su compromiso con las políticas de Derechos Humanos, una característica de su gestión, en un momento en donde el Gobierno nacional y su discurso va contra eso?

MA: Ahora que tengo la posibilidad y visibilidad, manifiesto y quiero que se sepa qué pienso. Estoy muy marcado por eso. Tengo 65 años y pertenezco a una generación a la que los jóvenes ni se imaginan qué le pasó en la dictadura. Cuando se usa ahora con liviandad la palabra libertad, me duele, porque la libertad es otra cosa. No podíamos salir de la casa sin el documento en el bolsillo. Una vez, yendo a pedir un permiso en la Jefatura de Policía, el oficial que estaba en la puerta de acceso me dijo "No pasés, dejala que vaya ella nomás", porque íbamos con mi compañera a gestionar. Le dije que no iba a dejarla sola y me respondió que "Si te dejo pasar, te van a pelar, te va a cortar el pelo. Quedáte en el banquito del frente, no te preocupes, yo la voy a cuidar". (NdR: su voz se quiebra, calla, los ojos se le llenan de lágrimas y se ceba un mate para aflojar el nudo de su garganta). Entonces, cuando uno escucha la canción "La marcha de la bronca", cuando dice "la libertad con fijador", no se imaginan cuánto nos marcó a mi generación eso, la pérdida de las libertades. No quiero que eso vuelva a suceder en mi país. Nunca más. Respeto otras posturas pero el Nunca más es Nunca más. El mundo está volviendo a un lugar del odio, de las antinomias, pero me resisto a eso.

P: ¿Qué opina de las posiciones negacionistas que se alimentan desde parte de la vocería del actual Gobierno?

MA: Mi reacción es visibilizar lo que pasó en la última dictadura, que eso no se pierda. Por eso tomaremos acciones para que nuestra sociedad, nuestra juventud, sepa que hay un pasado al que no podemos volver. Y que se corre el riesgo que eso suceda cuando se alimentan las antinomias. Desde mi mirada busco equilibrios, sin llegar a extremos, porque hay que respetar al ser humano, recuperar eso. Hay personas que no piensa como yo pero están en todo su derecho.

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El vicegobernador se refirió a la necesidad de unidad en el peronismo nacional y provincial.

El vicegobernador se refirió a la necesidad de unidad en el peronismo nacional y provincial.

P: ¿La Legislatura tucumana tendrá una agenda de actividades por los 50 años del Operativo Independencia y camino a los 50 años del golpe de Estado de 1976?

MA: La habrá pero no en contra de nadie, solo con el enfoque que señalé y ya le pedí a algunos legisladores que comparten mi mirada e ideas, que hagamos todo lo que sea necesario para mantener viva la memoria. Que lo hagamos desde lo institucional, antes que desde lo partidario.

P: ¿Qué lo diferencia de Javier Milei?

MA: Muchas cosas pero una central es su postura sobre el Estado. Dice que quiere destruirlo y yo considero que debe existir. Tiene que se prudente en el manejo de sus finanzas y racional en el gasto, comparto eso, pero el Estado debe contener a aquellas personas en donde la desigualdad está presente y que no es por su responsabilidad. Porque es el Estado el que debe generar las condiciones para que esas personas tengan una posibilidad y equidad. Esa es una de las fallas que tiene la democracia y por eso las críticas a lo institucional. Pero es una percepción mía, por eso quiero escuchar otras voces. Hay que corregir al Estado pero lo que no se debe perder es la solidaridad.

P: El presidente Milei todavía sostiene su gestión e imagen positiva en las críticas al Estado y sus errores. ¿Le preocupa?

MA: Eso es innegable pero en Tucumán trabajamos con el gobernador Osvaldo Jaldo para poder llegar a todos los espacios de la sociedad que tiene dificultades por las políticas del Gobierno. Presentamos en estos días la Tarjeta Alimentar Independencia, que muchos ven como asistencialismo, y yo dije que ojalá llegue el día que no haya que entregar ni una tarjeta, que todos tengan trabajo, pero estamos lejos. Mientras tanto, no se puede dejar desamparados, no estar a la par de los que sufren.

P: ¿Cree que al peronismo le falta una autocrítica, tras la derrota en las elecciones nacionales de 2023?

MA: Le hace falta y debe ser profunda para tratar de entender qué hicimos mal para que haya una figura como Milei. Modelo de país a modelo de país, no tengo ninguna duda que el nuestro es mejor porque es inclusivo, busca equidad, es tolerante, solidario y busca que prime el amor. Esos conceptos básicos se fueron perdiendo, la sociedad no se sintió identificada y dejamos de transmitirlo por errores nuestros. A nosotros nos dicen que somos choriplaneros, no es así, el fundador de nuestro movimiento buscaba el trabajo, la defensa de la industria nacional, que ningún argentino produzca menos de lo que consumía.

P: ¿El peronismo está procesando esa autocrítica?

MA: Se está tomando conciencia pero todavía no se está procesando. Sabemos que hay que corregir todas las falencias que nos alejaron de la sociedad.

P: ¿Podría Cristina Fernández de Kirchner, la actual presidente del PJ nacional, ayudar en ese proceso, abrir el juego para que suceda?

MA: Ojalá ella lo consiga. Cristina es la figura más preponderante del peronismo hoy, no hay otra figura que esté por encima de ella. Pero no sé si es la indicada para unir al peronismo y si ella tomará la decisión de hacerlo, de abrirlo. Una de nuestras falencias fue no haber hecho plural las alternativas. Muchas veces se llega y no se quiere dejar de estar en las funciones políticas, habiendo otras personas más capacitadas. Y ese es el momento para ser generosos y abrir porque sino uno se encierra entre quienes le dan la razón. Hay que abrir al peronismo porque todos somos parte. Es lo que está faltando.

P: ¿En Tucumán hay un peronismo o varios?

MA: Estamos en proceso de consenso para que el peronismo gane las elecciones este año. El peronismo de Tucumán perdió en las elecciones nacionales del 2023 más por problemas nuestros que por virtudes ajenas, habiendo ganado las elecciones provinciales dos meses antes de un modo aplastante. Creo que hay que valorizar el diálogo.

P: ¿Cómo está el diálogo con el gobernador Osvaldo Jaldo?

MA: Estamos conversando en esa dirección con el gobernador.

P: ¿Hubo alguna decisión institucional que tomó Jaldo y que acompañó, en la que no estuvo de acuerdo?

MA: Si la hubo o hubiese, no lo diría, salvo que sea absolutamente necesario.

P: ¿Está activo Juan Manzur que, además, preside el peronismo tucumano?

MA: Cuando se fue como senador nacional me dijo que este era mi momento, que haga lo mejor para Tucumán. Y desde ese momento no se inmiscuyó en temas políticos, ni en la gestión. Algunos ven a ese silencio como ausencia pero yo creo que dio libertad para que trabajemos con tranquilidad los que tenemos la responsabilidad institucional de hacerlo. El desafío será compatibilizar.

P: Hace un largo tiempo que Jaldo y Manzur no se encuentran. ¿Usted es el nexo entre ambos?

MA: En la interna que tuvimos quedó en evidencia que ese es mi rol y lo llevo bien porque soy un hombre de consensos. Hay momentos para la disputa y si no hay otro camino, se va hacia ello, pero no hay que alimentar eso en lo cotidiano. Insisto, soy un hombre de consensos. Tengo un contacto habitual con Manzur.

P: ¿Confía en que el peronismo tucumano, al menos, se unirá?

MA: Sí, confío en que eso ocurrirá, no será fácil, y se resolverá sin agravios.

P: ¿Cómo se lleva con la oposición en la Legislatura?

MA: Parto del supuesto que tenemos distintas miradas pero que nos une el objetivo de hacer lo mejor por Tucumán. Que debatamos fuerte eso en los tiempos electorales pero que nos unamos en la gestión y por eso no tenemos grandes conflictos. Este es un parlamento con distintas voces y dirimimos con la votación, si no se puede acordar, sin dramatizar.

P: ¿Está de acuerdo con que se eliminen las PASO?

MA: Cuando comenzó el sistema yo lo apoyé pero después se desnaturalizó y solo se generaba un gasto enorme para el Estado. Soy de los que creen que los partidos deben volver a sus internas y que no se diriman en una interna obligatoria.

P: Tucumán pone en juego dos diputados en las legislativas nacionales de este año, sobre las cuatro bancas que se renovarán. ¿Cuál es su objetivo?

MA: El objetivo es retener las dos bancas nuestras, como mínimo, y trabajamos en eso.

Su experiencia en el Estado

Su recorrido en el Estado arrancó en 1984 cuando asumió su primer cargo como técnico de la Dirección General de Organización y Métodos. Al asumir como gobernador en Tucumán, Manzur lo designó a Acevedo como Ministro del Interior. En los años 90, con Antonio Bussi como gobernador electo en las urnas, se desempeñó en distintas áreas de Gobierno: Director General de Organización y Métodos, y Secretario de Estado de Hacienda.

Más tarde sería designado Ministro de Economía de la provincia y en 2002 ocupó el rol de Director de Política Fiscal. De 2003 a 2007 fue subsecretario de Estado de la Secretaría de Coordinación con Municipios y Comunas Rurales y fue ascendido a Secretario, donde se desempeñó hasta 2015, que fue nombrado titular de la cartera de Interior tucumana.

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