2 de enero 2025 - 16:46

Tucumán: retrocedió a los valores de 2017 la superficie que se destina a fincas de limones

La sucesión de malas campañas por la retracción de los mercados internacionales afecta a una de las principales producciones del norte argentino. Una tradicional producción de citrus fue desmontada y migró a la caña de azúcar y nueces de pecan.

La sucesión de malas campañas afectó a la producción de limones.

La sucesión de malas campañas afectó a la producción de limones.

"De mal en peor", señala el dicho que mejor describe el escenario de la actividad citrícola del limón en Tucumán, la locomotora del sector en el NOA. Un estudio satelital de este cultivo en la provincia determinó que la superficie con fincas de limones se redujo y retrocedió a los niveles de 2017, producto de un combo de factores que podrían agravar aún más el escenario para la campaña 2025.

De acuerdo a los resultados de un trabajo realizado por investigadores de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Famaillá, se determinó que desde el 2017 la producción de cítricos en Tucumán mostró un crecimiento significativo, alcanzando un máximo en 2021 con 51.972 hectáreas. Desde entonces, las mediciones demostraron que hubo una retracción sostenida en el trienio 2022, 2023 y 2024 hasta una superficie de 42.317 hectáreas, similar a la de 2017. Para la investigación, los especialistas utilizaron imágenes de los satélites Landsat 8, Spot 6 Y 7, Sentinel 2A, provistas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la Agencia Espacial Europea.

"Las causas de esta disminución podrían estar relacionadas a la caída de la rentabilidad que experimentó la actividad durante las tres últimas campañas, precios bajos de la fruta para industria, menores volúmenes exportados de fruta fresca, incremento paulatino de los costos de producción, competencia de otros mercados y contexto socioeconómico nacional e internacional poco favorable", sostiene el trabajo de Cristina Morales y Pablo Benedetti que fue presentado en el VII Congreso Internacional de Ordenamiento Territorial y Tecnologías de la Información Geográfica (VII CIOTTIG), realizado en pasado noviembre de 2024 en Acapulco, México.

En otro estudio, también de Morales y Benedetti, más Rocío Portocarrero, centrado en el departamento de Burruyacu, el de mayor superficie con fincas de limones, se detectó que las hectáreas que dejaron de destinarse a este cultivo migraron a la producción de caña de azúcar (45%), a la soja (20%), un 15% quedó como suelo desnudo y 20% a nuevas plantaciones de frutales. Otra de las principales preocupaciones de los productores de citrus son los campos abandonados por el riesgo sanitario, cerca de 12.000 hectáreas, mucho más después de la detección, en agosto de 2024, del insecto que transmite el Huanglongbing (HLB), considerada la enfermedad más devastadora de los cítricos a nivel mundial.

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La familia Chediak desmontó las hectáreas que destinaba al limón y las destina a la caña de azúcar y las nueces de pecan.

La familia Chediak desmontó las hectáreas que destinaba al limón y las destina a la caña de azúcar y las nueces de pecan.

Las razones

Hernán Salas, Director Asistente y Coordinador del Programa Citrus de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), explicó a este medio que son diversas las razones que han impactado en el mercado argentino de la exportación de limones. Una de ellas es el exceso de fruta a nivel mundial, lo que generó problemas también en España (300.000 toneladas quedaron sin cosechar) y en Sudáfrica, países que son grandes productores y exportadores. Y destacó que mientras para entrar a la Unión Europea los productos argentinos pagan un impuesto de ingreso del 15%, los de Sudáfrica no tiene este gravamen. Destacó el investigador que la problemática afecta tanto al mercado de la fruta fresca como a sus derivados, que son el aceite y el jugo concentrado.

El escenario de retroceso se completó con los bajos precios que se pagaron en el mercado de Estados Unidos que, aunque crece, no satisface las expectativas de los productores tucumanos y de la región, frente a la retracción del mercado de la Unión Europea. El rosario de alertas amarillas se completa con el descenso de la demanda de Rusia, plaza a la que se destinaban 40.000 toneladas pero que en esta campaña se redujo a 30.000, siempre de fruta fresca.

Tiempos de cambios

En diálogo con Ámbito, la productora Diana Chediak, cuya familia se dedicó desde hace 40 años a la producción de limones para la exportación como fruta fresca y para el procesamiento en la industria, confirmó que para la campaña 2025 ya no tendrá limones porque desmontó su finca que está en El Chañar, a 25 kilómetros al noreste de San Miguel de Tucumán. "Los medianos y pequeños productores somos los que más sufrimos la crisis del limón, la padecemos, por lo que desde hace 15 años tomamos la decisión de diversificarnos, ya era insostenible", sostuvo.

Por entonces, arrancó con una incipiente producción de nueces de pecan, que en la actualidad se multiplicó y exporta -junto con un puñado de pequeños productores- a EEUU, China, Brasil y España. "Hay mercado y la demanda no deja de crecer, de la mano de un mayor consumo de frutas secas a nivel mundial", sostuvo. Una ventaja de haberse dedicado tantos años a la actividad citrícola es que toda la maquinaria, desde las destinadas a riego hasta el mantenimiento de los campos, son las mismas que se necesitan para las nueces. "Es un piso interesante para arrancar porque, aunque todavía en Tucumán se está experimentando en la mejoría de los cultivos, se consiguen buenos plantines que a los cuatro años ya dan frutos", sostuvo. Remarcó que al haber abandonado la citricultura, sus campos se destinan solo para las nueces y la caña de azúcar.

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