En un día caótico para los mercados mundiales, con fuertes caídas en las bolsas, el mercado automotor mundial se encuentra sacudida por los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, con el propósito de proteger la industria estadounidense
Automotrices extranjeras reaccionan ante los aranceles impuestos por EEUU
La guerra comercial desatada por el presidente Donald Trump tiene a la industria automotriz mundial. La suba de aranceles está causando serios problemas para las principales empresas
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Mientras las automotrices estadounidenses como Ford, General Motors y Tesla resisten los cambios tras los aranceles de Donald Trump, en el resto del mundo comienzan las reacciones
Las acciones de gigantes automotrices como Ford, General Motors, y Tesla han mostrado mayor resistencia, sin embargo, fabricantes europeos y asiáticos, como BMW, Toyota y Volkswagen, han registrado caídas significativas. Las fluctuaciones de los valores reflejan la incertidumbre que rodea las políticas comerciales estadounidenses.
La reacción de las automotrices a los aranceles de Donald Trump
En este contexto, varias automotrices comienzan a reaccionar ante esas medidas con el apoyo de los gobiernos locales.
Por ejemplo, el Reino Unido decidió hoy modificar su normativa sobre vehículos eléctricos, con el fin de dar mayor flexibilidad a los fabricantes de vehículos para que puedan resistir el embate de los aranceles impuestos Trump.
Si bien los aranceles impuestos a las exportaciones de Reino Unido a EE. UU. son en general del 10%, para los autos de lujo, uno de los motores de la economía británica, ascienden al 25%. Se trata de otro golpe para un sector que apenas ha logrado sobrevivir al Brexit.
En un comunicado, el Departamento de Transportes británico explicó que se ha definido la fecha de eliminación gradual de las ventas de nuevos automóviles de gasolina y diésel en 2030, mientras que la de los híbridos estará permitida hasta el año 2035 y los pequeños fabricantes, como el productor de coches de lujo Aston Martin, estarán exentos de estos objetivos.
En tanto, el fabricante multinacional Jaguar Land Rover (JLR), con sede en la ciudad británica de Coventry, suspendió el sábado sus exportaciones hacia Estados Unidos.
JLR, que exporta casi una cuarta parte de sus vehículos a Estados Unidos, dijo que necesita tiempo para reevaluar los precios y la logística bajo las nuevas condiciones comerciales.
Pero las reacciones no sólo llegan desde el Reino Unido. El Grupo Stellantis le comunicó a 900 trabajadores que cumplen tareas en las plantas de estampado de Michigan y de transmisión de Indiana que temporalmente dejarán de trabajar.
Esto decisión se tomó como consecuencia directa de la paralización de la producción en dos plantas que el Grupo tiene en Canadá y México, luego de la entrada en vigor los aranceles automotrices impuestos por Trump.
En una carta enviada a los empleados, Antonio Filosa, Director de Operaciones de Stellantis Americas, dijo que la compañía "continúa evaluando los efectos a mediano y largo plazo de estos aranceles en nuestras operaciones, pero también han decidido tomar algunas acciones inmediatas".
Por otro lado, el fabricante japonés Nissan dio a conocer que no avanzará en su plan de recortar producción de una de sus plantas estadounidenses y en cambio suspenderá los nuevos pedidos de sus modelos todoterrenos que se fabrican en México.
Explicó que estas medidas se aplicarán para sus modelos del todoterreno Infiniti: el QX50 y el QX55, que se fabrican en la planta de ensamblaje mexicana de COMPAS, en Aguascalientes. Sin embargo, aclaró que estima mantener su producción para otros mercados
Audi, la marca de Volkswagen, está reteniendo en los puertos estadounidenses los coches que llegaron después del 2 de abril, cuando Trump anunció un arancel del 25% sobre las importaciones de vehículos, dijo hoy la compañía, mientras las empresas se esfuerzan por averiguar cómo se verán afectadas por los aranceles.
La marca Volkswagen tiene alrededor de 37.000 vehículos en su inventario estadounidense, suficientes para aproximadamente dos meses de ventas, añadió el portavoz.
Audi está directamente en la línea de fuego de los aranceles de Trump, ya que su modelo más vendido en Estados Unidos, el Q5, se produce en México, y el resto de sus modelos proceden todos de Europa o de otros lugares.
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