Volkswagen comunicó a su red de concesionarias que retrotraerá los precios de sus modelos, luego de haberlos subido 3,6% tras la salida del "cepo" que dispuso el Gobierno.
Volkswagen dio marcha atrás con la suba de precios
La automotriz Volkswagen envió a su red una tercera lista de precios en el mes con una baja en los precios que había aplicado la semana pasada
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La automotriz Volkswagen había sido la única que había aumentado los precios tras la salida del cepo
La automotriz había tomado esa decisión horas después de la medida del equipo económico y cuando la cotización del dólar oficial había trepado a $1.250, un 12% por arriba del viernes anterior.
La política que llevó la compañía recibió muchas críticas, pero se tomó en un contexto interno difícil de la empresa.
Ahora, ante la baja del tipo de cambio, dio marcha atrás y envió una nueva lista de precios a la red, la tercera en el mes.
Según comunicó por WhatsApp a sus concesionarias, baja todos los modelos al nivel previo a la segunda lista, es decir una reducción de 3,6%, menos para el caso de la pickup Amarok, que deja un incremento de 0,6%.
Desde la red comercial explicaron que la decisión de aumentar los precios tuvobmotivos que van más allá de la simple búsqueda de mantener la rentabilidad ante un giro en las condiciones del mercado de divisas que utilizan para importar autos y piezas.
Teniendo en cuenta que la semana pasada era corta y se estaba cerca de fin de mes, la automotriz podría haber esperado para hacer el ajuste y no quedar expuesta ante los consumidores que, como se pudo ver en redes sociales, cuestionaron con dureza la decisión de la automotriz.
Hay distintos factores que llevaron a esta toma de decisión tan sensible para la imagen de la empresa y todos tienen un denominador común que es el reciente anuncio de inversión de u$s580 millones que hizo la automotriz para producir un nuevo modelo de pickup.
La historia más próxima se remonta a diciembre de 2023, aunque se podría ir más atrás. Por ejemplo, a tener en cuenta el contexto de la terminal local que viene registrando desde hace más de dos años
Por cuestiones a nivel global y a problemas locales, la automotriz está en una situación delicada. Las dificultades financieras de Volkswagen a nivel internacional son conocidas, con anunacios de cierres de plantas en Alemania, entre otras cosas.
A esto se suman los temas autóctonos. El futuro de la Amarok era incierto, desde la caída del Proyecto Cyclone que tenía con Ford, en 2020. A la par se sumó el problema de competitividad de producción de Taos.
Con este escenario transitaron todo 2023 y 2024. Paralelamente, la automotriz llevó adelante un fuerte ajuste de personal con la salida de cientos de trabajadores.
Así llegó a fin de 2023, el momento más crítico. La devaluación de diciembre de ese año fue un cimbronazo para la automotriz. Todas las terminales tuvieron que salir a modificar su política comercial y protegerse ante la variación cambiaria.
En el caso de Volkswagen, no la pasaron bien los responsables de las áreas financiares y comerciales. El balance no fue positivo.
Esto se produjo en un momento clave, debido a que la filial local estaba comenzando a negociar con Alemania la inversión que se anunció quince meses después.
El futuro de la terminal – ya en ese entonces con la decisión del fin de Taos casi tomada, aunque se filtró periodísticamente unos meses después, y un restyling de Amarok pensado para sobrevivir – era incierto.
Confirmada la inversión y decidida la salida de Taos, Volkswagen Argentina entraba en una nueva etapa.
Así se llega a esta semana, cuando el Gobierno anuncia la salida del cepo. La decisión de aumentar los precios estuvo condicionada por esta realidad.
Con los problemas económico que vino transitando la terminal en los últimos tiempos, no había margen para absorber la suba del dólar y sacrificar rentabilidad en pos de la competencia por la participación de mercado.
A diferencia de otras veces, Volkswagen no está en condiciones financieras de ser parte de una “guerra de precios”.
Posiblemente, sin un beneficio económico significativo, teniendo en cuenta que, a partir de mayo, el resto de las automotrices ajustarán los precios en base al nuevo tipo de cambio. Era cuestión de días.
Si bien lo económico pesó, fue tanto o más importante lo político. Después de la larga (y muy dura) negociación con la casa matriz para recibir la inversión (era esto o el levantamiento industrial en Argentina, al estilo Nissan) no había margen para pensar en perder rentabilidad a cambio de volumen. Desde Alemania no lo permitieron. Ante los cuestionamientos recibidos se decidió ahora dar marcha atrás
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