Volkswagen: ola de huelgas en Alemania por la aplicación de un duro plan de ajuste

El principal fabricante de vehículos de Europa está atravesando una seria crisis por la caída de la demanda global y, especialmente, desde China, su principal mercado

Desde hace varios meses la automotriz Volkswagen está enfrentando una seria crisis en Alemania por el plan de recorte de gastos que quiere implementar

AFP

La crisis automotriz Volkswagen, en Alemania, ante la caída de la demanda a nivel global y, especialmente, desde su principal mercado que es China, entra en una semana de fuertes tensiones. El sindicato que agrupa a los trabajadores de la compañía iniciaron hoy una ola de huelgas que afectará a casi todas las 10 fábricas de Volkswagen en ese país.

Esta decisión se suma a la de la semana pasada, cuando casi 100.000 trabajadores dejaron sus puestos después de que la dirección rechazara una propuesta sindical que incluía reducir los pagos de dividendos y recortar algunas bonificaciones.

Hace unas semanas, en un comunicado, la presidenta del comité de empresa del grupo, Daniela Cavallo declaró que “el directorio quiere cerrar al menos tres plantas de VW en Alemania. También pretende reducir el tamaño de todas las plantas restantes en el país,"

El plan, presentado por la dirección, incluye un recorte salarial del 10% para todos los empleados y el traslado al extranjero de numerosas actividades del grupo, actualmente en Alemania, indicó la presidenta del comité de empresa en un comunicado.

Esta etapa de conflictos está provocando pérdidas millonarias a la automotriz, que es el mayor fabricante de automóviles en Europa. Según estimaciones de especialistas, dos horas de interrupción de la producción en su planta principal de Wolfsburg, pueden generar pérdidas entre 400 y 600 autos.

Estas cifras no solo representan una pérdida económica directa, sino que también afectan la imagen y la posición de Volkswagen en el mercado.

La huelga coincide con la reanudación de las negociaciones para la revisión del convenio colectivo, ya que trabajadores y directivos de la compañía se reunirán después de que el último encuentro culminara sin avances debido a que la empresa consideró insuficiente la propuesta de ahorro de IG Metall.

El consejero delegado (CEO) de Volkswagen, Oliver Blume, se dirigió la semana pasada a 20.000 trabajadores de Volkswagen en su sede de Wolfsburg, para explicar la necesidad de aplicar recortes salariales y cerrar fábricas, pero sus explicaciones cayeron en saco roto y fue abucheado.

El directivo se enfrentó a los trabajadores en una acalorada reunión en la que trató de justificar agresivas reducciones de plantilla y salariales, ya que el fabricante de automóviles tiene como objetivo reducir costos en 10.000 millones de euros en medio de la fuerte competencia de China, la caída de las ventas mundiales y el aumento de los costos de producción.

El sindicato planteó un sendero de negociación para ahorrar 1.500 millones de euros en costos laborales si la compañía renunciaba al cierre de plantas, algo que "todavía está lejos de ser suficiente para asegurar el futuro de Volkswagen", en palabras de Blume.