7 de enero 2025 - 12:03

La falta de lluvias y los reclamos por retenciones mantienen en vilo a los productores rurales

En medio de una tormenta perfecta que combina baja de precios en los commodities, alta presión impositiva, tensión en la cadena de pagos y una sequía incipiente, en el campo aseguran que “los próximos 90 días serán clave para el negocio”.

El debate en el agro esta latente, porque en un escenario donde los precios de los granos siguen bajos, si no hay una quita de retenciones es probable que el propio sector primario reclame enérgicamente por una devaluación.

El debate en el agro esta latente, porque en un escenario donde los precios de los granos siguen bajos, si no hay una quita de retenciones es probable que el propio sector primario reclame enérgicamente por una devaluación.

Reuters

La discusión sobre las retenciones vuelve a ocupar un lugar central en la agenda agropecuaria de Argentina. Productores y entidades rurales insisten en la eliminación de este gravamen, argumentando que afecta la competitividad, desincentiva la producción y profundiza las desigualdades en el sector.

Ahora, la Confederación de Asociaciones Rurales de Argentina (CRA), advirtió que las retenciones están destruyendo la base económica del agro. En un comunicado reciente, señalaron que este impuesto, aplicado sobre cultivos estratégicos como la soja, el maíz y el trigo -entre otros- representa una transferencia de recursos desde el interior hacia el Estado, lo que impacta negativamente en las economías regionales.

El panorama es complejo, porque a la alta carga fiscal se suman otras complicaciones donde la más difícil de esquivar es la de índole climática. Ocurre que la escasez de precipitaciones está comenzando a reflejarse en la condición hídrica de los cultivos de la campaña gruesa, específicamente en la soja y el maíz. A bajos rendimientos, más lejos de encontrar el punto de indiferencia en el negocio, que cada vez es más alto para quienes decidieron arriesgar una vez más a en esta industria a cielo abierto cuando comenzaba la primavera.

El panorama es complejo para la soja, que en la última semana sufrió un recorte de 200 mil hectáreas en su estimación de siembra por los motivos expuestos. Tal es así que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) ajustó a la baja el porcentaje de cultivos implantados que se encuentran bajo condiciones óptimas o adecuadas. Es el resultado de la baja ocurrencia de lluvias que podría agravarse durante la primera quincena del corriente mes.

En cuanto al maíz, la entidad porteña confirmó que a nivel nacional ya se sembró el 87,4% de las 6,6 MHa estimadas para la presente campaña. El más afectado es el maíz temprano, que fue una elección casi obligada este año debido al riesgo de la chicharrita. Los primeros estadios del ciclo (primavera) contaron con buena provisión hídrica, pero la falta de lluvias en diciembre deterioró los cuadros.

La pregunta que muchos se hacen en el agro es si -tras lo ocurrido con Surcos y las empresas vinculadas a Los Grobo, pueda llegar a generarse un “efecto dominó” donde aparezcan empresas, agronomías y productores. Leonardo Sarquis, ex Ministro de Agroindustria en la provincia de Buenos Aires y consultor privado con amplia experiencia en el sector de los agronegocios, aseguró a Ámbito que lo que ocurrió con esas empresas “fueron casos particulares” e hizo hincapié en el comportamiento del rubro de los insumos durante el último tiempo.

Según Sarquis, “hubo una demanda muy exagerada por parte de los productores, porque se buscaba en realidad comprar dólares en forma de producto. Los precios de los granos y de los insumos bajaron, llegó la estabilidad cambiaria y se mantuvo la alta carga impositiva que le quita rentabilidad al productor. Es evidente que hubo compromisos que se tomaron con la referencia de un dólar mas alto y al día de hoy nadie sabe a ciencia cierta qué campaña vamos a tener”.

Para exfuncionario bonaerense, “la clave son los próximos 90 días hasta el fin de la campaña, para ver quién se quiere financiar, cómo lo hace y quién financia a los productores que necesitan de esos 90 días para acomodarse. Hay que estar alerta, porque no sabemos qué puede pasar mas adelante si los precios siguen bajando”.

Otro de los expertos en el sector de los insumos con enorme trayectoria es Luis Mogni, consultor y socio de la Consultora Somera S.A y organizador del Congreso de Distribuidores del Agro que se realizará a fines de abril en la Ciudad de Buenos Aires. Ante las efervescencias que vive el agro explicó a Ámbito que “a nuestro país le está cambiando la macro y eso modifica el cómo tomamos las decisiones para llegar hasta acá y de ahora en mas. Durante mucho tiempo las variables más importantes eran la devaluación y la inflación que acomodaban todo. Tener stocks era bueno pero hoy es todo lo contrario. El 2024 fue muy desparejo a nivel productivo. Por otra parte, se ve un escenario donde la macro empieza a ser más estable, por lo tanto debemos ver cómo trabajamos la eficiencia”.

Según Mogni, el año para los insumos fue muy malo. El especialista - que organiza cada año el evento más importante del país para el sector de la distribución y las agronomías - advirtió que en 2024 hubo una caída de más del 30 % en el mercado agroquímico, una caída que va a redondear entre el 15% y el 20% en el área sembrada de maíz. Esto ocurre en un contexto de arrendamientos pactados a precios muy elevados donde para obtener rentabilidad hay que buscar rendimientos muy altos, “por eso hay mucho ruido en el sistema productivo y se necesita una pronta revisión y una reducción rápida de los derechos de exportación, sobre todo para mejorar el incentivo a producir cada vez más y a incorporar tecnología”.

El debate en el agro esta latente, porque en un escenario donde los precios de los granos siguen bajos, si no hay una quita de retenciones es probable que el propio sector primario reclame enérgicamente por una devaluación, que permita borrar los casilleros rojos en el excel y mejorar la ecuación para varios eslabones den la cadena productiva.

Mientras tanto, el clima dejará un país sumamente desparejo desde el punto de vista de los rendimientos, por eso será determinante qué pueda hacer el Gobierno. Si no toca los derechos de exportación (DEX), deberá pensar en reducir el “costo argentino” del que tantas veces se habla. A nadie le sirve un país heterogéneo en productividad, por eso es imprescindible revisar qué se puede hacer para recuperar el entusiasmo y borrar la incertidumbre entre quienes definen qué pasará durante el próximo ciclo agrícola.

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