25 de marzo 2025 - 13:07

Luego de un ciclo agrícola complejo, el campo ya piensa en la próxima campaña

La falta de lluvias en el NEA obligó a recortar la estimación de soja y condicionó rindes de maíz y girasol. Sin embargo, las lluvias en la zona núcleo y la planificación para la próxima campaña mantienen en alto las expectativas del sector.

La cosecha de soja muestra realidades contrastantes.

La cosecha de soja muestra realidades contrastantes.

Gentileza: Radio Nacional

Las últimas campañas agrícolas trajeron extremos climáticos y sin dudas desafiaron a los productores de varias zonas del país. Luego de las inundaciones en la región núcleo sur, la sequía en el noreste argentino (NEA) provocó un ajuste en las proyecciones de producción de los principales cultivos, en especial la soja. Así, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo su estimación de 49,5 a 48,6 millones de toneladas.

Según datos de la entidad porteña, el estrés hídrico y las temperaturas extremas impactaron en un 22% del potencial productivo en la región, que representa el 10% del área nacional de siembra.

En concreto, la cosecha de soja muestra realidades contrastantes. Mientras el norte agrícola enfrenta una caída del 22% en su potencial productivo, debido al bajo stand de plantas y el escaso desarrollo de estructuras reproductivas, las lluvias de fines de febrero y principios de marzo trajeron alivio en el centro del país.

En la región núcleo, tanto las sojas de primera como de segunda mejoraron su rendimiento esperado. En los lotes tempranos, las lluvias favorecieron el llenado de grano, y en los de segunda, la formación de vainas. Esto permitió compensar parcialmente las pérdidas en el norte, evitando una merma aún mayor.

En cuanto a la campaña de maíz, el cereal avanza con una recolección del 13,6 % del área nacional, gracias a las mejoras climáticas que impulsaron el ritmo de cosecha. El rendimiento promedio nacional se ubica en 82,7 quintales por hectárea, pero muestra una fuerte disparidad entre regiones. El norte del área agrícola presenta un derrumbe de hasta 40% en los rindes esperados, mientras que zonas del centro y norte de Córdoba, norte de Santa Fe y parte del sur agrícola también sufren mermas de entre 6% y 15%, producto del déficit hídrico acumulado. No obstante, la revisión al alza del área implantada en el ciclo anterior (2023/24) –ahora estimada en 8,4 millones de hectáreas– eleva el stock base y permite mantener la proyección de producción de maíz en 49 millones de toneladas.

Los desafíos para el próximo ciclo agrícola

El tramo final de la cosecha de soja y del resto de los cultivos gruesos dependerá de cómo evolucione el clima en las próximas semanas. La inestabilidad en las regiones norteñas sigue siendo una amenaza, mientras que el centro y el sur del país necesitan mantener condiciones favorables para consolidar los rindes proyectados.

Al ser consultado por las proyecciones en el cierre de la campaña de soja, Patricio Munilla, gerente de marca Don Mario, destacó a Ámbito que “va a ser una campaña de medianas en cuanto a rendimiento. La verdad, no fue ni exuberante ni muy mala, así que esperamos unos rendimientos promedio para toda la zona agrícola. Obviamente, hay zonas que se destacan y otras zonas a las que no les fue tan bien. Pero, en términos generales, creo que fue una campaña que el productor va a salir bien con los resultados finales”.

En este sentido, es muy importante elaborar estrategias de manejo y ser asertivos en la elección de las variedades. Por eso, la empresa -que acaba de realizar nuevos lanzamientos en variedades de soja- destacó que las nuevas variedades “traen un salto en productividad en diferentes ciclos de madurez. Las seis variedades que estamos lanzando al mercado de soja superaron a todas las variedades testigo en su grupo de madurez, así que estamos convencidos de que estas nuevas semillas le van a dar un salto de calidad al productor en cuanto a productividad”.

Pensando en la próxima campaña de soja, Munilla destacó que “a la hora de elegir su variedad, el productor va a tener que hacer la cuenta de diferentes acciones, como por ejemplo el agua útil en el campo, el nivel de fertilización, la problemática de malezas que puede llegar a tener su lote y obviamente la ventana de siembra que le permitan las precipitaciones. Entre esas variables Don Mario ofrece un portfolio amplio de variedades para que los productores puedan elegir entre dos y tres opciones por ciclo de madurez”.

Otro cultivo que buscará mejorar en performance respecto del 2024 será el maíz. Andres Caggiano, gerente de desarrollo de productos en NK Semillas, aseguró a Ámbito que “se viene un año que esperamos sea mucho mejor que el anterior, lo digo desde el punto de vista de la cantidad de hectáreas que se van a sembrar. El año pasado, con todo lo que fue el impacto de la chicharrita, el productor tuvo un poco de miedo y bajó bastante la superficie del maíz. Creo que se va a volver a recuperar el maíz temprano, que en muchos lugares del país anduvo muy bien. El tardío también mejoró porque acompañó la llegada de agua. Además, el maíz siempre es noble, hace bien a la rotación y el productor lo necesita para el consumo animal”.

Por último, Aimar Pena, gerente de semillas y trade de BASF Argentina se mostró optimista de cara al nuevo ciclo productivo. En diálogo con Ámbito detalló que “a pesar de algunos excesos de lluvia, en gran parte del territorio argentino se empiezan a recargar los perfiles y eso no sucedía así desde hace dos o tres años. Los productores tuvieron que transitar momentos difíciles con los perfiles totalmente descargados”. Para aprovechar el nuevo escenario, Pena explicó que BASF complementará esta campaña su paleta de maíz con dos lanzamientos, buscando rendimiento y estabilidad, aunque también pondrá el ojo en el cultivo de girasol con algunas novedades.

En general, para el sector agrícola todo parece indicar que pasaron los nubarrones más oscuros. La situación económica se empieza a acomodar -tanto para los productores como para las empresas de insumos- y es posible que con la campaña fina muchos puedan hacer borrón y cuenta nueva. Si el clima acompaña, será un respaldo importante para que el agro siga mostrando que tiene el temperamento para ser una vez más el motor económico que mueve el entramado productivo.

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