Las comercialización de soja de la actual campaña agrícola se encuentra en su nivel más bajo en la última década, lo que refleja una preocupación generalizada entre los productores debido a la incertidumbre sobre el tipo de cambio y la evolución de las retenciones. Sumado a esto, en varias zonas del país los números para la oleaginosa no cierran y los productores esperan el mejor momento para vender sus cosechas. El freno en las exportaciones pone tensión sobre las reservas del Banco Central, sedientas de dólares.
Alerta para las reservas del BCRA: por la incertidumbre con el dólar, la venta de soja es la más baja en la última década
Las dudas sobre el tipo de cambio y los inconvenientes climáticos complicaron la comercialización de la soja. De todas maneras, gracias a la importación de soja de Paraguay se cerraría un buen mes de marzo para las exportaciones agroindustriales.
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Luego de un ciclo agrícola complejo, el campo ya piensa en la próxima campaña
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Malo para las reservas: a pesar de la baja de retenciones, el campo comercializó menos soja y maíz
En varias zonas del país los números para la oleaginosa no cierran y los productores esperan el mejor momento para vender sus cosechas
Por supuesto, el tipo de cambio juega un papel fundamental en la toma de decisiones de los productores, porque -vale la pena recordarlo- estos reciben el equivalente en pesos a la cotización del dólar oficial por sus granos y a eso se le resta el porcentaje vigente de los derechos de exportación. Es decir, un dólar más alto significa mayores ingresos en pesos, lo que en definitiva incentiva a los productores a esperar el mejor momento para concretar una operación de venta o fijar un negocio.
En paralelo, la cuestión de las retenciones, o mejor dicho el pago de los DEX, sigue siendo un factor clave. Estas tasas afectan a todos los granos y en particular a la soja y sus derivados y son el reclamo de base que todas las entidades del campo y los gobernadores de la región centro. Nadie olvida que durante la campaña presidencial de 2023, Milei prometió eliminar gradualmente estas retenciones, pero hasta ahora solo implementó una reducción temporal.
Otro factor que influyó en la lenta venta de soja es el clima. En 2024/25, la campaña estuvo marcada por condiciones secas en varias etapas, especialmente entre enero y febrero, lo que generó incertidumbre sobre la producción. En este contexto desafiante desde el punto de vista climático, los productores decidieron ser más conservadores y buscar otras opciones para financiarse. Aquí es donde aparece el maíz temprano, que se convirtió en una alternativa atractiva debido a los precios competitivos en el plano local e internacional.
Yendo a los números y según los datos de Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) al día 19 de marzo, las compras por la campaña 23/24 de los sectores industrial y exportador totalizaban 39,4 Mt, lo que representa un 79% de la última cosecha. Según el análisis realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario, “este avance de comercialización se coloca 7 p.p. por detrás del promedio de los últimos 5 ciclos y deja un "carry trade" de 7 millones de toneladas”. Además, las ventas a la misma fecha del año pasado eran un 25% mayores, con una cosecha similar a la prevista ahora”.
Incluso en la actual campaña todo viene muy lento. Al ser consultado por Ámbito sobre esta situación, Ariel Tejera, analista de mercados de Grassi SA, aseguro que “es muy atípico el volumen que todavía no se comercializó, teniendo en cuenta que ya estamos a las puertas de la nueva campaña. Algunos factores que puedan explicar un poco estas demoras tienen que ver con el contexto y la coyuntura internacional de precios”.
Según Tejera, “desde el último tramo del año pasado y en lo que va de este 2025, tuvimos precios que no fueron los mejores en términos históricos. Si bien no fueron malos, tampoco fueron los mejores y además estamos transitando momentos donde el maíz se mostró mucho más firme en términos de precios a nivel local e internacional. Eso compensó la situación y también incentivó los negocios de maíz”.
El analista explicó además que “también opera cierta incertidumbre que puede haber en torno a lo que es el régimen cambiario. Y sabemos que la soja es refugio de valor y también de cobertura cambiaria.
¿Qué nos marca la tendencia de las últimas semanas?
Un informe reciente elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario indica que “con precios que se han mantenido estables, comienza a tomar ritmo la comercialización de la nueva cosecha de soja. Si bien el avance de compras de la oleaginosa de la campaña 2024/25 continúa 9 p.p. por detrás del promedio de los últimos años, al analizarlo como porcentaje de la producción, los datos oficiales muestran que el ritmo se aceleró en las últimas semanas. Al 19 de marzo, SAGyP reporta operaciones semanales por un volumen cercano al millón de toneladas, alrededor de un 30% más que en la semana previa”.
Javier Preciado Patiño, director de RIA Consultores explicó a Ámbito que “de acuerdo al SIOGranos, en los últimos días las ventas primarias de soja -entre precio hecho y fijaciones- se ubicaron en un promedio diario de 215.000 toneladas con lo cual mejoraron los valores respecto de la primera quincena de marzo. De todas maneras, es importante destacar que crecieron los negocios “a fijar” con lo cual se podría pensar que existe una expectativa de aumento del tipo de cambio”.
Según explicó el analista, “los embarques de harina de soja rondaban al día jueves 27 en 1,9 millón de toneladas, muy cerca de lo registrado en DJVE, lo cual permite inferir que el programa de embarque se va cumpliendo de acuerdo a lo planeado. De acuerdo al INDEC en febrero se cargaron 1,67 millón de toneladas, sobre 2,22 declaradas, con lo cual es factible que cuando cierre marzo, lo efectivamente embarcado incluso supere lo declarado, compensado la diferencia de febrero”.
Un punto importante es el de la importación de soja. En este sentido, Patiño precisó que “con el ingreso de la soja paraguaya la molienda de marzo va a ser mejor que la de febrero, incluso podría ubicarse por encima de las 3 millones de toneladas. Todavía restando el día lunes 31, las DJVE de marzo suman 7,4 millones de toneladas, contra 7,7 en febrero, es decir un volumen muy similar”.
Patiño agregó que “el esquema del Ministerio de Economía para la baja de retenciones implica que el exportador liquide a los 15 días de la DJVE, no ya en el momento del embarque, con lo cual la lógica indica que la liquidación de dólares de marzo debería estar en línea con la de febrero, es decir en torno a los US$ 2.000 millones, lo que implicaría una mejora interanual del orden del 33%”.
Mas allá de lo que ocurre con los stocks de los granos en el resto de lo mundo, los precios a cosecha prácticamente no cambiaron desde el momento de la siembra, inclusive ganaron un par de dólares. Para Tejera, “esto podría brindar alguna oportunidad de cerrar algún negocio un poco más interesante -sobre todo de la soja en el segmento disponible- en un contexto donde hay cierta necesidad por parte de compradores”.
Esa necesidad es latente en la industria agroexportadora, que debió mantener fuertes compras de materia prima a los agricultores de Paraguay para reducir la capacidad ociosa de las plantas en el polo instalado en el puerto de Rosario. Debido a este punto y según pudo saber Ámbito, el registro de las exportaciones del complejo granario cerraría de todas maneras un muy buen mes de marzo.
De todas maneras, el mercado argentino no es ajeno a la tendencia bajista de precios a nivel global. Y es importante destacar que la reducción en los derechos de exportación -que terminará el 30 de junio- funcionó como resorte para limitar la merma en el precio por tonelada de la soja y eso permitió darle cierto dinamismo a las operaciones de las últimas semanas. Dicho de otro modo, con la baja temporal de las retenciones el gobierno le quitó el pié del freno a las ventas, porque de otra forma la comercialización hubiera sido aún mas lenta. La pregunta que por ahora queda sin respuesta es cómo se motivará a los productores a comercializar soja en los próximos meses si sus urgencias están saldadas.
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