Por primera vez en dos décadas, se frenó en el país la creación de empleo privado en investigación y desarrollo (I+D). Durante el primer semestre del 2024 tuvo una caída de menos de 1%, cortando años de crecimiento constante de puestos de trabajo. En los cuatro años anteriores (2019-2023) había crecido un 36,5%.
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Se frenó la creación de empleo privado en investigación y desarrollo
Durante el primer semestre del 2024 hubo una destrucción leve de empleos en el sector. Desde 2002 que no sucedía.
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Bioingeniería, la ciencia que posibilita el avance de la medicina y la biología.
Con sus vaivenes y ritmos diferentes, desde 2003 la creación en el país de empleo privado en I+D tuvo un crecimiento constante. Ese año había 2.971 puestos de trabajo. En el primer semestre de 2024 había llegado a 11.085, según un informe del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Investigación.
Este último dato es el que remarca OEDE, cuyo informe tiene datos hasta la primera mitad de 2024, para seguir de cerca. Si bien es levemente inferior a los puestos 11.140 que había en 2023, de consolidarse en los números que se releven de la segunda mitad del año pasado, mostraría la primera caída de empleo en el sector desde 2002, en medio de la crisis post salida de la convertibilidad.
El informe destaca un crecimiento acelerado del sector entre 2003 y 2010 (de 2.971 empleos privados a 5.950). Luego empezó una década moderada hasta la pandemia (cuando llegó al 8.272), pero donde se mantuvo la tendencia de nuevos puestos de trabajo. Luego había tenido un repunte hasta 2023, para luego frenarse en 2024.
Caída en los salarios reales de I+D y concentración
Según OEDE, los salarios privados del sector cayeron un 4,4% en el promedio anual de los primeros nueve meses del 2024 comparado el promedio anual de 2023. Comparado con el sueldo de diciembre de 2015, el promedio anual de 2024 tuvo una caída aún mayor, de 7% reales.
Otro dato a destacar es la concentración de los empleos en algunas regiones y pocas grandes empresas. Los sectores farmacéutico, de servicios de I+D y software representan el 71,1% de la inversión privada está en manos de grandes empresas y concentran el 69% de los empleos.
En cuanto a la distribución regional, también se ve una concentración. En CABA, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe está el 90% de la I+D privada del país.
Ante este escenario, OEDE advierte los riesgos de continuar con el desfinanciamiento público en I+D. "Esto difícilmente se resuelva desarticulando el sector público y tampoco se logrará en un contexto en el que los salarios privados del sector caen y la inversión privada permanece contenida en un umbral mínimo insostenible mientras su dotación de personal se estanca o incluso declina por primera vez en dos décadas", señala el informe.
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