25 de noviembre 2024 - 16:30

De no creer: vistió la camiseta de River un puñado de minutos y ahora trabaja en un peaje

Aunque jugó solo dos minutos en la Primera de River, Ariel Raúl Medri nunca abandonó su pasión y hoy dirige juveniles en su pueblo natal.

Ariel Raúl Medri debutó en Primera División con la banda roja durante apenas dos minutos y, tras una carrera breve, encontró su camino trabajando en una cabina de peaje.

Ariel Raúl Medri debutó en Primera División con la banda roja durante apenas dos minutos y, tras una carrera breve, encontró su camino trabajando en una cabina de peaje.

En el competitivo mundo del fútbol, alcanzar un lugar en la cancha es un desafío. Miles de jóvenes entrenan arduamente para cumplir su sueño de jugar profesionalmente. Ariel Medri es un ejemplo de ello: tras un breve paso por River, su carrera tomó un rumbo inesperado.

Medri, quien jugó apenas dos minutos en la Primera del millonario, representa a esos futbolistas que, pese a su dedicación, no logran consolidarse en el ámbito profesional. Su historia refleja las dificultades que enfrentan muchos para mantenerse en la cima, contrastando con casos donde la fama y el marketing abren puertas sin el mismo esfuerzo deportivo.

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En el fútbol, brillar en la élite es un privilegio que pocos alcanzan y miles de chicos quedan en el camino reflejando sus sueños en los logros de sus ídolos

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Cómo fue la carrera de Ariel Raúl Medri

Ariel Raúl Medri nació el 13 de mayo de 1966 en Maggiolo, un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe. Desde muy joven, el fútbol se convirtió en su mayor pasión. Jugaba en el club Sportman Carmelense mientras estudiaba, hasta que en 1982, con tan solo 16 años, tuvo su primera gran oportunidad al probarse en las divisiones inferiores de River Plate.

Aunque su primer intento no fue exitoso, el club le dejó las puertas abiertas. Con determinación, regresó a su pueblo, finalizó el colegio secundario y siguió jugando en Sportsman. En 1984, pasó a las inferiores de Vélez, pero al cabo de un año volvió a Santa Fe, para jugar en el Sporting de Laboulaye. Allí demostró su habilidad, lo que le permitió un segundo intento en River.

Finalmente, en 1985, logró fichar con la cuarta división del club de Núñez. Su talento no pasó desapercibido, y pronto fue convocado a la Reserva, donde brilló con actuaciones como un gol a Boca que capturó la atención de medios como El Gráfico. A pesar de ello, su paso por Primera fue efímero: debutó el 2 de mayo de 1987 en una derrota frente a Platense, jugando apenas dos minutos.

"Fue la primera vez que me senté en el banco de suplentes de la Primera. El Bambino nos metió al final, me acuerdo de que toqué una pelota, de eso estoy seguro: una pelota toqué. Recibí un rechazo de la defensa, se la pasé al Tolo, después la perdimos, vino el ataque de Platense y el tercer gol de Gambier. Eso fue todo", relató el ex jugador sobre aquel importante día en su carrera profesional.

Tras ese debut, el entrenador Héctor "Bambino" Veira dejó la institución, bajo la dirección de Carlos Timoteo Griguol y Medri no tuvo espacio en el equipo. Fue cedido a préstamo a Talleres de Córdoba, donde tuvo algunos momentos destacados, pero no logró afianzarse. Después de su retorno al millo y su posterior desvinculación, intentó continuar su carrera en el Ascenso, pero las oportunidades eran cada vez más escasas.

Finalmente, en los años 90, decidió colgar los botines y poner fin a su carrera profesional. A pesar de sus esfuerzos y su talento, el sueño de consolidarse en el fútbol de elite no se materializó.

Qué es de la vida de Ariel Raúl Medri

Alejado del fútbol profesional, Ariel optó por una vida más sencilla y regresó a sus raíces en Santa Fe. Allí, comenzó a trabajar en una cabina de peaje en Venado Tuerto, actividad que combina con su otra pasión: formar a nuevos talentos. Realizó el curso de entrenador y se dedicó a dirigir divisiones infantiles en Sportivo Sarmiento, el club de su pueblo natal.

Su historia no solo habla de la volatilidad del mundo del fútbol, sino también de la capacidad de reinventarse. Aunque su tiempo en las canchas profesionales fue breve, nunca se desvinculó completamente del deporte que lo apasiona. Medri, quien alguna vez soñó con brillar en River, hoy es un ejemplo de resiliencia y amor por el fútbol.

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