24 de noviembre 2024 - 18:30

De recolectar cartones a jugar en Italia: cómo es la historia de Alejo Barrios

Del ascenso argentino a los campos del Fútbol Italia, Alejo Barrios supera la adversidad y persigue el sueño de vivir del deporte que ama.

La historia de Alejo Barrios y su lucha por cumplir sus sueños.

La historia de Alejo Barrios y su lucha por cumplir sus sueños.

Miles de jóvenes sueñan con triunfar en el fútbol profesional. Para Alejo Barrios, un joven que pasó de recolectar cartones para mantener a su familia a jugar en Italia, ese sueño parecía inalcanzable. Sin embargo, con esfuerzo y perseverancia, logró convertir la adversidad en una oportunidad única.

La historia de Barrios es un ejemplo de resiliencia en el mundo del fútbol. Mientras otros renuncian ante las dificultades, él persistió, incluso cuando el futuro parecía incierto. Su travesía desde los humildes campos del ascenso argentino hasta un equipo en Italia inspira a miles de jóvenes que comparten el mismo objetivo.

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De quedar libre en Yupanqui, a viajar a Italia para cumplir con su sueño de jugar al fútbol

De quedar libre en Yupanqui, a viajar a Italia para cumplir con su sueño de jugar al fútbol

La carrera de Alejo Barrios

Alejo Barrios nació en Lanús, y creció en Lomas de Zamora soñando con jugar fútbol. Comenzó a practicar a los cinco años en el club Sargento Cabral, y más tarde se unió a las categorías juveniles de Yupanqui, un club del ascenso donde permaneció desde 2016 hasta 2023.

Los días de joven soñador eran un desafío constante. Entre entrenamientos, estudios y un trabajo paralelo, Alejo hacía malabares para mantener viva su pasión por el deporte. “En ese momento hacía tres cosas: entrenaba, trabajaba y estudiaba el profesorado de Educación Física”, comentó en una entrevista. A pesar del agotamiento físico y mental, encontró en este sacrificio una fuente de fortaleza que le permitiría enfrentar retos mayores.

El punto más alto de su carrera en "Los Traperos Yupa". llegó en 2023, cuando el club logró el primer campeonato de su historia bajo la dirección de Adrián Tozzi. Barrios celebró junto a sus compañeros no solo el título invicto, sino también la oportunidad de enfrentarse a Huracán en la Copa Argentina. Sin embargo, ese mismo año, su relación con el club llegó a su fin: quedó libre en diciembre, sumergiéndolo en una incertidumbre profesional.

Para mantenerse económicamente, el deportista comenzó a trabajar en una cooperativa de reciclaje. Su jornada arrancaba temprano en la planta del Bajo Flores, donde clasificaba materiales o manejaba maquinaria para compactar cartón y otros desechos. En paralelo, seguía jugando en torneos barriales los fines de semana, aferrándose a la esperanza de que su oportunidad en el fútbol llegaría algún día.

Siempre soñás con que se abra una puerta, pero cuando pasa el tiempo, se complica”, reflexionó. Sin embargo, una llamada inesperada cambiaría el rumbo de su vida y de su familia.

El llamado para ir a jugar a Europa

Cuando Barrios estaba a punto de rendirse en su carrera futbolística, un amigo le habló de una oportunidad en el ascenso italiano. Con muchas dudas y miedos al principio, decidió intentarlo. Envió videos de sus jugadas y partidos, que sirvieron como su currículum deportivo. “No tenía representante, pero mi compañero me ayudó a contactar con alguien en Italia. Fue una locura que decidimos probar”, explicó.

Tras semanas de espera, finalmente llegó la noticia: un club en la Serie D italiana estaba interesado en él. Sin decir nada a su familia ni amigos para evitar falsas expectativas, organizó su viaje. “El viernes avisé a algunos cercanos, y el martes ya estaba en Ezeiza”, relató.

El club que lo acogió fue el Real Torrese, en la provincia de Pescara. Barrios quedó impresionado por las instalaciones y el estilo de juego europeo, aunque también notó diferencias significativas con el fútbol argentino. “Acá se juega más por el piso y la intensidad es distinta. En Argentina somos más temperamentales”, comentó con humor.

A pesar de las dificultades iniciales, Alejo tuvo un impacto inmediato. En sus primeros cuatro partidos marcó tres goles, demostrando su capacidad para adaptarse rápidamente. Sin embargo, su situación contractual y migratoria aún representa un desafío: ocupa un cupo como extranjero y debe gestionar su ciudadanía para prolongar su estadía.

Mientras tanto, el club lo apoya con alojamiento, un sueldo básico y la posibilidad de un trabajo adicional. “Lo que venga lo veo como positivo. Si es algo bueno, bienvenido; y si hay problemas, ya los enfrenté antes”, afirmó con optimismo.

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