29 de octubre 2024 - 14:00

De ser una promesa en la selección juvenil de Estados Unidos a retirarse para ser sacerdote: cómo es la historia de Chase Hilgenbrinck

Chase Hilgenbrinck sorprendió al mundo al abandonar el fútbol profesional a los 26 años, eligiendo el camino espiritual y una vida dedicada a la fe.

Chase Hilgenbrinck, cambió los llamados de atención del árbitro por el llamado de Dios.

Chase Hilgenbrinck, cambió los llamados de atención del árbitro por el llamado de Dios.

Es curioso cómo la vida puede girar diametralmente cuando una persona siente el llamado de Dios, y Chase Hilgenbrinck es prueba viviente de ello. Este exfutbolista estadounidense dejó una prometedora carrera en el fútbol para dedicarse completamente al sacerdocio, una decisión que sorprendió a muchos y marcó su camino de forma única.

A sus 26 años, justo cuando otros futbolistas están en el auge de su carrera, el prometedor deportista colgó los botines para responder a su vocación religiosa. Su historia es una inspiradora mezcla de éxito deportivo y devoción espiritual, que comenzó en las canchas y terminó en el altar.

Chase Hilgenbrinck, 2.jpg
El sacerdote con paso en el fútbol chileno y en la selección sub-17 de EEUU.

El sacerdote con paso en el fútbol chileno y en la selección sub-17 de EEUU.

La carrera de Chase Hilgenbrinck como futbolista

Desde pequeño, el norteamericano mostró un talento natural para el fútbol, creciendo en una familia católica en Quincy, Illinois. Su amor por el deporte lo acompañó durante su infancia y adolescencia, llevándolo a jugar a nivel juvenil en Estados Unidos. Fue parte de la selección sub-17, donde compartió la zaga defensiva con figuras como Oguchi Onyewu, un futuro emblema del fútbol estadounidense.

Este acercamiento al fútbol competitivo lo llevó a destacar también en su vida universitaria, estudiando en la Universidad de Clemson, donde continuó perfeccionando sus habilidades futbolísticas. Sin embargo, su carrera dio un salto cuando conoció a un entrenador chileno que lo invitó a probar suerte en el fútbol de Chile, abriendo una puerta que cambiaría su vida.

En 2005, Huachipato fue el primer equipo profesional en el que jugó, un club donde recibió el apodo de “Gringo” y comenzó a familiarizarse con el fútbol local. Aunque no tuvo muchas oportunidades allí, este primer paso le abrió camino para ser cedido a Naval, un equipo donde consolidó su rol como defensor central.

Luego de una destacada temporada en este club, el equipo Ñublense lo fichó para que formara parte del plantel que buscaba ascender a la Primera División del fútbol chileno. Fue en Chillán donde se ganó el cariño de la hinchada y vivió momentos memorables junto a figuras como Manuel Villalobos y Mauricio Arias, alcanzando finalmente el ascenso y dejando una huella en el equipo.

Su desempeño llamó la atención en su país, y en 2008 tuvo un breve paso por la Major League Soccer (MLS) con el Colorado Rapids y el New England Revolution, experiencias que marcarían su despedida de los campos de juego.

Cómo fue el retiro de Chase Hilgenbrinck

En pleno ascenso de su carrera futbolística, Chase Hilgenbrinck sintió un llamado espiritual que no pudo ignorar. Decidido a dedicar su vida al sacerdocio, tomó la valiente decisión de retirarse del deporte para ingresar a un seminario en la Universidad Mount St. Mary’s, en Emmitsburg. Allí comenzó su preparación para cumplir su nuevo sueño: servir a Dios como sacerdote.

Su vida actual es un reflejo de esa dedicación. Hilgenbrinck, ahora sacerdote en Illinois, se comprometió a ayudar a su comunidad a través de sus labores religiosas, oficiando bautizmos, matrimonios y otras ceremonias, además de mantener su conexión con el fútbol mediante programas deportivos organizados por la Iglesia.

Dejá tu comentario

Te puede interesar