Era el "sucesor de Bochini", jugó en Finlandia y hoy vive una vida de lujo en Estados Unidos: qué fue de la vida de Pedro Massacessi

Fue una gran promesa del fútbol argentino pero su vida dio un giro y ahora es empresario en Estados Unidos.

Pedro Massacessi pasó de vivir bajo la presión de tener que ser el sucesor de Bochini a vivir una vida estable y llena de lujos.

Muchos jugadores logran dejar una huella imborrable en sus equipos, convirtiéndose en ídolos gracias a su talento. Uno de ellos fue Pedro Massacessi, a quien se lo consideraba el sucesor de Bochini. Sin embargo, su carrera terminó con una vida de éxito fuera de las canchas y lejos de su país natal.

Aunque su talento era evidente desde sus primeros años en Independiente, Massacessi terminó jugando en ligas de otros países, y hoy vive en Estados Unidos, donde disfruta de la vida de lujos que mantiene, apoya la política de Trump y agradece la estabilidad del país donde reside.

El exjugador de fútbol, que vive en Estados Unidos, aseguró que durante la presidencia de Trump "el tipo hizo muchísimo por este país en esos cuatro años que estuvo, fue muy bueno"

Cómo fue la carrera de Pedro Massacessi

Pedro nació en Ceres, un pequeño pueblo de Santa Fe. Desde muy joven mostró habilidades para el fútbol, lo que lo llevó a unirse a las inferiores de Independiente, donde rápidamente destacó. En 1985, debutó en el primer equipo, y aunque muchos lo veían como el próximo Bochini, nunca logró consolidarse como titular en el equipo de Avellaneda. “No jugué mucho con él porque cuando el Bocha salía, yo entraba. Fue algo frustrante, pero aprendí mucho de verlo en acción”, recordó.

A pesar de la presión de ser considerado el heredero "del Bocha", Massacessi no logró cumplir con esas altas expectativas, y tras varios años en en El Rojo, fue transferido a Chaco For Ever. Esta experiencia fue dura, ya que implicaba largos viajes en colectivo y dificultades económicas en comparación con la vida en un club grande. Luego, dio un salto a la Universidad de Chile, donde disfrutó de una temporada más estable y recibió el cariño de los aficionados.

El destino siguiente fue México, donde jugó para varios equipos durante siete años, incluyendo Cobras de Ciudad Juárez y Atlante. Fue en tierras mexicanas donde Pedro alcanzó su mayor éxito profesional, convirtiéndose en ídolo y ganando un campeonato con Atlante. Finalmente, decidió cerrar su carrera en Finlandia, donde jugó para el FC Jazz y aprovechó para explorar una cultura distinta en un fútbol menos competitivo.

A los 31 años, el deportista decidió colgar los botines y dar un nuevo rumbo a su vida. “Después de esa experiencia en Finlandia, sentí que era el momento adecuado para retirarme y comenzar a construir otra vida fuera del fútbol”, comentó.

Cómo es la vida de Pedro Massacessi en la actualidad

En la actualidad,, Pedro reside en Florida, Estados Unidos, y logró construir una vida de éxito en el sector inmobiliario. Además, invirtió en lujosos automóviles que son tanto una pasión como una inversión. “Desde chico me gustaron los autos, y hoy puedo darme el lujo de tener algunos de los mejores. Es algo que me llena de satisfacción”, explicó.

Además de su incursión en el mundo de los autos, el ex deportista encontró en el mercado inmobiliario un espacio donde aplicar la disciplina y el enfoque que desarrolló como futbolista. Aprovechó las oportunidades del mercado en crisis de 2012 en Estados Unidos para invertir en propiedades. “Aquí, a diferencia de Argentina, todo es mucho más estable. Puedes invertir con seguridad y obtener ingresos constantes sin los riesgos a los que estamos acostumbrados allá”, detalló.

Para Massacessi, la vida después del fútbol es un aprendizaje constante. Reconoce la importancia de prepararse para la transición al retiro y aconseja a los jóvenes jugadores que piensen a largo plazo. “Dejar el fútbol no es fácil, pero si tienes el apoyo de la familia y un plan, el cambio se hace llevadero. Hoy disfruto de una vida plena y agradezco haber tomado decisiones que me permitieron alcanzar esta estabilidad”, concluyó.