Las tragedias aéreas marcaron diversos deportes a lo largo de la historia, dejando profundas huellas. Uno de los episodios más recordados fue el que ocurrió en Munich, que entristeció al fútbol mundial al enterarse que el equipo del Manchester United sufrió un accidente tras su clasificación a semifinales de la Champions League.
Habían clasificado a semifinales de la Champions League pero lo que debía ser una fiesta se convirtió en una tragedia del futbol europeo
Una tragedia aérea sacudió al fútbol cuando el Manchester United sufrió un accidente en 1958, dejando un legado imborrable en la historia del deporte.
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Lo que debía ser un momento de celebración se transformó en una pesadilla para los jugadores, cuerpo técnico, periodistas y tripulantes del vuelo. El accidente de 1958 dejó como saldo 23 muertos de los 44 pasajeros que volvían a casa con lo que se suponía que era una alegría.
El desastre de Munich, el accidente aéreo que le costó la vida a 23 personas
El 6 de febrero de 1958, el Manchester United acababa de asegurarse un lugar en las semifinales de la Copa de Europa, tras empatar 3-3 contra el Estrella Roja de Belgrado. A pesar de la emoción por el resultado, el regreso a casa del equipo se convirtió en una tragedia. El avión en el que viajaban se estrelló durante una escala en Múnich, provocando la muerte de 23 personas, entre ellas ocho jugadores del equipo.
El equipo de los "Busby Babes", como se les conocía, era dirigido por Matt Busby, quien había ilusionado a todos con el plantel que conformó en esa temporada. Entre sus jugadores más destacados estaba Bobby Charlton, que sobrevivió al accidente y más tarde se convertiría en una leyenda del fútbol. Sin embargo, otros como Duncan Edwards no corrieron con la misma suerte. Edwards luchó por su vida durante 15 días, pero no logró superar las heridas del siniestro.
El accidente se produjo tras varios intentos fallidos de despegue. Finalmente, a las 15:04, el avión se estrelló al no lograr tomar suficiente velocidad debido a una mezcla de factores que incluyeron condiciones climáticas adversas y posibles fallas en la pista. Entre los sobrevivientes estaba el heroico arquero Harry Gregg, quien regresó al avión en llamas para salvar a varios de sus compañeros.
En cuanto a la investigación del accidente, el piloto del avión, James Thain, fue inicialmente señalado como el responsable. Sin embargo, Thain siempre mantuvo su inocencia, afirmando que la verdadera causa había sido la acumulación de barro en la pista, que impidió que el avión alcanzara la velocidad necesaria para despegar. Su lucha por limpiar su nombre duró más de una década, aunque nunca se le permitió volver a trabajar.
En el Old Trafford, el estadio del Manchester United, un reloj detiene sus agujas en las 15:04, la hora exacta del accidente, como un homenaje permanente a las víctimas. También se construyó una estatua en honor a Matt Busby, quien tras sobrevivir al accidente, llevó al club a ganar la Copa de Europa en 1968, un logro que muchos vieron como un tributo a quienes perdieron la vida en 1958.
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