La rompía en Independiente, iba a jugar un mundial, pero su carrera se terminó apagando: qué pasó con Livio Prieto

Hoy forma jugadores y dirige equipos femeninos, lejos del brillo inicial.

Promesa del fútbol argentino, brilló en las juveniles y deslumbró en el Rojo, pero las lesiones cambiaron su destino. Hoy sigue ligado al deporte.

Miles de chicos se destacan en las divisiones inferiores del fútbol nacional, mostrando destellos de grandeza que los proyectan como futuras estrellas. Sin embargo, no todos logran cumplir esos sueños. Lesiones y otras adversidades pueden truncar sus carreras. Este fue el caso de Livio Prieto, una promesa que brilló en Independiente, pero cuya carrera tomó un rumbo inesperado.

Livio tenía todo para triunfar. Su talento lo llevó a la élite del fútbol juvenil y lo colocó bajo la mirada de entrenadores de renombre. Sin embargo, problemas físicos y decisiones apresuradas marcaron su destino, desde su explosión en el fútbol hasta su vida tras el retiro.

Livio Prieto se controvirtió en promesa del fútbol argentino por su despliegue en el campo de juego y su impronta a la hora manejar la pelota

Cómo fue la carrera de Livio Prieto

Livio comenzó a forjar su camino en Bella Vista, un modesto club de Córdoba. Desde sus primeros pasos en el fútbol, mostró un talento que no tardó en captar la atención de José Pekerman, quien lo incluyó en su radar mientras dirigía las selecciones juveniles de Argentina. Fue en ese entorno donde el joven jugador comenzó a soñar en grande, llegando a formar parte del plantel Sub-17 y, más adelante, siendo sparring de la Selección Mayor durante la era de Marcelo Bielsa.

El salto al profesionalismo llegó temprano. Con solo 16 años, debutó en la primera división de Deportivo Español. Poco después, la crisis financiera del club lo llevó a Independiente, donde se integró a la Reserva y rápidamente ascendió al primer equipo. Bajo la dirección de Enzo Trossero y Osvaldo Piazza, Livio comenzó a destacar como un volante talentoso en un plantel lleno de figuras como Gabriel Milito y José Luis Calderón.

La presión era enorme. La hinchada buscaba un sucesor para Ricardo Bochini, y Livio, aunque talentoso, no encajaba completamente en ese perfil. Aun así, dejó momentos inolvidables, como el caño a Sebastián Battaglia en un recordado triunfo contra Boca Juniors. Sin embargo, las lesiones empezaron a ser protagonistas. Una rotura de isquiotibial lo dejó fuera del Mundial Sub-20 de 2001, truncando lo que pudo ser el inicio de una carrera estelar.

Tras su paso por Independiente, Prieto jugó en Grecia, Portugal y Brasil, pero nunca logró establecerse debido a sus problemas físicos. "Fui operado dos veces del tendón de Aquiles, y las recuperaciones eran interminables", confesó alguna vez. Finalmente, cerró su carrera en el fútbol amateur con Camioneros, lejos de los flashes de los grandes escenarios.

Qué hizo Livio Prieto luego de su retiro

Tras colgar los botines, el exdeportista encontró su lugar fuera de las canchas como formador de talentos. Actualmente, dedica su vida a transmitir su experiencia a las nuevas generaciones, tanto en las divisiones inferiores como en el fútbol femenino. "Debo ser realista con ellos y contarles lo que viví como jugador", asegura.

Livio también dirigió el equipo femenino de San Lorenzo, donde trabajó para profesionalizar y potenciar a las jugadoras en un contexto de recursos limitados. "Hay que cambiar el modo de explicar los conceptos porque muchas chicas no tuvieron la formación desde pequeñas", explicó sobre su desafío como técnico.

Hoy, el DT sigue vinculado al fútbol, pero desde un rol distinto, dejando huella como entrenador y mentor. Su historia es un recordatorio de las oportunidades y obstáculos que ofrece este deporte, y del impacto que las experiencias pueden tener en la vida de otros.