2 de diciembre 2024 - 16:30

La rompió en la liga de Estados Unidos, llegó a su selección y dejó todo para ser activista LGBT

Su pasión por el fútbol fue más allá y terminó luchando por la igualdad y la inclusión.

Joanna Lohman es una prueba viviente de que el deporte puede cambiar vidas.

Joanna Lohman es una prueba viviente de que el deporte puede cambiar vidas.

El fútbol es mucho más que un juego; para millones de personas es una herramienta de lucha y cambio social. En Estados Unidos, donde la discriminación y la desigualdad aún son barreras presentes, figuras como Joanna Lohman demuestra que el deporte puede ser el motor para conquistar derechos y desafiar los prejuicios.

Desde las canchas hasta los escenarios internacionales, Lohman no solo brilló como jugadora, sino que también se convirtió en una activista incansable. Su historia combina la pasión por el fútbol con un compromiso genuino por derribar barreras de género y apoyar a la comunidad LGBT.

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Para la ex jugadora de la Selección de fútbol de Estados Unidos, las políticas públicas relacionadas al deporte son importantes para asegurar un firme  progreso.

Para la ex jugadora de la Selección de fútbol de Estados Unidos, las políticas públicas relacionadas al deporte son importantes para asegurar un firme progreso.

Cómo fue la carrera de Joanna Lohman

Joanna nació el 26 de junio de 1982 en Silver Spring, Maryland, en una familia que le inculcó el amor por el deporte desde pequeña. A los nueve años, comenzó a jugar al fútbol en un equipo femenino, destacando rápidamente por su talento y determinación. Gracias a su habilidad, logró una beca en la Universidad de Penn State, donde fue capitana de los Nittany Lions y una de las primeras jugadoras en ser seleccionada cuatro veces para el Primer Equipo All-Big Ten.

Durante su etapa universitaria, la talentosa muchacha no solo brilló en lo deportivo, sino también en lo académico, manteniendo un promedio de 3.98 en sus estudios de negocios. En 2004, fue reconocida como Mujer del Año por la NCAA de Pensilvania, reflejando su excelencia dentro y fuera del campo.

Su carrera profesional comenzó en equipos de la liga estadounidense como el Washington Freedom y el Philadelphia Independence, pero también tuvo experiencias internacionales. Jugó en Japón, España y Chipre, adaptándose a diferentes estilos de juego. En 2012, con la creación de la liga profesional NWSL, regresó a Estados Unidos y encontró su hogar en el Washington Spirit, donde jugó hasta su retiro en 2019. Su impacto fue tal que el club retiró su camiseta número 15 como homenaje.

A nivel internacional, Lohman representó a la Selección de Estados Unidos, participando en campeonatos juveniles y entrenando con el equipo mayor. Aunque su tiempo en la selección principal fue breve, dejó huella en cada equipo que integró, no solo por su habilidad, sino también por su liderazgo.

La vida de Joanna Lohman como activista

Desde el inicio de su carrera, Lohman entendió que su visibilidad como atleta le daba una plataforma única para luchar contra la discriminación. Como una de las primeras futbolistas profesionales abiertamente lesbianas, usó su posición para impulsar la inclusión de la comunidad LGBT en el deporte y más allá.

Quiero ser una voz para quienes sienten que no pueden hablar. Mi misión es usar esta plataforma para avanzar hacia la justicia social”, dijo en varias ocasiones. Estas palabras resumen su compromiso con la igualdad y los derechos humanos.

Después de su retiro, la ex deportista se dedicó a viajar por el mundo como oradora y defensora de causas sociales. Desde campañas para promover la igualdad de género hasta proyectos en comunidades vulnerables, trabajó incansablemente para transformar el deporte en un espacio seguro e inclusivo. Uno de sus programas más destacados fue "Girl Power", una iniciativa en Botsuana que utilizó el fútbol para empoderar a niñas y mujeres.

Lohman también participa activamente en debates sobre la inclusión de personas transgénero en el deporte. Su postura es clara: todas las personas tienen derecho a competir y sentirse parte de un equipo, sin importar su identidad de género. "El propósito del deporte es construir líderes del futuro. Excluir a alguien solo perpetúa el odio y la desigualdad", afirmó.

Su activismo no se detiene en el deporte. Como vicepresidenta de una firma de bienes raíces comerciales, impulsó proyectos para reducir la huella de carbono y crear espacios sostenibles, demostrando que su compromiso con un mundo mejor trasciende las canchas.

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