Perdió todo en la crisis del 2001 y hoy maneja el fútbol femenino en Argentina: la historia de Evelina Cabrera

Dentro de las historias de personalidades influyentes, a veces se pueden encontrar momentos de dificultad y crecimiento en el dolor.

Una historia de resiliencia en el medio del caos que llevó al crecimiento del Fútbol Femenino. 

Argentina es un país que tuvo que atravesar numerosas crisis económicas, que dañaron para siempre el bolsillo de los argentinos y afectaron de sobre manera a los emprendedores y trabajadores independientes o de pequeñas empresas, ya que suelen ser los más afectados cuando las medidas no funcionan.

Si bien esta situación lamentablemente hundió a muchas familias, otras pudieron rearmar el sistema interno y salir adelante con esfuerzo y creatividad. Esa es la historia de Evelina Cabrera, que perdió todo en la Crisis del 2001 pero su resiliencia le permitió avanzar y fundar el organismo que actualmente maneja el fútbol femenino.

Crisis del 2001

En Diciembre de 2001, Argentina se encontraba sumida en una profunda crisis económica marcada por la devaluación del peso, el corralito bancario y la caída del gobierno de Fernando De la Rúa. Una de las medidas más devastadoras, el corralito bancario, fue instaurado el 10 de diciembre de 2001 y limitó severamente la cantidad de dinero que los ciudadanos podían retirar de sus cuentas bancarias, provocando un caos financiero y social. Esta medida buscaba evitar la fuga de capitales, pero terminó profundizando la crisis y desatando un descontento masivo.

Otro punto crucial fue la declaración de default de la deuda externa el 23 de diciembre de 2001. Esta medida, aunque inevitable, llevó a una compleja reestructuración de la deuda que tomó varios años. La moratoria sobre el pago de la deuda permitió al gobierno destinar recursos a la estabilización interna, pero también aisló a Argentina del acceso a los mercados financieros internacionales por un tiempo prolongado.

El 6 de enero de 2002, el gobierno de Eduardo Duhalde abandonó la convertibilidad, que había mantenido el peso atado al dólar estadounidense en una relación de uno a uno. Esta devaluación llevó a un aumento significativo de la inflación y la pobreza, exacerbando aún más la situación económica de muchos argentinos.

El fútbol como herramienta de inclusión

En este contexto fue que creció y se desarrolló la cofundadora de la Asociación de Futbol Femenino de Argentina (AFFAR). Evelina Cabrera nació en Virreyes, San Fernando, el 26 de septiembre de 1986. Inició su carrera como deportista en el Club Atlético Platense, pero un problema de salud la llevó a estudiar la profesión que le permitió trabajar en diversos clubes.

La entrenadora y coach deportivo pasó varios años de su infancia viviendo en la calle y siempre se las ingenió para salir adelante trabajando, ya sea cuidando autos o como tesorera en un restaurante-bar, empleo que la conectó accidentalmente con el fútbol.

Hoy en día, usa el deporte como herramienta para luchar por la igualdad, brindando a las mujeres los recursos necesarios para mejorar su calidad de vida. Cabrera, quien creó el primer equipo de fútbol ciego femenino de Buenos Aires y enseñó a chicas en el penal N°47 de San Martín, ve el fútbol como una excusa para empoderar a muchas mujeres y fomentar la igualdad, sin importar el estatus social.

Fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad por la equidad en el deporte por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y elegida por la BBC como una de las 100 mujeres más influyentes e inspiradoras del mundo en el 2020. En noviembre de 2022 es elegida como Jurado de "El Premio Madanjeet Singh de la UNESCO para la Promoción de la Tolerancia y la No Violencia".