6 de febrero 2025 - 11:26

Qué es el porpoising y por qué perjudica a los pilotos de Fórmula 1

Las nuevas medidas de la FIA generan preocupación en las escuderías. La posibilidad de que reaparezca el porpoising pone a ingenieros y pilotos frente a un desafío que podría afectar tanto la competitividad como la salud de los conductores.

Modificar los autos para evitar el porpoising puede afectar otras áreas del rendimiento, como la capacidad de frenado y el paso en curva.

Modificar los autos para evitar el porpoising puede afectar otras áreas del rendimiento, como la capacidad de frenado y el paso en curva.

Reuters

Entre todos los cambios que trae la nuva temporada de Fórmula 1, comienza la preocupación por el temido fenómeno aerodinamico del porpoising, que ya había causado problemas en el pasado, afectando el desempeño del monoplaza debido a las recientes modificaciones en los alerones impuestas por la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

Los ingenieros temen que esta alteración afecte la estabilidad y la seguridad de los autos, mientras que los pilotos están alarmados por las repercusiones físicas que podría causarles durante las carreras.

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Los cambios en los alerones de la FIA podrían traer de vuelta el efecto rebote, un desafío tanto para ingenieros como para pilotos.

Los cambios en los alerones de la FIA podrían traer de vuelta el efecto rebote, un desafío tanto para ingenieros como para pilotos.

¿Qué es el porpoising?

El porpoising es un fenómeno aerodinámico que se produce cuando el flujo de aire bajo el fondo plano de un auto de Fórmula 1 genera un efecto de rebote a alta velocidad. Este colapso aerodinámico provoca que el vehículo se eleve y caiga repetidamente, como el movimiento de un delfín en el agua.

Este rebote continuo genera una pérdida de control del coche y representa un desafío significativo para los pilotos, quienes deben lidiar con la inestabilidad del auto mientras intentan mantener el rendimiento en las curvas.

El efecto de porpoising se volvió un gran problema durante la temporada 2022, cuando varios equipos enfrentaron dificultades para controlar el comportamiento de sus autos. Los ingenieros no pueden reproducir este fenómeno con exactitud en los túneles de viento o simuladores, lo que hace que encontrar soluciones sea aún más complicado. A pesar de los avances en el diseño y la tecnología, el fenómeno sigue siendo impredecible y difícil de controlar con los sistemas actuales.

Además, tiene un impacto físico en los pilotos. La vibración constante y el esfuerzo para estabilizar el auto pueden generar dolores musculares y articulares, especialmente en la zona cervical y la espalda baja. Lewis Hamilton, por ejemplo, sufrió importantes molestias físicas durante la temporada 2022 debido a este fenómeno. La nueva modificación en los alerones podría desencadenar nuevamente estos efectos, complicando la seguridad y el bienestar de los conductores.

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El porpoising genera dolor físico en los conductores, con secuelas como dolores en la espalda y vértebras cervicales.

El porpoising genera dolor físico en los conductores, con secuelas como dolores en la espalda y vértebras cervicales.

Cómo afecta a los pilotos el porpoising: el caso de Pierre Gasly

El piloto Pierre Gasly fue uno de los más vocales al respecto. En 2022, cuando se encontraba en AlphaTauri, expresó su preocupación por el impacto del porpoising en su salud. "Somos pilotos y siempre queremos el auto más rápido, pero no creo que la FIA deba ponernos en un aprieto en el que tengamos que negociar entre la salud y el rendimiento", comentó Gasly.

La preocupación de los pilotos es clara: el porpoising no solo les genera dolor, sino que pone en riesgo su bienestar a largo plazo, especialmente porque las secuelas de este efecto pueden incluir daños neuronales y dolores musculares persistentes.

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Además de el frances, otros pilotos se sumaron a las protestas por las condiciones de los autos. “No sé si es peligroso, pero no entiendo que al final de cada carrera tengamos a 20 pilotos con dolores en la espalda. Es algo que podemos soportar una o dos carreras, no diez”, advirtió el español, Carlos Sainz.

En varias de las carreras de esa misma temporada, Lewis Hamilton se quejó por este mismo problema ya que Mercedes tardó mucho en descubrir una solución “La carrera más dura y dolorosa de mi vida. No quiero tener este rebote de nuevo en mi auto y haré todo lo posible para evitarlo la próxima vez. Este auto rebota mucho y en más de una vez casi me fui contra el muro, en particular en algunas curvas. Creo que nunca había experimentado algo así como piloto”, declaró el britanico.

Un desafío para los ingenieros

Los ingenieros de Fórmula 1 se encuentran ante un dilema importante. Si bien buscan minimizar el porpoising, las soluciones que pueden adoptar, como el aumento de la rigidez de las suspensiones o el ajuste del fondo plano del auto, pueden tener repercusiones negativas en otras áreas, como la capacidad de frenado y la velocidad en las curvas.

Además, la reaparición del porpoising podría implicar una mayor degradación de los neumáticos, lo que afectaría directamente el rendimiento del auto.

Las modificaciones que la FIA decidió implementar en los alerones generó malestar en algunas escuderías, que sienten que malgastaron el tiempo y recursos en el proceso de diseño para 2025. El efecto rebote, que se había controlado en la temporada anterior, podría regresar con estos cambios, lo que representa un desafío tanto para los ingenieros como para los pilotos. La búsqueda de un equilibrio entre velocidad y seguridad será crucial en esta temporada, pero también una tarea compleja y costosa para las escuderías.

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