28 de septiembre 2024 - 11:01

Un argentino cumplió su sueño y practicó Kung Fu con monjes Shaolin en China

Se trata de Ramiro Fernández, de apenas 19 años de edad. Luego de la exhibición fue entrevistado por un medio chino y contó su devoción por el deporte.

Ramiro Fernández cumplió su sueño de practicar Kung Fu con monjes Shaolin.

Ramiro Fernández cumplió su sueño de practicar Kung Fu con monjes Shaolin.

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Ramiro Fernández nació en la localidad de San Vicente, ubicada a 70kms de la Ciudad de Buenos Aires, hace tan solo 19 años. A pesar de su juventud, ya pudo cumplir su primer sueño y practicó Kung Fu con monjes Shaolin en la ciudad china de Dengfeng, provincia central de Henan.

Ramiro se destacó el año pasado en los Primeros Juegos Latinoamericanos de Kung Fu Shaolin, gracias al vital aporte de su "shifu" (maestro), Sebastián Pérez, como al aporte de su padre, director de la escuela Tigres Shaolin San Vicente, y de su hermano, que es instructor de dicho arte marcial.

La agencia de noticias china, Xinhua, entrevistó al joven, quien durante la charla aseguró que las artes marciales chinas lo abrazaron desde pequeño y supieron transformarse en su pasión. Además, reveló que posee un interés sin igual por la cultura milenaria asiática, hecho que lo llevó a recaudar fondos sin importar cómo, con tal de viajar a China.

"Practico Kung Fu desde que tengo cuatro años, es decir que empecé en 2009. Me motivó a practicarlo el hecho de que mi papá, Darío, hace también Kung Fu, en su caso desde que él tenía nueve años", expresó Fernández.

Embed - Ramiro Fernandez on Instagram: "Totalmente agradecido por la invitación y la oportunidad de conocer a la EMBAJADA ARGENTINA en CHINA antes de mi regreso. Fue un placer poder compartir este momento tan especial con ustedes. Valoro profundamente la cálida recepción y el tiempo que se tomaron para mostrarme su labor y dedicación. Espero que esta sea una de muchas oportunidades para volver a vernos Muchas gracias nuevamente por su hospitalidad y consideración."

El argentino fue invitado a viajar a China gracias a su buena puntuación en la competencia latinoamericana disputada en Buenos Aires en octubre de 2023, con la presencia de más de 415 participantes de 14 países regionales. Además, el torneo fue presenciado por Shi Yongxin, máxima autoridad del templo Shaolin en China, lugar de nacimiento de las artes marciales.

La palabra de Ramiro Fernández

"Estar en China me pareció increíble, muchísimo más de lo que me podía haber imaginado antes de ir y de lo que había visto en las películas y en las redes sociales", contó el joven, ya gregó: "Estar allá, vivir en carne propia su cultura y la calidad de la gente, fue increíble".

"Todas las personas chinas con las que hablé me ayudaron, trataron de hacerse entender o de entendernos para ayudarnos en lo que sea. Eso es lo que más me gustó de China y de las personas", continuó, afirmando que el hecho de no saber el idioma no le impidió generar amistades y anécdotas.

Luego, destacó que pudo "aprender y entrenar en el templo Shaolin con los monjes", quiene le "enseñaron mucho, también lo que va más allá de la parte física y la parte teórica, la respiración y la meditación; el hecho de conocer nuestro cuerpo para un crecimiento personal".

Entre risa celebratorias, relató: "En las exhibiciones que realicé fui premiado con la distinción de actuación excelente , algo que estaba destinado solo a cinco representantes de cada continente", y contó que mantuvo charlas con el abad Shi Yongxin, de quien recibió invitaciones para regresar próximamente al país asiático.

Asimismo, el joven de San Vicente le dio más valor "la experiencia de vivir en el templo por aproximadamente un mes", que a las competencias y los resultados de las mismas. "No sé cómo explicarlo. Fue increíble levantarse todos los días a las 05:00 de la mañana mirando delante de nosotros un paisaje que antes lo veíamos solo por películas", explayó.

"El ambiente era increíble, el lugar, estaba lleno de energía y era hermoso estar allí, donde uno siempre soñó, donde nació el deporte que uno ama", aseveró.

Al contar su rutina, Ramiro relató: "Cada día comenzaba con un trote entre las 06:00 y las 07:00 de la mañana, luego un desayuno y, tras ello, un entrenamiento de 08:30 a 10:30 u 11:00 para después continuar con un almuerzo a las 12:00 del mediodía. Volvíamos al entrenamiento, ahora de 15:00 a 17:00, tras ello la cena y por último tuvimos el entrenamiento nocturno de 19:00 a 21:00".

Finalmente, confesó cómo hizo para costear los gastos vinculados al viaje. Fernández, hincha de Racing Club, y sus allegados, se las ingeniaron a lo largo de varios meses con distintas actividades, entre las que destaca la venta de comida (como pizzas y empanadas), entre otras. A la par, omerciantes de su localidad lo ayudaron tanto como familiares, amigos y vecinos.

Incluso, su padre llegó a vender el auto para poder concretar la travesía y cumplirle el sueño a su hijo, quien afirmó: "Me gustaría volver. Si se puede lograr, sería algo hermoso".

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