Economía 2025: el crédito emerge como el principal motor de la reactivación, ¿qué rol tendrá el consumo?

Mientras los primeros datos de diciembre indican que la heterogeneidad sectorial se mantuvo, para este año las perspectivas son más alentadoras. Será clave que se sostenga la desaceleración de la inflación.

La industria manufacturera es uno de los sectores que buscará superar en 2025 el muy magro 2024.

La industria manufacturera es uno de los sectores que buscará superar en 2025 el muy magro 2024.

La economía volvió a mostrar en diciembre una dinámica ambigua y heterogénea entre sectores. De cara a 2025, las perspectivas son más alentadoras para las actividades que estuvieron rezagadas el año pasado, de la mano del crédito y la baja de la inflación, que podrían compensar el efecto de salarios, creciendo al ritmo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo cual les impediría recuperar las fuertes pérdidas del último tiempo.

Dentro de la industria manufacturera, en diciembre se destacaron mejoras mensuales en los patentamientos de vehículos, aunque en materia de producción se observó una variación negativa del 7%, según estimaciones desestacionalizadas de la consultora EcoGo. La entidad también reflejó que, respecto del sector de la construcción, los despachos de cemento aumentaron 4,3%, aunque el Índice Construya, que mide la evolución de las cantidades vendidas por las principales fabricantes de insumos para el rubro, mostró una variación negativa del 1,2%.

En términos interanuales se vislumbra el primer mes con una tendencia general al alza, lo cual tiene lógica por la baja base de comparación, ya que en diciembre de 2023 la devaluación implementada por el Gobierno de Javier Milei generó un profundo derrumbe en la mayoría de los sectores de la economía. La excepción fueron los datos vinculados a la construcción, ya que tanto los despachos de cemento como el Índice de Construya cayeron.

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“Según el último Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC, en octubre la economía ya se ubicaba por encima de los niveles previos al traspaso de mando; mientras que los indicadores sectoriales y las estimaciones privadas sugieren que la recuperación se extendió en el último bimestre del año. En este marco, esperamos que el PBI cierre el 2024 con una caída del 2,2% y crezca 4,5% este año, con la actividad alcanzando el pico cíclico del 2017”, señalaron desde la sociedad de bolsa Facimex.

Vale remarcar, no obstante, que todavía se observa una importante heterogeneidad sectorial. A modo de ejemplo, los últimos datos del INDEC arrojaron que la producción industrial se incrementó 0,4% en noviembre, pero siguió sin recuperar lo perdido durante el Gobierno de Javier Milei y acumuló 18 caídas interanuales al hilo.

Las principales contracciones anuales estuvieron en su gran mayoría vinculadas a la poca tracción generada por la construcción. Tales fueron los casos de Productos minerales no metálicos (que incluye artículos como la arena o la arcilla, que sufrieron un fuerte derrumbe), Productos de caucho y plástico o Productos de metal. En efecto, la construcción se encamina a cerrar 2024 con un deterioro acumulado superior al 20%, por lo cual encabezaría la tabla de sectores afectados por la política económica del primer año libertario.

"La caída y la recuperación muestran patrones sectoriales heterogéneos. En términos generales se observa una tendencia a la primarización de la economía, fruto de la resiliencia que mostró el sector agropecuario a partir de la recuperación de la sequía y el dinamismo del sector hidrocarburífero. Por su parte, los sectores ligados al mercado interno fueron afectados tanto por el ajuste fiscal (construcción) como por la caída del consumo y la apertura comercial (industria no intensiva en recursos naturales y servicios)", profundizó la consultora C-P en un informe.

El crédito y la desaceleración de la inflación avizoran un mejor panorama para 2025

De cara al 2025 las expectativas son más optimistas. En la construcción la esperanza está depositada en la performance que puede tener la obra privada gracias al dinamismo que están mostrando distintas líneas de crédito, como las de los hipotecarios. De acuerdo con un reciente informe de First Capital Group, el año pasado los hipotecarios mostraron un crecimiento nominal del 200%, muy superior al 120% de inflación estimada para el mismo período. "A diferencia del resto de las líneas, este segmento no deja de crecer nominalmente mes tras mes, demostrando el gran interés que ha despertado entre el público demandante¨, sostuvo Guillermo Barbero, socio de la entidad.

En la misma línea, indicadores vinculados al crédito y al consumo también mostraron signos positivos en diciembre. Mientras los préstamos al consumo avanzaron 5% respecto de noviembre, las ventas minoristas de las pymes treparon 4% mensual.

"Es probable que la economía continúe con la recuperación teniendo en cuenta que el crédito en pesos continúa expandiéndose fuertemente (en diciembre creció 6,4% real sin estacionalidad según nuestros cálculos y lleva nueve meses seguidos al alza), todo esto en un marco donde se continúa coordinado la apreciación del peso y los dólares provenientes del blanqueo se recirculan en la economía a través del aumento del crédito en dólares y la emisión de ONs por parte de empresas, lo cual significa combustible para sectores rezagados como la industria", sostuvo en diálogo con Ámbito Alan Versalli, economista de EcoGo. Respecto de la construcción el analista fue más cauto debido a que, como contrapartida del mayor crédito, el sector atraviesa un encarecimiento de los costos en dólares.

El rol de los salarios y el consumo en el proceso de reactivación económica

La reactivación está influenciada en gran parte por la desaceleración de la inflación, favorable para un normal desarrollo del mercado de créditos y para la recomposición de los salarios reales. Respecto de esto último, el Gobierno está buscando mostrar como logro la mejora del poder adquisitivo, a la vez que los aumentos de sueldos se reducen mes a mes, en línea con el objetivo primordial de acotar la tasa de inflación mensual y achicar la nominalidad de toda la economía.

Según un índice elaborado por C-P, en función de los ajustes salariales otorgados por los principales Convenios Colectivos de Trabajo, mientras en octubre los incrementos superaron por casi un punto a las subas de precios (3,6% vs 2,7%), en los dos meses posteriores las variaciones fueron muy similares (2,8% vs 2,4% en noviembre y 2,6% contra una estimación casi idéntica para el Índice de Precios al Consumidor de diciembre).

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En ese marco, todavía no está muy claro que 2025 sea un año prominente para los ingresos de los trabajadores argentinos. Teniendo en cuenta que el punto de partida de los mismos fue el más bajo en casi 20 años, esto podría significar una traba para el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) durante el año que acaba de comenzar.

"Los ingresos parten de una base baja en 2025 y el Gobierno tratará de convalidar su escenario presupuestado de inflación al 18%. El consumo no será el caballo que tirará del carro. Por eso será importante que los componentes dinámicos sean la inversión (que crecerá fuertemente luego de la liquidación de stocks de 2024) y las exportaciones", advirtió al respecto Versalli.

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