Actividad económica: ante "mayor incertidumbre" advierten por una desaceleración en marzo

En un informe, la consultora LCG señala un sendero de recuperación “más débil y errático”. El consumo en marzo siguió son indicadores a la baja.

Actividad económica: hay proyecciones de un sendero de crecimiento débil y algo más errático para los próximos meses.

Actividad económica: hay proyecciones de un sendero de crecimiento débil y algo más errático para los próximos meses.

La actividad económica, según el INDEC, subió en febrero 5,7% interanual y 0,8% respecto de enero. Hay analistas que celebran el dato positivo y aseguran que la economía encara un proceso de recuperación. Sin embargo, según una consultora privada, los datos correspondientes a marzo resultan menos alentadores.

Según la consultora LCG, cuyo director ejecutivo es Javier Okseniuk, la actividad económica puede haber sufrido cierta desaceleración el mes pasado, posiblemente afectada por un escenario de “mayor incertidumbre” a partir de expectativas crecientes sobre una modificación del régimen cambiario, que se confirmaron con la liberación de las restricciones a mediados de abril.

Concretamente, explica el último informe de LCG, en marzo se registró una caída en la recaudación asociada a impuestos internos como IVA y Créditos y Débitos; y las importaciones de bienes de consumo retrocedieron un 9,3% en términos desestacionalizados, interrumpiendo una racha de tres meses consecutivos de subas.

A su vez, la confianza del consumidor mostró una baja significativa (la más pronunciada desde septiembre 2024); las ventas de bienes durables profundizaron su caída; y los indicadores vinculados a la producción industrial tampoco mostraron señales positivas.

Con la información disponible al momento, la consultora concluye que se espera un freno de la actividad en marzo “con cierto arrastre a abril”. “Para adelante, proyectamos un sendero de crecimiento débil y algo más errático, sujeto al impacto del reacomodamiento de precios relativos pendiente, y concentrado en pocos sectores”, advierte LCG.

Para todo el año 2025, estima un crecimiento en torno al 5%, apalancado en un arrastre de 3,6 puntos porcentuales. Punta a punta, proyectan un crecimiento del 3% anual.

En marzo cayó el consumo de alimentos básicos

Por su parte, la recuperación del consumo masivo todavía no exhibe resultados positivos a nivel interanual. Según la consultora Nielsen IQ, el consumo registró en marzo una leve caída del 0,3% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que refleja “señales de moderación en las decisiones de compra de los hogares”.

La contracción se explicó fundamentalmente por la baja en el canal de bebidas, que retrocedió 2,7% en la comparación interanual. Dentro del segmento, se destacó la caída del 10% en las ventas de bebidas alcohólicas, mientras que las bebidas no alcohólicas mostraron una leve mejora de 0,5%, lo que atenuó en parte la tendencia negativa del conjunto.

En contraste, el rubro de alimentos presentó un desempeño apenas positivo, con una variación de +0,5% respecto de marzo de 2024. El crecimiento fue impulsado principalmente por los alimentos no básicos, que subieron 1,9%, y las golosinas, con un alza de 2,2%. Sin embargo, la categoría de alimentos básicos mostró una caída del 4,5%.

Entre los segmentos que lograron un mejor desempeño, se ubicó el de cuidado personal y limpieza, con una suba de 4,1%. Dentro del rubro, la cosmética y el tocador registraron un avance del 3,8%, al tiempo que los productos de limpieza para el hogar y la ropa aumentaron 4,9%.

Más industriales rechazan la importación de maquinaria usada

Tras la facilitación de importación de bienes usados, ADIMRA, cámara representante del sector metalúrgico, se pronunció en contra con especial preocupación por esta medida.

A las críticas se suma la Fundación Pro Tejer, que expresó su “firme respaldo” a la industria local de maquinaria y equipos, “frente a las consecuencias que implicarán los recientes cambios en el Régimen de Importación de Bienes Usados, tanto para los consumidores como para el entramado productivo nacional.”

La medida, oficializada mediante el Decreto 273/2025, elimina la obligatoriedad de presentar el Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) y reduce significativamente los controles técnicos y de seguridad requeridos para el ingreso de maquinaria usada al país.

Esta decisión habilita una competencia desleal para la industria nacional, que produce bajo estándares técnicos, cumplimiento de normativas laborales y una alta carga tributaria, mientras que la maquinaria importada usada podrá ingresar sin control de trazabilidad ni exigencias mínimas de seguridad”, alerta Fundación Pro Tejer.

Asimismo, la entidad asegura que va a contramano del proceso de modernización tecnológica que requiere la industria argentina para ser competitiva a nivel global, “dejando al país expuesto a la incorporación de tecnología obsoleta o de descarte proveniente de otros orígenes”.

“Esta medida debería ser revisada y reemplazada por una política que impulse una industria moderna, sostenible y competitiva, que cuide las capacidades productivas construidas a lo largo de décadas y el empleo industrial como motor del desarrollo”, concluye el comunicado.

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