26 de septiembre 2024 - 00:00

Alerta dólar importador: por qué podría comenzar en 2025 en mínimos de 20 años

El tipo de cambio parece ir camino a una profundización en su atraso frente a la inflación. El mercado mira a las reservas como variable clave de acá a fin de año.

El dólar profundiza su atraso frente a la inflación.

El dólar profundiza su atraso frente a la inflación.

Como consecuencia del estancamiento que parece mostrar la tasa de inflación mensual y la insistencia del Gobierno en sostener el ritmo del "crawling peg", el dólar importador podría comenzar 2025 en su nivel más bajo en 20 años. Asimismo, si el equipo económico de Javier Milei no consigue financiamiento en moneda extranjera, las reservas netas podrían retornar a los niveles mínimos de la gestión de Alberto Fernández.

A través de un informe, la consultora 1816 pronosticó que, si la inflación mensual del último cuatrimestre promedia el 3,5% y el Banco Central (BCRA) sostiene el ritmo de ajuste del dólar oficial cercano al 2%, "el tipo de cambio importador será en términos reales el más bajo en 20 años, con excepción de los dos grandes atrasos cambiarios de esta década", que se vieron sobre el final del mandato de Cristina Fernández en 2015 y en el epílogo del gobierno del Frente de Todos en 2023. Esto se daría, además, por la eliminación del impuesto PAIS.

Tipo de cambio importador 1816

La inflación y el dólar no convergen

El INDEC informó que en agosto el Índice de Precios al Consumidor (IPC) trepó 4,2%, por encima de la cifra registrada en el mes previo. La mayoría de los economistas no avizora que se retome el sendero de desaceleración inflacionaria para lo que queda del año, teniendo en cuenta fundamentalmente la presión que vienen ejerciendo los precios en la división de servicios, muchos de ellos regulados como las tarifas de servicios públicos, las prepagas o el transporte público.

En paralelo, el Gobierno no da señales de querer aplicar una devaluación que se ajuste a los niveles de inflación y asegura que el tipo de cambio vigente no está atrasado. Sin embargo, los números parecen indicar lo contrario: según la serie del Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) del BCRA, el valor real del dólar en lo que va de septiembre es el segundo más bajo desde mediados de 2017, solo superado por el de noviembre del año pasado.

En términos concretos, esto implica un encarecimiento de la Argentina en dólares, lo cual afecta varios componentes del balance cambiario de la autoridad monetaria, como aquellos vinculados al turismo. Asimismo, como la apreciación cambiaria no se sustenta en un exceso de oferta de dólares, sino que se sostiene fundamentalmente por el cepo, un TCRM aun inferior al actual podría alimentar las expectativas de devaluación, reflejadas en una mayor brecha cambiaria.

Andrés Salinas, economista y docente en la Universidad de La Matanza, remarcó en diálogo con Ámbito que "el mercado ve como poco probable la convergencia entre la tasa de inflación y el 'crawling peg' este año dado el arrastre estadístico latente y las correcciones de precios relativos que aún quedan por hacer", y pronosticó que "el escenario de una corrección en el primer y hasta segundo trimestre del 2025 parecería ser el más probable".

El "crawling peg" no se negocia

A este combo se le suma la eliminación del impuesto PAIS que, según el proyecto de ley de Presupuesto 2025, se hará efectiva el 1° de enero del año que viene. Cabe recordar que en septiembre ya se redujo la alícuota de dicho tributo en 10 puntos porcentuales.

Recientemente, algunos análisis de economistas citados por este medio sugirieron que el Gobierno podría aprovechar la reducción en el impuesto PAIS, que baja el tipo de cambio importador, para desarmar el blend (lo cual favorecería las reservas) y ajustar levemente al alza el dólar oficial (para compensar la caída en el tipo de cambio exportador que generaría el blend). No obstante, desde el oficialismo parecen estar lejos de tomar un camino similar.

Salinas veía "posible una suba del tipo de cambio oficial a la par de la baja del impuesto" ya que "si bien esto iba a traer un impacto inflacionario, el mismo no iba a ser significante dado que ambos efectos se compensan por lo cual el impacto iba a venir por el lado de los bienes transables que no tributaban ese impuesto (una minoría)".

"Que el Gobierno haya dejado pasar esa ventana nos da la pauta de que la velocidad del 'crawling peg' no se negocia y es la deseada", acotó.

Reservas en riesgo: ¿podrá el financiamiento externo salvar al Gobierno?

En este marco, 1816 proyecta un sombrío panorama para las reservas netas, teniendo en cuenta los vencimientos de deuda que se aproximan y que no se estima un gran ingreso de dólares por exportaciones para lo que resta de 204. "Salvo que se consiga financiamiento en dólares, este statu quo cambiario llevaría a las reservas de nuevo a los mínimos de la era Alberto Fernández en los primeros meses de 2025", advirtió.

La consultora aclaró que el blanqueo podría ayudar al Central a engrosar las reservas, aunque todavía esto no se está observando ya que por el momento los bancos están dejando los nuevos dólares en las sucursales en lugar de depositarlos como encajes. Una posible explicación, de acuerdo con lo desarrollado en el informe de referencia, tiene que ver con esperar a saber qué porcentaje del efectivo blanqueado seguirá en "argendólares" a partir de noviembre, ya que el Gobierno permitirá a partir del 1° de ese mes sacar sus dólares del sistema bancario a quienes depositaron hasta u$s100.000.

"Si al menos parte de los argendólares termina siendo prestado a empresas (que deben liquidar las divisas en el mercado de cambios oficial), el blanqueo puede terminar teniendo impacto positivo sobre las reservas netas", se sostuvo en el informe de 1816.

Por su parte, Salinas señaló que el nivel de reservas de fin de año será clave para evaluar la posibilidad de un ajuste en el precio del dólar mayorista una vez que se elimine el impuesto PAIS. En ese sentido, remarcó que "existen varias oportunidades a concretar en cuanto a la acumulación de reservas, llámese deuda nueva con bancos internacionales (u$s3.000 millones aproximadamente), plata fresca del FMI (u$s5.700 millones) o un mayor ingreso por el lado de las exportaciones a razón de una mejora en los precios (algunas consultoras proyectan un aporte adicional de u$s5.000millones)".

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