Más de 100 países incluidos como China, India, Brasil y Sudáfrica (del club de los BRICS) y también la Argentina enfrentan graves obstáculos que podrían entorpecer sus esfuerzos por convertirse en naciones de ingreso alto en las próximas décadas. El Banco Mundial (BM) lo explica como la “trampa del ingreso medio” y ha desarrollado la primera hoja de ruta integral, para que los países en desarrollo puedan escapar de ella, ofreciendo un modelo estratégico adaptado al siglo XXI para un crecimiento de alta calidad.
Argentina atrapada en la trampa del ingreso medio
Sin duda la agenda Trump embestirá contra varias estrategias y políticas de crecimiento a nivel mundial, donde los países que intentan escalar en el nivel de desarrollo tendrán un serio obstáculo. La hoja de ruta para vencer los obstáculos que frenan el desarrollo económico.
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En los países relevados viven 6.000 millones de personas, es decir, el 75% de la población mundial. Vale recordar que según los criterios del BM, un país es considerado de Ingreso Bajo cuando su PBI per cápita es inferior a los u$s1.135; de Ingreso Medio Bajo entre u$s1.136 y u$s4.465; de Ingreso Medio Alto entre u$s4.466 y u$s13.845 -que es el caso de Argentina- y cuando supera los u$s13.845 es considerado de Ingreso Alto.
El BM recuerda que desde 1970 el ingreso per cápita medio en los países de ingresos medios nunca ha superado el 10% del nivel de Estados Unidos, y sentencia que “los crecientes desafíos geopolíticos, demográficos y ambientales harán más difícil lograr un crecimiento económico más rápido en los próximos años”.
Por ende, para convertirse en economías avanzadas en medio de estos vientos contrarios, los países de ingresos medios tendrán que hacer milagros, afirman los expertos del organismo financiero internacional. Hoy, quizás, a sabiendas del advenimiento de un nuevo mandato de Donald Trump, en lugar de milagro emplearían otro sustantivo, más inquietante.
Lo cierto es que desde los ‘90, muchos países lograron salir de los niveles de bajos ingresos y erradicar la pobreza extrema, lo que dio lugar a la percepción general de que las últimas tres décadas han sido excelentes para el desarrollo, sin embargo, sus expectativas han sido abismalmente bajas: vestigios de un período en el que más de dos tercios del mundo vivían con menos de un dólar al día, señalan desde el BM.
Salarios: cuáles son los países de ingresos medios
En la actualidad, 108 países están clasificados como de ingresos medios. La ambición de muchos de ellos es alcanzar la categoría de países de ingresos altos en las próximas dos o tres décadas.
Sin embargo, si se los compara con esa meta, su historial es desalentador: desde los ‘90, sólo 34 economías de ingresos medios han alcanzado esa categoría, en conjunto, representan menos de 250 millones de personas (la población de Pakistán) y más de un tercio de ellas se beneficiaron con la incorporación a la Unión Europea o con el descubrimiento de petróleo. Y desde 1970, el ingreso per cápita medio de los países de ingresos medios nunca ha superado el 10% del nivel de Estados Unidos.
En un interesantísimo informe titulado “The Middle Income Trap” (traducido como "La trampa del ingreso medio"), el BM sostiene que para escapar de la “trampa del ingreso medio” los países necesitan atravesar no una, sino dos transiciones.
En pocas palabras, la hoja de ruta se resume en dos partes. La primera es pasar de una estrategia “1 i” para acelerar la inversión a una estrategia “2 i” que enfatice tanto la inversión como la infusión, en la que un país trae tecnologías del exterior y las difunde a nivel nacional. Una vez que un país ha tenido éxito, puede pasar a una estrategia “3 i”, en la que agrega innovación a la combinación de inversión e infusión.
El estudio cobra interés, sobre todo, ahora que emerge el Trump 2.0 ya que su aparente agenda será un gran obstáculo para la receta del BM.
Ocurre que estos 108 países de ingresos medios, generan más del 40% del PBI mundial y más del 60% de las emisiones de carbono, y enfrentan desafíos mucho mayores que sus predecesores para escapar de la trampa del ingreso mediano: poblaciones que envejecen rápidamente, mayor proteccionismo en las economías avanzadas y la necesidad de acelerar la transición energética. O sea, música para los oídos del Trump 2.0.
La estrategia para salir de la trampa del ingreso medio
De modo que, “en vista del aumento de la deuda y el envejecimiento poblacional, el creciente proteccionismo y las mayores presiones para acelerar la transición energética, los países de ingresos medios enfrentan hoy cada vez más trabas”.
Al respecto, Indermit Gill, economista jefe y vicepresidente senior de Economía del Desarrollo del BM señaló que la batalla por la prosperidad económica mundial se ganará o perderá en gran medida en los países de ingreso mediano, pero demasiados de estos países recurren a estrategias anticuadas para convertirse en economías avanzadas, y se apoyan únicamente en la inversión durante demasiado tiempo o se orientan prematuramente a la innovación.
“Se necesita un nuevo enfoque: primero, centrarse en la inversión; luego, hacer hincapié en la incorporación de nuevas tecnologías del exterior, y, por último, adoptar una estrategia de tres pilares que equilibre la inversión, la incorporación y la innovación. Con las crecientes presiones demográficas, ecológicas y geopolíticas, no hay lugar para el error” explica.
La estrategia “3i” para que los países alcancen la categoría de ingreso alto tiene en cuenta la etapa de desarrollo en que se encuentren, por lo que todos los países deben adoptar una combinación de políticas escalonada y progresivamente más sofisticada. Los países de ingreso bajo pueden concentrarse únicamente en políticas destinadas a incrementar la inversión: la fase 1i.
Pero una vez que alcanzan la categoría de país de ingreso mediano bajo, deben cambiar de rumbo y ampliar la combinación de políticas con la fase 2i: inversión e incorporación, que consiste en adoptar tecnologías del exterior y promover su uso en toda la economía. Una vez alcanzado el nivel de ingreso mediano alto, deben volver a cambiar de rumbo para pasar a la fase3i: inversión, incorporación e innovación. Durante la fase de innovación, ya no se limitan a tomar prestadas ideas de las fronteras tecnológicas mundiales, sino que expanden la frontera.
Somik Lall, director del equipo que elaboró el estudio explicó que el camino por delante no va a ser fácil, pero es posible que los países avancen incluso en las difíciles condiciones actuales, y el éxito dependerá de la eficacia con que las sociedades equilibren las fuerzas de creación, preservación y destrucción. “Aquellos que traten de ahorrarles a los ciudadanos las molestias asociadas con las reformas y la apertura perderán los beneficios del crecimiento sostenido”.
Por ejemplo, según el informe, Corea del Sur es un ejemplo destacado en las tres fases de la estrategia 3i: en 1960, su ingreso per cápita era de apenas u$s1.200, a finales de 2023, esa cifra había ascendido a u$s33.000.
Corea del Sur comenzó con una combinación de políticas sencillas para aumentar la inversión pública y fomentar la inversión privada. Durante la década de 1970, esa estrategia se transformó en una política industrial que incentivó a las empresas nacionales a adoptar tecnología extranjera y métodos de producción más sofisticados.
Las empresas coreanas respondieron. Samsung, que antes había fabricado fideos, comenzó a fabricar televisores para los mercados nacionales y regionales. Para ello, obtuvo licencias de tecnologías de empresas japonesas (Sanyo y NEC). El éxito de esta empresa impulsó la demanda de ingenieros, gerentes y otros profesionales calificados. El Gobierno surcoreano hizo su parte.
El Ministerio de Educación fijó objetivos -y aumentó los presupuestos- para que las universidades públicas ayudaran a desarrollar los nuevos conjuntos de habilidades que demandaban las empresas nacionales. “Hoy en día, Samsung es un innovador global por derecho propio, uno de los dos fabricantes de teléfonos inteligentes más grandes del mundo”.
Otros países, como Polonia y Chile, siguieron un camino similar: Polonia se concentró en aumentar la productividad con tecnologías extraídas de Europa occidental mientras que Chile alentó la incorporación de tecnología de otros países y la utilizó para impulsar la innovación interna, siendo uno de sus mayores logros fue adaptar las tecnologías de cultivo de salmón noruegas a las condiciones locales y convertirse en uno de los principales exportadores de salmón.
“El puñado de países que han logrado una rápida transición de la categoría de países de ingresos medios a países de ingresos altos han fomentado la iniciativa empresarial disciplinando a los poderosos, han desarrollado el talento recompensando el mérito y han aprovechado las crisis para modificar políticas e instituciones que ya no son adecuadas para los fines para los que fueron concebidas. Los países de ingresos medios de hoy tendrán que hacer lo mismo: disciplinar a los actores dominantes, recompensar las actividades que se basan en el mérito, y aprovechar las crisis”, sentencia el estudio.
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