Los argentinos tuvieron que atravesar numerosas crisis económicas a lo largo de su historia. Errores de manejo, planes con resultados devastadores, como el Corralito, y problemáticas internacionales llevaron a un ambiente hostil para invertir en un negocio propio y mantenerse estable para proyectar a futuro.
Casi pierde todos sus ahorros en el Corralito, pero supo burlarlo y ahora tiene una empresa de turismo fotográfico: la historia de Fernando Skliarevsky
Pasó de ser periodista y fotógrafo freelance a tener una empresa de turismo patagónico tras sortear al Corralito y la Crisis del 2001.
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Sin embargo, hubieron casos de trabajadores que supieron sortear los obstáculos económicos que se presentaban mes a mes, e invirtieron en los rubros correctos en el momento correcto, renaciendo de la necesidad. Esa es la historia de Fernando Skliarevsky, que casi pierde sus ahorros en la crisis del 2001 y ahora tiene una empresa de turismo nacional muy exitosa.
Contexto histórico del 2001
La crisis económica argentina de 2001 fue el resultado de una serie de factores económicos y políticos que se acumularon a lo largo de los años. A finales de la década de 1990, Argentina enfrentó una recesión profunda que se agravó con el aumento de los pagos de intereses sobre la deuda externa y la pérdida de competitividad. En el gobierno de Carlos Menem se adoptó la Ley de Convertibilidad, que igualaba el valor de la moneda argentina con el dólar, y era conocida como el "uno a uno".
La situación se volvió crítica en 2001, cuando el gobierno decidió abandonar el régimen de cambio fijo con el dólar estadounidense, lo que llevó a una devaluación del peso argentino y a una hiperinflación. Esto provocó una crisis social y económica generalizada, con protestas masivas y la renuncia de dos presidentes en un corto período de tiempo. La crisis culminó en diciembre de 2001, cuando Argentina declaró el mayor default de deuda en la historia internacional. La situación dejó a millones de argentinos en la pobreza y tuvo un impacto duradero en la economía y la sociedad del país.
Qué fue el Corralito
El corralito fue una medida económica implementada por el gobierno argentino en diciembre de 2001, durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Esta consistía en la restricción del retiro de depósitos bancarios, limitando la cantidad de dinero que los ciudadanos podían retirar de sus cuentas corrientes, cajas de ahorro y plazos fijos. El decreto fue firmado el 1 de diciembre de 2001 y entró en vigencia dos días después. El máximo posible para sacar al comienzo de la medida eran 250 dólares diarios. Esto no era suficiente para cubrir las necesidades básicas de la mayoría de la población.
El objetivo principal del corralito era frenar la fuga de capitales y proteger el sistema financiero del colapso total. La medida causó una gran indignación y descontento entre la población, ya que muchos argentinos no pudieron acceder a sus ahorros en un momento de crisis económica severa. Muchos argentinos se encontraron imposibilitados de acceder a sus fondos, lo que exacerbó la pobreza y la desigualdad.
Además, la prohibición de transferencias de dinero al exterior y la limitación de retiros en efectivo paralizaron gran parte de la economía informal, que dependía de estos movimientos financieros. Esto llevó a una serie de protestas masivas y disturbios sociales que culminaron con la renuncia de De la Rúa el 20 de diciembre de 2001
La estrategia del periodista Fernando Skliarevsky
Fernando trabajaba en la revista de turismo "Tiempo de Aventura" hasta que esta cerró por culpa del Corralito. Sin más opciones, se lanzó como freelance, haciendo notas y fotografías para distintos medios. Al no recibir el pago por un trabajo, regresó a su Mar del Plata natal con lo poco que pudo recuperar. Fue entonces cuando vio una oportunidad en un camión en venta: invertiría en safaris fotográficos para evitar que su dinero se devaluara debido a la crisis del 2001.
Este momento marcó un punto de inflexión en su vida. A sus 59 años, Fernando recuerda claramente cómo esta decisión lo llevó a Las Grutas, un balneario en la provincia de Río Negro. Allí fundó "Desert Tracks", una empresa dedicada a ofrecer excursiones. La compra del camión no solo le permitió aprovechar su dinero de manera inteligente, sino también cambiar el rumbo de su carrera y su vida, lejos del mar que lo vio nacer.
La amistad jugó un papel crucial en su éxito. Durante sus años de periodista, Fernando hizo amigos valiosos y contactos importantes. Uno de ellos fue Sergio 'Flecha' Pérez, un camarógrafo patagónico que lo convenció de llevar el camión a Las Grutas. Desde entonces, las aventuras y excursiones que ofrece su empresa no pararon, consolidándose como una referencia en la región.
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