18 de octubre 2024 - 08:01

China registró su peor dato de crecimiento en más de un año y refuerza su plan de estímulo

El gigante asiático creció 4,6% interanual en el tercer trimestre, su crecimiento trimestral más débil en un año y medio. Es por el impacto de la crisis inmobiliaria. Se espera el efecto del plan de reactivación.

Uno de los principales problemas que arrastra China es la crisis de su sector inmobiliario, que fue un motor económico y ahora acumula una deuda masiva.
Uno de los principales problemas que arrastra China es la crisis de su sector inmobiliario, que fue un motor económico y ahora acumula una deuda masiva.
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China publicó este viernes su crecimiento trimestral más débil en un año y medio, a pesar de la salva de medidas implementadas para impulsar el consumo y el sector inmobiliario.

El producto interno bruto (PIB) del gigante asiático creció un 4,6% interanual en el tercer trimestre, indicó la Oficina Nacional de Estadística (ONE) en un comunicado, en el cual atribuyó la desaceleración a un "entorno externo complicado y difícil (...), así como a los nuevos problemas de desarrollo económico interno".

Esta cifra supera ligeramente las expectativas de los expertos interrogados por la AFP, que auguraban en promedio un crecimiento del 4,5%.

Sin embargo, es inferior al +4,7% del periodo abril-junio y, sobre todo, representa el crecimiento más débil desde principios de 2023, cuando China empezaba a relajar sus estrictas medidas contra el covid-19.

En cambio, las ventas al por menor, el principal indicador del consumo de los hogares, repuntaron en septiembre en tasa interanual (+3,2%), tras el +2,1% de agosto, lo que representa una señal alentadora.

Asimismo, el desempleo urbano bajó en septiembre a 5,1%, en comparación al 5,3% de agosto.

Estas cifras lanzan un rayo de esperanza tras una serie de datos decepcionantes en materia de inflación, inversión y comercio.

Frente a la desaceleración económica, las autoridades han anunciado en las últimas semanas una serie de medidas para estimular la actividad.

El gobierno chino aspira a crecer el 5% este año, un número que cualquier país occidental envidiaría, pero que está muy lejos de la expansión de dos dígitos que durante años sostuvo la economía china.

Las disposiciones inicialmente anunciadas provocaron euforia en los mercados, pero el optimismo declinó ante la falta de cifras específicas del monto que invertirá el gobierno en el estímulo.

Uno de los principales problemas que arrastra China es la crisis de su sector inmobiliario, que fue un motor económico y ahora acumula una deuda masiva.

Pekín está "tratando de convencer con más ruido que otra cosa sobre la estabilización del mercado inmobiliario", comentó en una nota Stephen Innes, de SPI Asset Management.

"Pero seamos honestos, el problema inmobiliario chino no es algo que se puede arreglar con unos discursos y medias a medias", agregó Innes.

Este viernes, el banco central chino anunció un programa dirigido a las compañías de seguros y los fondos de inversión.

Y su gobernador, Pan Gongsheng, indicó que podría llevarse a cabo una nueva reducción del coeficiente de reservas obligatorias (RRR) para los bancos antes de finales de 2024, para dar mayor margen de préstamo.

Al mismo tiempo, los principales bancos chinos anunciaron que "bajarán los tipos de interés de los depósitos en yuanes", según la televisión pública CCTV. Se trata de la segunda reducción en lo que va del año.

Estos recientes anuncios son pasos "en la dirección correcta", declaró a la AFP Benson Wu, economista especializado en China del Bank of America Global Research.

Pero "aún quedan puntos por aclarar antes de poder hacer una evaluación detallada de la eficacia de estas políticas", matizó.

Para el analista Zhang Zhiwei, de Pinpoint Asset Management, el objetivo de Pekín de crecer en torno al 5% en 2024 será "difícil de alcanzar", a menos que la tendencia se invierta a finales de 2024.

"Puede que tengamos que esperar hasta noviembre para saber más, ya que el resultado de las elecciones estadounidenses es probablemente uno de los factores que influyen en la reflexión política en Pekín", añadió en una nota.

China inyecta 112.000 millones de dólares para impulsar su mercado bursátil

El banco central de China puso en marcha el viernes dos planes de financiación que inicialmente inyectarán hasta 800.000 millones de yuanes (112.380 millones de dólares) en el mercado de valores a través de herramientas de política monetaria de nueva creación. El Banco Popular de China (PBOC) explicó los detalles operativos de los planes de "swap" (permutas financieras) y représtamo anunciados por primera vez a finales de septiembre, con el objetivo de apoyar el "desarrollo constante" de los mercados de capitales. La reciente racha alcista de los mercados chinos ha ido perdiendo fuerza a medida que la euforia se convertía en cautela sobre la magnitud y la aplicación de las promesas de estímulo de Pekín. El índice de referencia CSI300 invirtió las pérdidas iniciales y terminó la sesión matinal del viernes con una subida del 0,8%.

En el marco del plan de canje, inicialmente por valor de 500.000 millones de yuanes, las agencias de valores, las empresas de gestión de fondos y las aseguradoras pueden obtener liquidez del banco central mediante la garantía de activos para comprar acciones.

En la actualidad, 20 empresas han sido aprobadas para participar en el plan y las solicitudes iniciales han superado los 200.000 millones de yuanes, dijo el PBOC.

"El esquema de permutas se convertirá en un estabilizador del mercado", ya que la demanda de la herramienta aumenta cuando las acciones están sobrevendidas, pero el apetito se desvanece naturalmente cuando el mercado se recupera, dijo Xinhua Financial en un artículo el viernes.

Además, las instituciones pueden utilizar la herramienta para obtener liquidez en una caída del mercado bursátil sin tener que vender acciones en una espiral bajista.

En virtud de este mecanismo, los activos, incluidos bonos, ETF de acciones y participaciones en componentes del índice CSI300, pueden canjearse por activos de gran liquidez, como bonos del Tesoro y letras del banco central, lo que facilita a los participantes el acceso a la financiación.

Programa de représtamo

El banco central también puso en marcha un programa de représtamos, inicialmente por valor de 300.000 millones de yuanes, que permitiría a las instituciones financieras obtener préstamos del PBOC para financiar la compra de acciones por parte de empresas cotizadas o de sus principales accionistas.

Las empresas que cotizan en bolsa y sus principales accionistas pueden obtener préstamos de los bancos a tipos de interés de hasta el 2,25% para la recompra y compra de acciones. Se trata de una excepción a las normas que prohíben que los préstamos bancarios fluyan hacia el mercado de valores.

Los anuncios se produjeron después de que los reguladores financieros chinos celebraran una reunión con las principales instituciones financieras, instándolas a aplicar rápidamente políticas expansivas para apoyar la economía y los mercados de capitales.

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