12 de octubre 2024 - 00:00

Con reservas en rojo, el salto en la emisión de ON en dólares le da otra rueda de auxilio al BCRA

El blanqueo le proporcionó un impulso a la colocación de obligaciones negociables en dólares por parte de las empresas. En septiembre sumaron u$s1.123 millones y octubre comenzó aún más activo. La "oferta inflada" de divisas y las perspectivas y riesgos del plan oficial.

Las reservas netas del BCRA hoy son negativas en alrededor de u$s6.000 millones. 

Las reservas netas del BCRA hoy son negativas en alrededor de u$s6.000 millones. 

ambito.com

El crecimiento de los depósitos en moneda extranjera a causa del blanqueo no solo reimpulsó los préstamos bancarios en dólares sino que también dio lugar a un reverdecer del financiamiento de las empresas que operan en Argentina a través del mercado de capitales. Este salto en la emisión de obligaciones negociables (ON) en moneda estadounidense sumó una nueva rueda de auxilio para un Banco Central con reservas en rojo, que se suma al crédito de las entidades financieras locales a la hora de inflar la oferta de divisas en el mercado oficial y le permite al BCRA sostener un saldo comprador en meses estacionalmente desafiantes.

En septiembre, hubo un incremento considerable en la colocación de ON en dólares. Según datos oficiales recopilados por First Capital Group, totalizó u$s1.123 millones. Y octubre comenzó con una continuidad del boom de este tipo de financiamiento.

En este caso, a diferencia de los préstamos bancarios en moneda extranjera, la liquidación de las divisas obtenidas en el mercado oficial no es obligatoria. Sin embargo, a causa de algunas de las restricciones del cepo cambiario y de otras regulaciones, buena parte del financiamiento obtenido por las empresas en el mercado de capitales tiende a ingresar por la plaza mayorista. Esto suma una oferta adicional de divisas, que la entidad que preside Santiago Bausili está aprovechando para comprar divisas.

De acuerdo con los reportes de Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, el BCRA terminó septiembre con un saldo favorable de u$s373 millones y en lo que va de octubre acumula compras por u$s621 millones. Son meses que se preveía desfavorables por la propia estacionalidad de la liquidación de agrodólares y por el solapamiento del viejo y el nuevo esquema de pago de importaciones (en cuatro y dos cuotas, respectivamente).

Desde la reimplantación del control de cambios en septiembre de 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, la normativa de Exterior y Cambios del BCRA dice que las deudas de carácter financiero con el exterior “deberán ser ingresadas y liquidadas en el mercado de cambios como requisito para el posterior acceso al mismo a los efectos de atender sus servicios de capital e intereses”. Así, aunque no todo lo emitido entre por el oficial, se descuenta que una parte considerable sí lo hace.

En diálogo con Ámbito, el ex vicepresidente segundo de la autoridad monetaria Jorge Carrera explicó: “Si las empresas liquidan el capital (obtenido a través de una ON) en el mercado oficial, tienen derecho a ir al BCRA a buscar los dólares para pagar el capital y también los intereses al tipo de cambio oficial. Si lo liquidan en el CCL, tendrían problemas por el cepo cruzado para importar: tendrían que dejar pasar 90 días para acceder al oficial, además de repagar la deuda en dólares. En general optan por liquidar”.

Emisiones de obligaciones negociables en dólares

Según los números recopilados por First Capital Group, las empresas argentinas emitieron obligaciones negociables en dólares por u$s1.123 millones durante septiembre, a lo que se sumaron $150.656 millones en moneda local (u$s1.280 millones en total). El monto duplicó lo colocado en agosto, fue similar al número de julio y fue 81% superior al promedio de los últimos 12 meses. Entre las firmas que consiguieron financiarse en moneda extranjera (a tasas de un dígito) estuvieron YPF (u$s500 millones), Pampa Energía (u$s410 millones), PAE (u$s200 millones) y algunas pymes.

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Este mes comenzó con un ritmo aún más elevado de emisiones financieras privadas: el 3 de octubre YPF consiguió otros u$s500 millones y Galicia colocó u$s325 millones; el 7 de octubre YPF captó otros u$s150 millones a través de dos ON e Inversora Juramento, u$s20 millones; y el 8 de octubre Vista Energy emitió u$s150 millones y CGC, u$s68 millones. También estaban pautadas operaciones de YPF Luz por hasta u$s410 millones y de San Miguel por hasta u$s133 millones para estos días.

Blanqueo y crecimiento de los depósitos en dólares

Un motor importante detrás del incremento en el financiamiento en dólares a empresas, coinciden en el mercado, es el fuerte crecimiento de los depósitos privados en moneda extranjera producto del blanqueo de capitales. Si bien en las primeras ruedas de octubre se verificó un retroceso (ya que desde este mes está permitido retirar el dinero regularizado), entre el 14 de agosto y el 7 de octubre los llamados argendólares acumularon un alza de u$s12.083 millones hasta alcanzar los u$s30.692 millones.

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Los dólares blanqueados no tienen un impacto directo en las reservas netas del BCRA, excepto por la porción que se pague como multa (aunque el régimen de regularización ofrece amplias posibilidades de evitar la penalidad). Y justamente las tenencias internacionales netas son la principal preocupación de los agentes económicos ya que hoy son negativas en unos u$s6.000 millones y al cierre del tercer trimestre quedaron u$s2.000 millones por debajo de la meta pactada con el FMI.

Es por eso que Luis Caputo apuesta a que parte de esas divisas se reciclen a través del crédito bancario o financiamiento de empresas en el mercado de capitales y que, por estas vías indirectas, el Central sí pueda capturar dólares mitigar el deterioro de las reservas netas. Como se mencionó, algo de eso comenzó a ocurrir en las últimas semanas.

Además de las mencionadas emisiones de ON, desde mediados de agosto el crédito en dólares a empresas otorgados por bancos en el mercado local creció en u$s1.000 millones, como contó Ámbito. Si bien en los primeros días de octubre la tendencia se amesetó, hasta acá le trajo un respiro considerable al BCRA ya que, por regulación, este tipo de préstamos debe liquidarse en el mercado local. Será clave ver cómo evoluciona en las próximas semanas.

Este crédito se sustenta en el incentivo que genera el esquema actual: tasas bajas en dólares en torno al 5% anual combinadas con una tablita cambiaria que viaja al 2% mensual, por debajo tanto de la inflación como de las tasas en pesos, lo que impulsa el apetito por el "carry trade". Para el BCRA constituye un alivio de corto plazo, que suele considerarse como una “oferta inflada” de divisas ya que, cuando esos créditos vencen (en general tienen duraciones inferiores a un año), las compañías van a pedirle los dólares al Central para repagarlos y el flujo para las reservas netas se revierte. Es por eso que resulta un mecanismo muy atado a la continuidad del "carry trade" y a las expectativas de devaluación.

La apuesta oficial, escenario y riesgos

La consultora 1816 analizó las perspectivas para estos mecanismos para reciclar los dólares del blanqueo, trazó escenarios y se preguntó: “¿Y si nos salvan los privados?”, en referencia al agujero de divisas de u$s20.400 millones que representan los vencimientos de deuda externa de 2025.

Los analistas de la firma plantearon como hipótesis la eventualidad de que se generen préstamos locales en dólares (o emisiones locales liquidadas en el oficial) por u$s5.000 millones a partir del colchón generado por el alza de los depósitos; y que las empresas argentinas coloquen en el exterior entre u$s3.000 millones y u$s4.000 millones (en 2016-2017 se emitieron u$s5.000 millones al año), teniendo en cuenta que en 2025 vencen u$s5.500 millones de títulos corporativos en dólares.

Si a eso se sumara un repo por u$s3.000 millones (como el que intenta cerrar Caputo), se refinanciaran los compromisos con organismos internacionales por fuera del FMI y se sumaran u$s2.000 millones de inversiones vía RIGI (una posibilidad por ahora incierta), se conseguirían en total unos u$s18.000 millones. De concretarse, esto acortaría la distancia con el agujero de divisas a cubrir y reduciría la perspectiva de drenaje de divisas incluso si se conserva el dólar blend (que deriva el 20% de las exportaciones al CCL), aunque tampoco permitiría acumular reservas.

Pero un escenario como este también presenta “cuatro grandes riesgos”, según 1816: la elección legislativa, que incidirá en el humor de los mercados; la posibilidad de que la cosecha se vea otra vez afectada por el clima seco, una perspectiva que gana terreno y que “podría poner presión adicional en la balanza de pagos”; el financiamiento en dólares a privados dependerá del “apetito en el mundo por riesgo emergente” y de que las divisas del blanqueo permanezcan en el sistema; y la necesidad de acumular reservas y abrir el cepo para recuperar acceso a los mercados internacionales de cara a un 2026 que tendrá vencimientos de deuda externa por u$s21.000 millones.

Así las cosas, más allá de los puentes de corto plazo, el horizonte del plan del Gobierno no está despejado y aparece atado a algunas apuestas que no garantizan la estabilidad y a un conjunto de factores que sumarán presión el próximo año.

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