28 de enero 2025 - 10:35

Debate por Ingresos Brutos, el impuesto que genera el 80% de los recursos provinciales

Sobre el pedido de contadores en contra de un sistema que obliga a los bancos a descontar el tributo por anticipado cada vez que hay un movimiento en cuentas bancarias, empresas y bancos solapan sus propias quejan contra el gravamen. El gobierno logra poner en agenda la presión fiscal provincial.

El SIRCREB obliga a las empresas a hacer estimaciones de Ingresos brutos para varias jurisdicciones cuando la emrpesa está radicada en una.

El SIRCREB obliga a las empresas a hacer estimaciones de Ingresos brutos para varias jurisdicciones cuando la emrpesa está radicada en una.

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Un reciente mensaje en la red social X del presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem, desató una ola de críticas de contadores y entidades empresarias al al impuesto a los Ingresos Brutos que cobran las provincias. Si bien las alícuotas del tributo suelen ser altas y es considerado como el más distorsivo de todos, no es un gravamen fácil de remover. Explica el 80% de los ingresos propios de los estados subnacionales.

Así lo señala un informe de las Fundación Mediterránea en base a los datos de ingresos tributarios de 20 provincias a noviembre del año pasado. “Los ingresos tributarios provinciales cayeron un 8 a 9% real anual, con una baja del 10,6% en Ingresos Brutos, su principal tributo”, dice el reporte.

En ese sentido, el estudio indica que Neuquén fue la excepción, con aumentos por la actividad hidrocarburífera del 11% acumulado hasta noviembre. En cambio, la Ciudad de Buenos Aires tuvo una caída real del 17% mientras que en Formosa se desplomó el 25%.

La importancia que tiene el polémico tributo en las arcas provinciales hace que sea imposible eliminarlo sin que haya un pacto fiscal con la Nación, en el marco de una reforma tributaria integral. La única chance es que se les transfiera el Impuesto al Valor Agregado (IVA). El presidente Javier Milei había dicho en septiembre del año pasado cuando fue al Congreso a presentar el Presupuesto 2025 que es intención de su gobierno devolver la potestad recaudatoria a las provincias. Hay que tener en cuenta que constitucionalmente estas anteceden a la Nación y tienen facultad de origen para cobrar impuestos. En rigor, la Nación tiene facultad para cobrar sólo las “rentas de la Aduana”, de manera que el cobro de impuestos se puede decir que está delegado en el estado federal, que luego reparte recursos a través de la coparticipación federal.

Según indica el informe de la Mediterránea, el 80,2% de los recursos propios provinciales se generaron el año pasado desde Ingresos Brutos; el 7,4% a través del Impuesto de Sellos; 5,6%, el inmobiliario; 4%, las patentes de autos y 2,7% otros gravámenes. Si se hubiera cumplido el pacto fiscal del 2017 que habían firmado los gobernadores de entonces con el ex presidente Mauricio Macri, actualmente no habría impuesto a los ingresos brutos para las actividades productivas, ya que fijaba un cronograma de reducción gradual que finalizaba en 2023.

Un posteo que generó expectativas

El 24 de enero, el economista Darío Epstein, había posteado en redes sociales que “llegó la hora de sacar el SIRCREB” lo que fue retomado por el presidente de Diputados, Martín Menem con el comentario “llegó la hora”. Ambos se refieren al Sistema de Recaudación y Control de Acreditaciones Bancarias. Se trata de un mecanismo acordado entre las provincias que le ordena a los bancos cobrar anticipos de Ingresos Brutos cada vez que se hace un movimiento en una cuenta bancaria. El mecanismo genera así saldos a favor de los contribuyentes que nunca se recuperan. Y no solo eso: si una empresa de Morón, por ejemplo, le vende algo a un cliente en Jujuy, ambas jurisdicciones le van a “soplar” una parte de Ingresos Brutos por más que la empresa esté radicada en otra provincia. El sistema además genera enormes costos burocráticos a las empresas que todos los meses tienen que hacer cálculos de Ingresos Brutos para varias jurisdicciones aunque estén radicadas en una sola. El posteo de Menem hizo pensar que el Gobierno está trabajando en algún mecanismo para eliminar el SIRCREB o ponerle algún límite.

Reclamos solapados

A su vez, una reciente decisión del gobierno de Santa Fe de incrementar la alícuota de Ingresos Brutos a las plataformas digitales despertó también una ola de quejas, en principio desde la empresa Mercado Libre, de Marcos Galperin, de reconocido apoyo al gobierno libertario. De un pedido de eliminación del SIRCREB se derivó a un cuestionamiento total del principal impuesto provincial. Al respecto, el Grupo de los 6, que incluye a la Unión Industrial Argentina (UIA), la Sociedad Rural (SRA), la Bolsa de Comercio, la Cámara de Comercio (CAC), Confederaciones Rurales (CRA) y Adeba (bancos argentinos), pidió a las provincias y municipios que “acompañen la agenda de competitividad de las empresas argentinas” mediante la baja de la carga tributaria en las provincias, a través del cobro de ingresos brutos, y la revisión de las “tasas municipales que se han convertido en un método de financiamiento local antes que en una contraprestación efectiva”.

Caputo contra gobernadores e intendentes

Un estudio de la Fundación Observatorio Pyme determinó que el Impuesto a los Ingresos Brutos y las tasas municipales representan el 9% de la estructura de costos de las empresas industriales. Tal magnitud las saca de juego frente a la importación, en la medida en que el proceso económico lleva a un retraso del tipo de cambio. Suben los costos tributarios en dólares.

Es por ello que desde el Ministerio de Economía se mantiene un persistente reclamo a las provincias y municipios para que rebajen la presión fiscal sobre las empresas. Ya ha presentado un reclamo ante la Corte Suprema en contra del municipio de Lomas de Zamora contra la denominada Tasa Vial, que es un impuesto comunal a la venta de combustibles.

Qué diferencia hay entre Ingresos Brutos e IVA

Aunque ambos tienen que ver con la facturación, son distintos. Ingresos Brutos es un verdadero tributo a la facturación en “cascada”. Suponiendo que una determinada actividad productiva esté alcanzada con un 3%, en cada tramo de la cadena de valor, se cobra 3%. Cuanto más larga sea la cadena de una actividad, más impuesto se cobra y lo termina pagando el consumidor final.

El IVA en realidad, como lo dice su nombre, es un tributo que se cobra al “valor que agrega” cada factor de la cadena. Una empresa le cobra a su cliente consumidor final el 21% y con ello genera un crédito a su favor. Cuando le compra a su proveedor paga 21%, es decir, genera un débito. Solo abonará el diferencial entre crédito y débito.

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