El presidente Javier Milei decidió no remitir al Congreso el texto del Staff Level Agreement (SLA), es decir, las condiciones técnicas del acuerdo que se cerrará con la burocracia del Fondo Monetario Internacional (FMI). Con el correr de las horas, y según pudo confirmar Ámbito, la Casa Rosada piensa emitir el decreto esta misma semana y alegar que la ley Guzmán taxativamente no exige el acompañamiento del SLA.
Devaluación y la tablita de Luis Caputo: por qué el Gobierno encriptó la letra chica del salvataje con el FMI
El FMI no habilitaría explícitamente a Luis Caputo a utilizar los dólares del préstamo para intervenir en el mercado del dólar financiero.
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El Gobierno emitirá el decreto para cerrar el acuerdo con el FMI esta semana.
El FMI está alineado con toda la estrategia. Por un lado, las fuentes informaron que fue el propio organismo el que, para allanar el camino que debe transitar la decisión del préstamo en el board, sugirió que, en términos de legalidad, y ante la problemática que podía surgir de una discusión en el Congreso, con un decreto era suficiente. Hay que señalar que el SLA debe elevarse al directorio del Fondo, que es controlado por Estados Unidos, pero donde también son relevantes Alemania, Japón, China y el Reino Unido, entre otros.
No aclares que oscurece: dólar, intervención y después
¿Qué condiciones podría reunir el SLA? La respuesta la trae el propio Presidente, quien hace algunos días, en la apertura de sesiones legislativas, sostuvo: “Este nuevo acuerdo nos brindará las herramientas para allanar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente para todos nuestros ciudadanos y para poder atraer mayores inversiones que se traduzcan en menor inflación, mayor crecimiento y nivel de empleo, con los consecuentes mejores salarios que implican menor cantidad de pobres e indigentes”.
Con todo, el dato es que el mandatario habló de una nueva era de “volatilidad” en la Argentina, de lo que algunos analistas han derivado un cambio en las condiciones del "crawling peg" que hoy se encuentra en el 1% mensual. Así, una de las condiciones básicas del nuevo acuerdo es que se pondría en jaque la política de prometer una determinada velocidad para la devaluación, algo que permitía a inversores hacer sus colocaciones a plazo en pesos y guardar la expectativa de volver a dólares con las ganancias realizadas.
"El efecto secundario de la reducción del "crawling peg" es una probable apreciación adicional del tipo de cambio real, lo que aumenta la vulnerabilidad de las cuentas externas. Dado que la inflación probablemente continuará por encima del 1,0% mensual del "crawling peg", el tipo de cambio real efectivo (REER) tenderá a apreciarse aún más, impulsando las importaciones y reduciendo las exportaciones", sostuvo un informe del banco Citi hace apenas algunos días.
Y agregó: "Considerando que el REER ya estaba un 1,0% más apreciado en diciembre de 2024 en comparación con noviembre de 2023 (antes de la devaluación cambiaria máxima), las presiones hacia una nueva devaluación del tipo de cambio podrían intensificarse".
Te presto DEGs pero tiene condiciones: la apuesta a bajar el riesgo país
El dato central es que, según sostienen fuentes de una entidad bancaria del exterior que suele tener llegada a la secretaría del Tesoro de Estados Unidos cada vez que la Casa Blanca busca un diagnóstico de la economía argentina, el SLA del FMI no habilitaría explícitamente al Gobierno a utilizar los dólares del préstamo para intervenir en el mercado del dólar financiero.
En rigor, el préstamo sería en Derechos Especiales de Giro (DEG) con la exclusiva finalidad de capitalizar al Banco Central (sumar reservas teóricas) pero no habilitaría a transformar esos DEGs en recursos para ser utilizados con la intervención, lo que en los hechos le impondría una nueva restricción a la política cambiaria del Gobierno.
De aquí deriva algo fundamental. La idea del Gobierno es que, por varios meses, no habrá salida del cepo ni unificación cambiaria, ya que no habrá dólares disponibles. El objetivo inmediato es sumar reservas teóricas para despejar las dudas en torno a los próximos pagos de deuda, de esa forma bajar el riesgo país y así lograr un “puente” para refinanciar los vencimientos futuros de deuda, la principal razón por la cual el Gobierno no puede acumular dólares en el Banco Central.
La opinión de un "inorgánico" del FMI: Domingo Cavallo
Curiosamente, en esta misma línea “opinó” hace algunos días el exministro Domingo Cavallo en su blog. “¿Por qué el equipo económico insiste en usar divisas de exportación para acotar la brecha del dólar oficial con el CCL si resulta que para el Gobierno no existe problema cambiario?”, se preguntó. “Si no se liberaliza al menos el dólar CCL y se sigue utilizando las divisas del superávit comercial para controlar el tipo de cambio en este mercado, el anuncio de la eliminación del cepo al final de 2025 va a llevar a que los inversores esperen un salto devaluatorio significativo, aun cuando para entonces se haya producido un desembolso importante del FMI”, sostuvo. ¿Por qué no se elimina el cepo cambiario, al menos el que se aplica a operaciones no comerciales?
La hipótesis de Cavallo es simple. Dice que seguramente el equipo económico considere que es importante mantener acotada la brecha entre el tipo de cambio oficial y el CCL para evitar expectativas de un salto devaluatorio en algún momento del futuro. Por eso la liquidación del dólar blend.
Sin embargo, él sostiene que la lectura es distinta. “Hay que considerar la posibilidad de que la expectativa de evolución del tipo de cambio oficial y la probabilidad de un salto devaluatorio futuro, dependan mucho más de la evolución de las reservas externas netas que de la brecha controlada artificialmente por el Banco Central”. Desde esta perspectiva, “la mejor forma de evitar un salto devaluatorio desestabilizante en el futuro consiste en encontrar la forma de aumentar las reservas netas sin devaluar a los saltos”.
La recomendación de Cavallo para sumar reservas sin devaluar, al menos en un comienzo, parece ser la de siempre. Por un lado, la eliminación del dólar blend para las exportaciones, de tal forma que el 100% de los ingresos por exportaciones sean vendidos al Banco Central. Por otro, el aumento de los incentivos fiscales a las exportaciones, es decir una acentuación del proceso ya iniciado de reducción de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y de las economías regionales.
A ello se suma el aumento de los reembolsos de impuestos internos a la exportación de manufacturas y la disposición para que el pago de servicios turísticos y las importaciones de bienes de consumo final considerados no esenciales se deban pagar por el contado con liquidación y no requieran divisas del Banco Central.
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