14 de septiembre 2024 - 16:38

Dólar: con más demanda y pocos ingresos, octubre traerá mayor presión para las reservas y el plan Caputo

El próximo mes impactarán el pico de los pagos de importaciones por la reducción de cuotas de acceso al dólar oficial y las operaciones postergadas a la espera de un menor impuesto PAIS. ¿Se tensiona el esquema cambiario?

El BCRA acumula en septiembre ventas de reservas por u$s106 millones.

El BCRA acumula en septiembre ventas de reservas por u$s106 millones.

ambito.com

En una jornada con elevado volumen de operaciones en el mercado oficial de cambios, el Banco Central sufrió este viernes una venta neta de u$s89 millones. De este modo, en la semana registró un saldo negativo de u$s336 millones, el segundo peor número desde que Javier Milei es presidente. Como contó Ámbito, este mes ya se mostraba desafiante para las arcas del BCRA luego de un agosto de exigua recomposición. Pero los economistas y analistas de la City advierten que la mayor presión para las reservas llegará en octubre, cuando se junte un combo de factores: a la estacionalidad desfavorable para el ingreso de divisas, se sumará el pico de la demanda para pagos de importaciones a causa de dos medidas recientes del equipo económico.

Las reservas netas, según distintas estimaciones privadas, son negativas en algo más de u$s5.000 millones. Las perspectivas de acumulación de acá a fin de año no son alentadoras y, por eso, el rojo en las arcas del BCRA resulta un factor de preocupación para los agentes económicos.

El Central dejó de comprar divisas hacia fines de mayo, antes de lo que la estacionalidad auguraba. Luego encadenó dos meses consecutivos de saldo vendedor (junio y julio) y una leve recuperación en agosto. Septiembre volvió a teñirse de rojo. Pero a partir de octubre se espera el mayor desafío para el sostenimiento del esquema cambiario del ministro Luis Caputo.

Reservas: los factores que sumarán presión en octubre

Estacionalmente, septiembre, octubre y noviembre son meses complicados de por sí debido a que los ingresos de divisas del agro se vuelven más acotados una vez finalizada la temporada alta de liquidación de la cosecha gruesa. En esta oportunidad, el décimo mes del año tendrá dos factores de presión adicional para las reservas: el solapamiento del nuevo esquema de pago de importaciones en dos cuotas (que puso en marcha el Gobierno en agosto) con el viejo régimen de cuatro cuotas y las compras al exterior que se postergaron a la espera de la retrotracción de la alícuota del impuesto PAIS, que rige desde septiembre. Según los analistas, ambos podrían tener su mayor impacto en octubre.

Como adelantó este medio, el solapamiento de ambos esquemas de pagos de importaciones haría que, en un escenario teórico, entre septiembre y noviembre se tuviera que cancelar el equivalente a un mes extra de compras al exterior. Por ejemplo, en septiembre el ratio de pagos versus importaciones ascendería al 125% ya que se superpone el pago del 25% de la mercadería ingresada en mayo, junio y julio con el 50% de lo comprado en agosto. En octubre, ese ratio escalaría al 150%.

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A eso se sumará el impacto de otra medida del Gobierno: la decisión, anunciada con antelación, de retrotraer la alícuota del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5% (el nivel que tenía cuando asumió Javier Milei) a partir de septiembre, que hizo que durante agosto muchos importadores jugaran con esa fecha a la hora de concretar las distintas instancias del proceso de compras al exterior para abonar una tasa más baja.

Los analistas de BAVSA consideran que esa medida impactará en las reservas “desde octubre” ya que la primera cuota de las importaciones efectuadas este mes se abonará recién a los 30 días.

La consultora 1816 también desmenuzó este factor. En función de la tendencia de ventas del BCRA en lo que va de septiembre, consideró que el recorte del impuesto PAIS no impactó tan inmediatamente en la demanda de los importadores y coincidió en que “quizás veamos ese efecto a principios de octubre, cuando se acceda al MULC (el mercado oficial) por el 50% de lo importado este mes”. Asimismo, la firma señaló que, aunque no es evidente, es posible que el saldo comprador del BCRA en agosto haya respondido en parte a la especulación con la concreción de esa medida.

Así, 1816 planteó: “Si bien los importadores pagan un anticipo del 95% del impuesto PAIS en el momento en que los bienes entran a Argentina, el verdadero hecho imponible no es la importación, sino la compra de divisas. Quienes tenían permiso para acceder al MULC en agosto eran importadores que ya habían pagado por anticipado el 95% del impuesto PAIS por esas transacciones, pero quizás ‘se la jugaron’ a acceder al MULC recién a partir del 1° de septiembre para tener derecho a eventualmente cobrar una devolución por haber pagado una alícuota que no correspondía”, aunque por el momento el Gobierno no reglamentó ningún tipo de reintegro.

Presión sobre las reservas, presión sobre el plan Caputo

Así, octubre se perfila como el mes más tenso para las arcas del BCRA, mientras el Gobierno apuesta a conseguir algo de oxígeno con el blanqueo, que prácticamente no aportará a las reservas netas pero sí a las brutas. El primer impacto de la regularización de capitales no declarados ya se refleja en que los depósitos en dólares crecieron en más de u$s1.600 millones desde el 12 de agosto, aunque el resultado final está por verse.

“El último trimestre se plantea como desafiante, dado que impacta la finalización del impuesto PAIS y el cambio del formato de pagos de las importaciones (de cuatro a dos cuotas), que van a elevar la demanda del dólar oficial y van a poner presión sobre las reservas. Para ello, va a ser necesario que el Gobierno reciba un ‘baño’ de dólares por el blanqueo para poder capear la situación. Si no, probablemente habrá que hacer cambios en el esquema para recomponer el frente externo”, advirtió Sebastián Menescaldi, director de la consultora Eco Go, en diálogo con Ámbito.

Ocurre que Caputo sostiene el siga-siga de su esquema cambiario, que incluye la extensión del cepo, del "crawling peg" del 2% mensual y el dólar blend, mediante el cual el 20% de la liquidación de exportaciones no va a las reservas sino que ingresan a través de los dólares financieros. En la City consideran que el talón de Aquiles de esa estrategia es la falta de divisas, en la antesala de un 2025 con vencimientos de deuda externa por alrededor de u$s18.000 millones.

Esa apuesta del Gobierno radica en que su foco principal pasa por intentar apurar una desaceleración de la inflación, que hasta acá fue su principal activo político. El rebote del IPC al 4,2% en agosto (pese al desplome del consumo y al ancla cambiaria) suma complicaciones: no solo por el impacto en la población; también porque refuerza el proceso de apreciación del tipo de cambio, lo que podría retroalimentar las expectativas de devaluación a futuro. Y cualquier salto cambiario tendría su correlato en el recalentamiento de los precios.

Mientras tanto, como contó Ámbito, el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas netas pactada con el Fondo Monetario Internacional para el tercer trimestre entró en zona de riesgo. Para cumplirla, el BCRA debería sumar cerca de u$s2.000 millones de acá a fin de mes, algo que luce muy difícil.

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Las metas de mitad de año (en materia fiscal, monetaria y de reservas) se habían sobre cumplido, algo que destacó este jueves la vocera del FMI, Julie Kozack, en la misma conferencia de prensa en la que confirmó el desplazamiento de las negociaciones con Argentina de Rodrigo Valdés, el director para el Hemisferio Occidental que había sido cuestionado por Javier Milei. Son las metas que evaluarán los técnicos del Fondo en la novena auditoría del programa vigente, de la que depende el próximo desembolso de u$s531 millones. Por eso, 1816 consideró que esa revisión “es poco más que una formalidad”.

Pero otro será el panorama en la siguiente revisión, en principio pautada para noviembre, en la que el Fondo revisará los compromisos del tercer trimestre y de la que dependerá el último desembolso por alrededor de u$s550 millones. Se trata de los envíos acordados en 2022 por el Gobierno de Alberto Fernández para refinanciar los u$s45.000 millones que tomó Mauricio Macri en 2018. Para esa auditoría, algunos analistas ya avizoran un posible pedido de "waiver" por un eventual incumplimiento de la meta de reservas. “Un 'waiver' no se le niega a nadie”, matizó 1816 en su último informe.

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