28 de abril 2025 - 13:00

Dólar y reservas: a pesar del pedido de Donald Trump, el Gobierno le dijo a China que no piensa cancelar el swap

En paralelo con las negociaciones con el FMI y EEUU, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, sostuvo una reunión de alto nivel con autoridades del Banco Popular de China.

El swap de monedas con China es blanco de cuestionamientos desde EEUU.

El swap de monedas con China es blanco de cuestionamientos desde EEUU.

Ambito

En el marco de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, celebrada en Washington del 21 al 26 de abril de 2025, el Gobierno buscó apuntalar su posición estratégica financiera. Por un lado, la cercanía personal e ideológica del presidente Javier Milei con el presidente estadounidense Donald Trump ha otorgado al ministro de Economía, Luis Caputo, un blindaje político que trasciende las negociaciones técnicas con el Fondo. Este respaldo, parece, permitiría al Gobierno la posibilidad de flexibilizar el cumplimiento de metas clave, como la acumulación de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) exigida para junio bajo el programa de Facilidades Extendidas, priorizando una agenda económica alineada con Washington.

El dato a consignar es que, en paralelo, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, sostuvo una reunión de alto nivel con autoridades del Banco Popular de China, lideradas por el gobernador Yi Gang, de 65 años, en el marco de una eventual y futura cancelación anticipada de un tramo de u$s5.000 millones del swap, condicionada a un préstamo del Tesoro de Estados Unidos propuesto por el secretario del Tesoro, Scott Bessent. El encuentro fue confirmado a Ámbito por parte de una alta fuente del BCRA.

Dólares para todos y todas

El apoyo explícito de Bessent al programa económico del presidente Javier Milei refleja la influencia del vínculo entre Buenos Aires y Washington en las decisiones financieras internacionales.

La última semana, y durante un encuentro con inversores en la capital estadounidense, Bessent destacó que el Fondo de Estabilización Cambiaria podría proporcionar una línea de crédito a Argentina, siempre que se mantengan las reformas fiscales, monetarias y cambiarias. Esta propuesta, que evoca el préstamo de u$s20.000 millones otorgado a México en 1995, busca fortalecer la capacidad del Gobierno para enfrentar turbulencias externas en un contexto global marcado por políticas comerciales proteccionistas. "La relación entre Milei y Trump, fundamentada en una visión compartida de liberalización económica, ha generado un margen de maniobra que reduce la presión inmediata que tenemos del FMI sobre metas como las reservas, permitiendo al ministro Caputo negociar desde una posición de mayor fortaleza", sostuvo un miembro del equipo económico que pidió anonimato.

Dólares
Dólares: el escenario para el Gobierno.

Dólares: el escenario para el Gobierno.

Como se dijo, el diálogo entre Bausili y las autoridades chinas, realizado durante las reuniones del FMI, se centró en el swap de monedas por u$s18.000 millones, renovado en junio de 2024, de los cuales u$s4.900 millones fueron utilizados en 2023 para pagos al FMI, importaciones y compromisos con bonistas. La cancelación anticipada de u$s5.000 millones -que el Gobierno no anticipa cercana- responde a una estrategia solicitada por Bessent para disminuir la dependencia financiera de China y consolidar el alineamiento con Estados Unidos, que busca contrarrestar la influencia de Pekín en América Latina.

Durante la Asamblea de Primavera, Bessent tuvo una participación destacada, promoviendo una reorientación del FMI y el Banco Mundial hacia sus misiones fundamentales de estabilidad macroeconómica. En un discurso en el Instituto de Finanzas Internacionales, criticó a ambas instituciones por dedicar recursos excesivos a temas como el cambio climático y políticas sociales, que, según él, desvían su enfoque principal. Bessent también cuestionó el trato preferencial a China como nación en desarrollo, instando al FMI a exigir mayor transparencia en las prácticas monetarias de ese país. Sus interacciones con el equipo económico argentino reforzaron el apoyo de Washington a las reformas de Argentina y su interés en reducir la influencia financiera china en la región.

En última instancia, Bessent ha subrayado los "riesgos" de mantener acuerdos financieros con China, advirtiendo sobre dinámicas de endeudamiento observadas en otros países, y ha instado a Argentina a acumular reservas para saldar el swap sin renovarlo. Sin embargo, la Embajada de China en Argentina calificó estas declaraciones como una interferencia en las relaciones bilaterales, defendiendo el swap como un instrumento esencial para la estabilidad de las reservas del BCRA. Desde Pekín se enfatizó que la cooperación con Argentina se basa en el beneficio mutuo.

Maximizar la estrategia para acumular dólares y llegar a las elecciones

El gobierno argentino ha adoptado una postura cautelosa. Fuentes oficiales indicaron que un préstamo del Tesoro de EEUU solo se consideraría en caso de necesidades puntuales de divisas, y negaron que exista una exigencia explícita de cancelar el swap con China. Sin embargo, un acuerdo favorable con Washington podría facilitar esta operación, permitiendo al BCRA reforzar sus reservas y consolidar el esquema cambiario de flotación con bandas, implementado recientemente.

En el frente doméstico, el presidente Javier Milei enfrenta el desafío de sostener la estabilidad económica en un contexto de presiones inflacionarias. Aunque las políticas de ajuste fiscal y de restricción monetaria han moderado la inflación, el Gobierno ha intensificado sus medidas para que la cotización del dólar no se dispare, incluso dentro de las bandas cambiarias impuestas por el FMI.

La acumulación de reservas, un objetivo central del BCRA, se ve condicionada por la necesidad de equilibrar pagos externos y demandas internas de divisas. La lectura fundamental que debe hacerse es que una cancelación del tramo del swap con China, financiada por un eventual préstamo del Tesoro, podría aliviar la presión sobre las reservas netas, un factor crítico para la credibilidad del plan económico. Sin embargo, este movimiento requiere un manejo político cuidadoso, dado que un alineamiento excesivo con Washington podría generar tensiones con Pekín, un socio comercial clave para las exportaciones argentinas, particularmente en el sector agropecuario.

Las negociaciones internacionales de abril de 2025 también reflejan el esfuerzo de Argentina por diversificar sus fuentes de financiamiento. La confianza del FMI, con proyecciones de un crecimiento del PBI del 5,5% para 2025, y el respaldo de inversores privados en Washington, señalan un renovado interés en el potencial económico del país. No obstante, la concreción de un préstamo del Tesoro y la renegociación del swap chino dependerán de la capacidad del gobierno para cumplir con las metas de ajuste fiscal y acumulación de reservas, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China.

Una visita a Kristalina Georgieva, flores y la promesa de mantener las formas

En este marco, el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvo un encuentro clave con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, durante las Reuniones de Primavera. Fue, tras la aprobación de un nuevo programa de u$s20.000 millones, que incluyó un desembolso inicial de u$s12.000 millones. Georgieva elogió los avances de Argentina, destacando la transición de un déficit fiscal a un superávit y la reducción de la inflación. Caputo, acompañado por Bausili y otros funcionarios, subrayó la solidez del programa económico, incluso frente a la volatilidad global, y ratificó el compromiso con las metas del FMI, incluyendo la acumulación de reservas y la sostenibilidad fiscal.

Sin embargo, en las últimas horas han surgido presiones del FMI que añaden complejidad a las negociaciones. El organismo ha instado al Gobierno a acelerar la liberalización del tipo de cambio, criticando el esquema de ajuste gradual del tipo de cambio oficial por mantener un peso sobrevaluado, lo que desalienta exportaciones y limita la acumulación de reservas. Esta postura choca con la estrategia del BCRA, que ha utilizado el tipo de cambio oficial como ancla para contener la inflación, aunque a costa de ventas de reservas.

Estas exigencias del FMI, combinadas con la posibilidad de un préstamo del Tesoro estadounidense, colocan al Gobierno en una encrucijada. Caputo ha defendido la estrategia económica, argumentando que el país ya ha superado metas fiscales y monetarias, lo que justificó un desembolso inicial más elevado del FMI. Sin embargo, la presión para alinear las políticas cambiarias y fiscales con las recomendaciones del organismo podría requerir ajustes políticamente sensibles, especialmente en un contexto de volatilidad futura en los mercados paralelos.

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