26 de noviembre 2024 - 16:39

Donald Trump y su hombre en el Tesoro: referente de Wall Street advierte que "Bessent va a recibir un cáliz envenenado"

El nombramiento de Scott Bessent despertó los ánimos de Wall Street y del mundo financiero global. Sin embargo, a algunos no los puso muy contentos, como el caso del veterano del Tesoro Mark Sobel. ¿Por qué?

Bessent puede lamentar el día en que se convierta en el 79º secretario del Tesoro, sentenció el experto Mark Sobel.

Bessent puede lamentar el día en que se convierta en el 79º secretario del Tesoro, sentenció el experto Mark Sobel.

Gentileza: Whyy

En Wall Street y en la mayoría de los referentes del establishment financiero internacional como el Institute of International Finance (IIF), celebran la llegada de Scott Bessent al Tesoro de EEUU. Sin embargo, un veterano del Tesoro y de la diplomacia financiera internacional como Mark Sobel no parece muy contento y es quien le advierte a Bessent que quizás con su nominación como secretario del Tesoro de EEUU tal vez le estén dando “un cáliz envenenado”.

Sobel escribió que cuando Bessent deje el cargo puede que se arrepienta del día en que se convirtió en el 79º secretario del Tesoro, ya que las inconsistencias y el enfoque mal concebido de las políticas económicas del presidente electo Donald Trump generan enormes repercusiones que afectan a EEUU y a la reputación y el mandato del nominado secretario. Quien lo dice no es más ni menos que un prestigioso e influyente ex funcionario del Tesoro, del Fondo Monetario Internacional (FMI), de gran participación en el G7 y G20 desde hace décadas. Sin duda una palabra autorizada.

Misión: promover las políticas de Trump 2.0

Sobel recuerda cuál es el rol del secretario del Tesoro: es el principal portavoz económico del gobierno y representa a EEUU a nivel mundial en asuntos económicos y financieros en foros como el G7, el G20, el FMI y el Banco Mundial. Por ende, Bessent desempeñará un papel fundamental en la promoción de las políticas de Trump 2.0 en el Capitolio y en el ámbito internacional. “Los problemas no aparecerán inmediatamente, pero los desafíos con el tiempo podrían llegar a ser abrumadores”, anticipa Sobel. ¿A qué se refiere?

  • Despilfarro fiscal: en primer lugar, Bessent tendrá que hacer frente al legado fiscal de Trump. La deuda estadounidense ya representa un 100% del PBI y la trayectoria fiscal es insostenible (ya se prevé que los déficits superen el 6% del PBI durante la próxima década). “Por lo tanto, sus primeras tareas fiscales serán abordar el techo de la deuda y luego extender los recortes impositivos de Trump de 2017”, considera Sobel quien recuerda que el Comité para un Presupuesto Federal Responsable estima que, si Trump logra sus objetivos, sus planes fiscales podrían añadir otros u$s8 billones a la deuda estadounidense en la próxima década, aproximadamente el 2,5% del PBI. En tal sentido, plantea el riesgo de que esa cantidad de emisiones pueda provocar en los mercados graves episodios de indigestión, lo que elevaría la prima de riesgo y desaceleraría el crecimiento.” Por supuesto, algo podría resquebrajarse: ¿impondrán disciplina los vigilantes de los bonos de forma salvaje?”, señala.
Donald Trump Pulgares arriba
El futuro secretario del Tesoro tendrá que hacer frente al legado fiscal de Trump.

El futuro secretario del Tesoro tendrá que hacer frente al legado fiscal de Trump.

Para Sobel, el equipo de Trump repetirá viejos disparates como que los recortes de impuestos impulsarán el crecimiento, que en gran medida se pagarán solos; reducirán el gasto. “No crean en esas tonterías. Trump ha dicho que no tocará los derechos sociales, el núcleo del gasto obligatorio y dos tercios del presupuesto. El gasto discrecional se destina principalmente a defensa, y es posible que deba aumentar. La factura de los intereses se está disparando. Los recortes del gasto significan cornear al buey de alguien. Bessent corre el riesgo de presidir el colmo del despilfarro fiscal”.

  • El susurrador de la Fed: el secretario del Tesoro suele reunirse en privado y a menudo con el presidente de la Reserva Federal (Fed). “Los medios de comunicación están obsesionados con la posibilidad de que Trump despida o no al actual presidente Jerome Powell, pero no se dan cuenta. Los planes fiscales y los aranceles de Trump aumentarán las tasas de interés y la inflación, lo que ralentizará el alcance de las reducciones de tasas de la Fed”.

Según Sobel, la Fed puede tener que calmar temporalmente la indigestión episódica del mercado, pero hacerlo de manera duradera estaría al borde de sucumbir a un dominio fiscal incipiente. “Si se concreta este escenario, una Fed independiente contraatacará. Trump puede volver a atacar a la Fed, presionándola tal vez para que adopte alguna forma de flexibilización cuantitativa o control de la curva de rendimiento, poniendo a Bessent en la mira a pesar de su equivocado llamado a un presidente de la Fed en la sombra”, sostiene este experto.

  • Aranceles y sanciones: el Tesoro desempeña un papel fundamental en materia de sanciones financieras, pero es un actor secundario en materia de política comercial, aunque desde hace tiempo es un portavoz del comercio liberal. “En cuanto a las sanciones financieras, ¿Trump 2.0 será unilateralista o multilateralista?”, se pregunta Sobel y recuerda que cuando un Trump unilateralista se retiró del Plan de Acción Integral Conjunto con Irán, Europa respondió débilmente tratando de crear un sistema de pagos que pasara por alto el dólar, el malogrado Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales. “El mero acto demostró una profunda antipatía. La administración del presidente Joe Biden, especialmente en sus loables esfuerzos por bloquear los activos del banco central ruso y de los oligarcas, actuó multilateralmente. Un mayor unilateralismo avivaría las tensiones entre el secretario del Tesoro y sus colegas extranjeros”, anticipa. Para Sobel, la propuesta de Trump de imponer aranceles del 10% a todos los productos y del 60% a China intensificará el proteccionismo estadounidense. “Bessent tendrá que defender las políticas comerciales de Trump, especialmente ante las autoridades financieras mundiales, pero eso no lo hará popular”.
  • El dólar: en las últimas décadas, sólo el secretario del Tesoro habló sobre el dólar y dijo lo menos posible. “Independientemente de si Bessent piensa que se debe dejar flotar el dólar, los funcionarios de Trump han pedido una devaluación en tono cacofónico. Bessent podría terminar peleándose con el equipo comercial de Trump”. Explica Sobel, el dólar ya está fuerte y es principalmente una historia de "Hecho en Estados Unidos", la apreciación del dólar desde la victoria de Trump subraya que es más probable que la expansión fiscal y los aranceles hagan subir el dólar, no bajarlo, así el dólar podría acercarse pronto a su pico real ponderado por el comercio de 1985, anterior al Acuerdo Plaza, asociado con una importante presión proteccionista. “Las opciones del gobierno para devaluar el dólar son limitadas. Ni las presiones ni las intervenciones probablemente tengan un impacto duradero, y un acuerdo de Mar-a-Lago parece inviable dado que una Fed independiente apunta a la inflación, no a los tipos de cambio, y un dólar más débil podría requerir consolidación fiscal, no expansión. Los aranceles, por no hablar de medidas para reducir la entrada de capitales, podrían frenar algunos déficits bilaterales estadounidenses. Pero la moneda de reserva y el papel de financiamiento global del dólar pueden debilitarse, tal vez elevando los costos financieros de EEUU. Ningún secretario del Tesoro respetable debería querer que lo asocien con hablar mal del dólar, pedir una devaluación o socavar su papel global”, opina Sobel.

El factor China y los peligros que acechan

Este veterano del mundillo financiero internacional también contempla el factor China como otro desafío para Bessent, quien podría interrumpir las conversaciones iniciadas por Janet Yellen. Además la expansión fiscal y los aranceles estadounidenses deberían ejercer una presión a la baja sobre el yuan, así China puede permitir que el yuan caiga en respuesta a los aranceles, aunque con moderación, por temor a que pueda desencadenar una ola masiva de ventas en un solo sentido, como sucedió en 2015-16.

Sobel considera también que Bessent podría tener que desempeñar un papel en el intento de frustrar el acuerdo fiscal internacional entre el G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y ayudar a liderar la iniciativa de desregulación del mercado financiero. “Estas son sólo algunas de las áreas que ocupará el secretario entrante. Los desafíos serán heroicos y estarán plagados de peligros. Es difícil imaginar cómo será el éxito. Bessent puede lamentar el día en que se convirtió en el 79º secretario del Tesoro”, sentenció este experto.

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