Hoy en día nos resulta extraño pagar por algún producto y que esa transacción no se realice con billetes. A pesar de los últimos años, en los que la tecnología y las tarjetas permitieron otros métodos de pago, no hay sistema que conozcamos mejor que el del papel.
El primer billete de la historia: cuándo y dónde se creó
Conocido como jiaozi, el primer papel moneda dio lugar a lo que sería el modelo global de intercambio en el futuro.
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Sin embargo, existió un punto en la historia de la humanidad en el que esto no era común y que las sociedades intercambiaban bienes y servicios por otro tipo de monedas o sistemas de pago. A continuación, la historia del nacimiento del primer billete.
El jiaozi, la moneda revolucionaria de China
En su Libro de las Maravillas, el viajero italiano Marco Polo anticipó que un invento chino sería revolucionario para la economía mundial. Descrito como un elemento que hacía que "todos los señores de la tierra juntos no tuvieran tantas riquezas como el Gran Señor solo", el mercader invitó a conocer el papel moneda, originado en China bajo la dinastía Tang.
La escasez de cobre, metal en que se acuñaban las monedas, y la aparición de este sistema que alivianaba las cargas para los camiones que seguían la ruta de la seda provocaron un intenso crecimiento del invento en el 812 d.C. Esto se ordenaba a través de pagarés entendidos como depósitos de monedas.
El primer billete de la historia, denominado jiaozi, sufrió sus primeras regulaciones durante la dinastía Song, en el siglo X. Hechos de una lámina negra derivada de la corteza del moral y con la firma de varios funcionarios, los billetes dejaron de ser canjeables por metal en el Tesoro Imperial, por lo que la moneda anterior comenzó a perder valor.
Sin embargo, a pesar de que el Gobierno había encontrado una forma de distribuir la riqueza gracias a la impresión de los jiaozis, comenzaron a surgir problemas como la falsificación (a pesar de que era un delito con pena de muerte) y la falta de control en la emisión. Esto provocó una devaluación del billete, que terminó perdiendo casi la totalidad de su valor nominal.
Tardó tiempo en alcanzar a Europa, y recién en 1661 se emitió en el Banco de Estocolmo de Suecia el primer billete dentro del Viejo Continente. Ya llegando al siglo XVIII, otros países como Francia e Italia imitaron el modelo.
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