11 de abril 2025 - 14:09

En Wall Street, YPF anunció que invertirá más de u$s30.000 millones en los próximos 5 años

Marín anunció que para el año 2030, YPF se convertirá en un operador de 2 millones de barriles diarios y en un productor de 1 millón de barriles por día.

El presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín.

El presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín.

En una semana donde los mercados financieros denotaron suma volatilidad y el precio del barril de petróleo no fue la excepción, YPF llevó a cabo este viernes su Investors Day en la Bolsa de Nueva York (NYSE, por sus siglas en inglés). Frente un nutrido grupo de managers de fondos de inversión e inversores institucionales, el presidente y CEO de la compañía, Horacio Marín, protagonizó un evento de alto impacto y presentó su plan para los próximos cinco años. La petrolera difundió durante la mañana su ambicioso plan de expansión, con Vaca Muerta como protagonista y metas claras que consolidan su visión de liderazgo global.

En este sentido, el dato central es que la petrolera anunció una proyección de inversión (CAPEX por "Capital Expenditure") proyectado para los próximos cinco años, que comenzará con u$s5.000 millones en 2025, para luego pasar a u$s5.600 millones en 2026; u$s6.400 millones en 2027, u$s6.500 millones en 2028; u$s6.800 millones en 2029 y u$s5.400 millones en 2030. En ese contexto, aseguró que tiene previsto volver a pagar dividendos en el corto plazo. "Calculamos que entre 2028 o 2029 volveremos a pagar dividendos al accionista", dijo.

Marín anunció que, según sus estimaciones, para el año 2030, YPF se convertirá en un operador del unos 2 millones de barriles diarios y en un productor de 1 millón de barriles por día (BOE), además de alcanzar exportaciones energéticas por 30.000 millones de dólares anuales. “Nuestra meta es estar entre los diez mayores operadores de hidrocarburos no convencionales del mundo en el 2030”, afirmó Marín, captando la atención de los inversores. Con un enfoque técnico y una gestión centrada en la eficiencia, destacó la superioridad del yacimiento argentino: “En términos de rendimiento, Vaca Muerta es mejor que cualquier otro yacimiento no convencional de los Estados Unidos, por eso nos hemos concentrado en su producción”.

Para respaldar esta visión, YPF anunció dentro de su plan de inversión para 2025, una asignación estratégica: el 56% (u$s3.600 millones) se destinará al segmento de exploración y producción (upstream), u$s900 millones al área de refinación y comercialización (downstream), y u$s1.000 millones al desarrollo del negocio de GNL. Además, la empresa anticipó un aumento sostenido en los gastos operativos, alineado con la ampliación de sus operaciones, como parte de su proceso de crecimiento. “Cada dólar invertido está pensado para maximizar el valor de Vaca Muerta y consolidar nuestra posición en el mercado global”, destacó Marín.

La coyuntura, parte de la ecuación

El titular de YPF abrió su presentación subrayando la resiliencia de YPF ante la volatilidad del mercado petrolero. “No hay suficiente energía para el mundo. En el largo plazo, el precio del petróleo va a valer el equivalente a u$s70 por barril, y es el precio en el cual estamos haciendo nuestros cálculos. De todas formas, podemos desarrollar Vaca Muerta con un precio de 45 dólares el barril”, aseguró. Además, destacó que “Vaca Muerta puede desarrollarse con un valor de u$s45, porque el costo del barril integrando la curva de desarrollo de Vaca Muerta es u$s24 dólares por barril”, lo que refuerza la viabilidad económica del yacimiento incluso en escenarios adversos. “Vamos a desarrollar Vaca Muerta”, sentenció con convicción.

La hoja de ruta corporativa de YPF, presentada ante los inversores internacionales, se sustenta en tres pilares estratégicos: el desarrollo intensivo de Vaca Muerta, la expansión del negocio de gas natural licuado (GNL) y una transformación integral tanto productiva como financiera. Este enfoque busca reposicionar a YPF como un actor global, con un énfasis claro en la consolidación de su matriz operativa hacia el shale, que para 2030 representará más del 90% de su producción total, alcanzando 1.640 kboe/d de un total proyectado de 2.085 kboe/d. “Nos estamos transformando en un "pure shale player", con Vaca Muerta como el corazón de nuestra estrategia”, señaló Marín, marcando un punto de inflexión en la historia de la compañía.

El potencial de Vaca Muerta fue un eje central, reforzado por su comparación con yacimientos como Permian. Marín enfatizó que la geología única del yacimiento argentino, junto con su enorme volumen de recursos, lo posiciona como un líder global. “No solo compite con Permian; lo supera en calidad y oportunidades”, señaló, destacando que apenas se ha perforado el 10% de sus pozos, con más de 10.000 por desarrollar, lo que implica una oportunidad de inversión superior a los 200.000 millones de dólares. “Por eso hemos centrado nuestros esfuerzos en maximizar su producción”, reiteró. En este sentido, YPF proyecta un crecimiento significativo: para 2030, la producción de petróleo pasará de 410 mil barriles diarios a 820 mil, mientras que la de gas natural aumentará de 68 millones de metros cúbicos por día (MMm³/d) a 174 MMm³/d, impulsada principalmente por el desarrollo del shale.

Plan 4x4, Toyota Well y la eficiencia como eje

Un componente clave de su estrategia es el plan 4x4, que Marín presentó como el motor para los próximos años. Este plan busca multiplicar por cuatro la producción de petróleo y gas en cuatro años, acelerando el desarrollo de Vaca Muerta mediante inversiones intensivas, tecnología avanzada y alianzas estratégicas. “El 4x4 es más que una meta; es un compromiso para posicionar a YPF como un referente energético global, con Vaca Muerta como nuestro principal activo”, explicó, subrayando la capacidad de ejecución de la compañía. “Nosotros sabemos lo que tenemos que hacer”, afirmó, proyectando confianza en la ejecución del plan.

Marín también destacó el modelo Toyota Well, una iniciativa inspirada en los principios de eficiencia de la automotriz japonesa, diseñada para revolucionar la perforación de pozos en Vaca Muerta. “Estamos enfocados en el programa de eficiencia”, señaló, explicando que este enfoque permite reducir los costos operativos en un 30%, ahorrando entre 1.500 y 1.800 millones de dólares, al optimizar procesos desde la planificación hasta la ejecución. “Toyota Well es nuestra apuesta por la excelencia operativa, llevando la perforación a niveles de eficiencia nunca vistos en la región”, afirmó, posicionando este modelo como un diferenciador clave frente a competidores globales.

Como se mencionó, el plan de expansión presentado en Nueva York tuvo como piedra angular la meta de exportaciones por u$s30.000 millones para 2030, un objetivo que Marín defendió con datos concretos y una hoja de ruta clara. Este hito, explicó, requiere duplicar la producción de petróleo y gas, enfocándose en mercados estratégicos como Asia, India y Europa. “Cuando se piensa en energía, se piensa en el largo plazo, por eso pensamos que debemos tomar como referencia un valor para el barril de petróleo en el orden de los u$s70”, reflexionó, subrayando la visión estratégica de YPF. “No es una aspiración; es un compromiso respaldado por la capacidad de Vaca Muerta y la fortaleza operativa de YPF”, afirmó, generando entusiasmo entre los inversores.

Argentina LNG, un proyecto a largo plazo

El proyecto Argentina LNG, otro pilar del plan de expansión, fue presentado como esencial para alcanzar las metas de exportación. Marín destacó que esta iniciativa, ahora en alianza con Shell tras la salida de Petronas, avanza hacia una capacidad inicial de 10 millones de toneladas anuales, con potencial para convertir a Argentina en un exportador relevante desde 2027. “Argentina LNG no es solo un proyecto de YPF; es la puerta para que Vaca Muerta alimente al mundo con energía competitiva”, aseguró. El desarrollo del GNL se apoya en cinco pilares clave: el nuevo régimen fiscal RIGI, la incorporación de socios estratégicos globales, acuerdos con compradores de primer nivel, la calidad y escala del recurso en Vaca Muerta, y una estructura de financiamiento sólida, con un 70% vía project finance y un precio objetivo competitivo de 7,5 dólares por millón de BTU.

La autonomía operativa de YPF fue otro punto que Marín resaltó con énfasis. Agradeció al Gobierno por otorgarle libertad para liderar la compañía sin injerencias políticas, lo que ha permitido implementar reformas estructurales. “Esta independencia nos da la agilidad para tomar decisiones basadas en la rentabilidad y la sostenibilidad a largo plazo”, comentó, destacando que esta confianza refuerza la credibilidad de YPF en los mercados internacionales.

La eficiencia operativa, un sello de su gestión, también tuvo un lugar destacado. Marín detalló cómo YPF ha reducido el tiempo de perforación de pozos en Vaca Muerta de 40 días a 10,2 días, optimizando costos y acelerando el desarrollo. “YPF tiene un lifting cost en Vaca Muerta de u$s5 por barril”, reveló, posicionando a la compañía como un operador competitivo frente a estándares globales. “Cada día que ahorramos es una prueba de que podemos liderar con excelencia”, afirmó, conectando este logro con la superioridad de Vaca Muerta.

Frente a posibles crisis globales, Marín se mostró preparado para aprovechar oportunidades. Indicó que una caída prolongada en el precio del crudo permitiría renegociar contratos con proveedores, reduciendo costos operativos. “No nos paralizamos ante la adversidad; ajustamos y seguimos invirtiendo con visión estratégica”, dijo, subrayando la resiliencia como un componente esencial de su plan.

En infraestructura, el CEO destacó el oleoducto Vaca Muerta Sur, un proyecto de u$s3.000 millones liderado por un consorcio en el que YPF participa con un 27%. Esta obra, financiada sin intervención directa del Estado, busca resolver limitaciones logísticas para evacuar el crudo desde Neuquén. “Es una muestra de que la colaboración público-privada puede generar resultados de alto impacto”, señaló, reforzando su mensaje a los inversores.

El proyecto de GNL, más allá de Argentina LNG, también tuvo un lugar prominente, con un plan financiero a cinco años que refleja su viabilidad económica. Marín detalló que el flujo de fondos libre (FCF) será negativo entre 2025 y 2029. Sin embargo, una vez que el proyecto entre en régimen, YPF proyecta un FCF positivo de u$s1.000 millones. En cuanto al segmento “upstream” LNG, el CAPEX crecerá para estabilizarse en unos u$s1.000 millones hacia 2028-2029. “Estamos construyendo un proyecto rentable y competitivo, con potencial de exportación a largo plazo”, afirmó Marín.

Por último, Marín cerró con una reflexión sobre el cambio cultural que impulsa en YPF. Como símbolo de su compromiso con la austeridad, mencionó la venta de dos aviones ejecutivos de la compañía. “Queremos una gestión enfocada en resultados, no en privilegios”, dijo, abogando por una mentalidad que inspire confianza en los mercados y en la sociedad argentina. “Nuestra meta es una YPF que lidere el futuro energético con Vaca Muerta como estandarte global”, concluyó.

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