El presidente electo Donald Trump propuso cuatro grandes medidas de política económica: aumento de los aranceles, reducción o reversión de la inmigración, rebajas de impuestos y reducción de la normativa (especialmente en los sectores de la energía y las finanzas). Todas estas medidas podrían afectar a los mercados emergentes.
La deuda emergente y el impacto con Donald Trump: qué esperar de este nuevo ciclo económico global
Los indicadores fiscales suelen ser el punto más débil de estos mercados, pero la mayoría de los principales mercados emergentes ampliaron el perfil de vencimiento de su deuda y ahora emiten más en divisa local.
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El presidente electo Donald Trump y su política arancelaria modificará el comercio global.
Peligro estación inflación: una de las consecuencias de las políticas de Trump
La orientación expansiva de la política fiscal estadounidense y los aranceles podrían impulsar al alza la inflación en Estados Unidos. Los recortes de impuestos sin una reducción del gasto impulsan la demanda total en la economía, lo que normalmente aumentará los precios (salvo que la oferta también aumente) y puede provocar también un incremento de los salarios.
Por su parte, los aranceles se traducen directamente en un aumento de la inflación estadounidense, ya que aumentan el coste de los bienes importados. También podrían reducir la competencia extranjera, lo que daría a los productores nacionales más margen para poder aumentar sus precios, agravando así las presiones inflacionistas.
Que todo ello se traduzca en una inflación sostenida en el tiempo dependerá de la respuesta de la Reserva Federal a estos desajustes de precios. Una tendencia de endurecimiento monetario en la Reserva Federal podría también llevar a los bancos centrales de algunos mercados emergentes a mantener unos tipos de interés más elevados en sus respectivos países.
Estos riesgos son más acusados en los mercados emergentes más vulnerables, sobre todo en aquellos con una inflación elevada o persistente y una baja estabilidad externa. Brasil, por ejemplo, ya se vio obligado a subir los tipos en respuesta a la debilidad de la divisa y la preocupación del mercado por su situación fiscal.
El dólar y las divisas emergentes
El dólar debería fortalecerse, al menos inicialmente, si Estados Unidos optara por imponer nuevos aranceles y por una orientación más expansiva de su política fiscal. Los aranceles tenderán a reducir la demanda estadounidense de bienes importados ante el aumento de los costes, lo que disminuirá directamente la demanda de las correspondientes divisas extranjeras, que podrían debilitarse.
A más largo plazo, sin embargo, los aranceles pueden reducir las perspectivas de crecimiento en Estados Unidos, lo que tendería a debilitar el dólar.
De igual manera, una política fiscal de orientación expansiva podría aumentar las expectativas de crecimiento de la economía estadounidense y atraer flujos de capital al país, lo que impulsaría la divisa, pero, a largo plazo, un aumento del ratio deuda-PIB en Estados Unidos podría provocar el efecto contrario sobre el dólar.
Fundamentales en los mercados emergentes
Los indicadores fiscales suelen ser el punto más débil de estos mercados, pero la mayoría de los principales mercados emergentes ampliaron el perfil de vencimiento de su deuda y ahora emiten más en divisa local. Además, muchos mercados emergentes tienen margen para recortar los tipos de interés y respaldar el crecimiento si fuera necesario. China, en concreto, podría anunciar nuevas medidas de flexibilización fiscal, lo que contribuirá a contrarrestar el aumento de los aranceles.
Por su parte, los fundamentales corporativos de los mercados emergentes son favorables, sobre todo si los comparamos con los de los mercados desarrollados. Tras haber logrado superar la pandemia de una forma relativamente eficaz, los mercados emergentes, en términos generales, están en mejor situación que durante la mayor parte de la última década. Las elevadas tasas de impago que registraron las compañías de mercados emergentes en los últimos años estuvieron concentradas en áreas concretas, como el sector inmobiliario chino y las compañías afectadas por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Inversión en un entorno como el actual
En los mercados de deuda emergente en divisa local, las valoraciones siguen siendo bastante atractivas, ya que muchos bancos centrales de la región se apresuraron a subir los tipos de interés cuando las presiones inflacionistas comenzaron a aumentar en 2022-2023, pero se han mostrado más prudentes a la hora de recortar los tipos cuando dichas presiones han ido disminuyendo.
Ello significa que muchos países tienen margen para recortar los tipos de interés y respaldar el crecimiento en caso de que fuera necesario y siempre que la inflación esté controlada.
En los mercados de deuda soberana denominada en divisa extranjera, los sólidos fundamentales macroeconómicos de las economías emergentes en un contexto de disparidad de las valoraciones exigen una selección de títulos más rigurosa. Los mercados emergentes con menos vulnerabilidades externas y menos desequilibrios internos ofrecen una mayor capacidad de resistencia y una mayor flexibilidad para que las autoridades puedan hacer frente a los riesgos externos, aunque los diferenciales suelen estar ajustados en estas economías de mayor calificación.
Crédito corporativo de mercados emergentes: los fundamentales de las compañías de mercados emergentes parecen más favorables, ya que adoptaron un enfoque más prudente en lo que se refiere a su financiación. La representación geográfica y la estructura de riesgos de la deuda emergente son muy diferentes a las de la deuda soberana, lo que nos ofrece un elemento de diversificación. En el ámbito empresarial, la deuda de grado de inversión a más corto plazo demostró tener una buena capacidad de resistencia en periodos de volatilidad y puede contribuir al posicionamiento defensivo.
Perspectivas regionales: América Latina
Aunque América Latina está más vinculada al ciclo económico estadounidense que otras regiones, puede ser menos vulnerable a un contexto de aumento de los aranceles. Con la excepción de México, Estados Unidos suele mantener superávits comerciales bilaterales con las mayores economías de la región, que son fundamentalmente exportadores de materias primas y, por lo tanto, un objetivo menos obvio para los aranceles.
México, sin embargo, sí que podría verse afectado por la incertidumbre en torno a la revisión del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá en 2026, sobre todo en lo que respecta a la inversión extranjera directa procedente de China y el contenido de importación de las exportaciones de México. Sin embargo, el crecimiento de la economía estadounidense podría compensar algunos de estos efectos.
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