24 de marzo 2025 - 00:00

Licitación clave del Tesoro: la batalla por renovar pesos en medio de la presión cambiaria

Con vencimientos por $9,2 billones y un mercado que cierra posiciones de carry trade, el Tesoro enfrenta una licitación crítica. La capacidad de renovación será determinante para evitar una mayor presión sobre el dólar y contener la venta de reservas del BCRA.

Ministerio de Economía Economia MECON
Mariano Fuchila

En un contexto donde la demanda del dólar en el mercado único de cambios obligó al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a vender más de 1.200 millones de dólares en solo seis jornadas, el Tesoro enfrenta esta semana vencimientos de deuda en moneda local por 9,2 billones de pesos, lo que podría incrementar la cantidad de pesos en la economía y, en consecuencia, aumentar la presión sobre el tipo de cambio.

En las últimas ruedas, se ha observado un marcado sell-off sobre la deuda en pesos, así como también dificultades para colocar títulos a más largo plazo en las licitaciones recientes. Las tasas en el mercado secundario han registrado un leve aumento, lo que anticipa que probablemente el Tesoro deba convalidar una suba en la próxima licitación para maximizar la renovación de los vencimientos. Este escenario cobra especial relevancia no solo por el desafío que enfrenta el BCRA con sus ventas de dólares, sino también por la reducción en el stock de los depósitos del Tesoro.

Cuando, en medio de la estrategia por sanear al BCRA, se trasladó la deuda de este al Tesoro, también se transfirieron los pesos resultantes, lo que llevó a que los depósitos del Tesoro en el BCRA alcanzaran un máximo de 16,7 billones de pesos en septiembre de 2024. Sin embargo, hoy esa cifra se redujo a 6,1 billones, llegando incluso a tocar los 3,6 billones a finales de febrero.

El martes, el Tesoro dará a conocer el menú de instrumentos que ofrecerá en la próxima licitación. En las emisiones previas, dejó desiertos los bonos dollar-linked, pero se espera que esta vez encuentren una mayor demanda. Asimismo, es previsible que continúe la concentración en los instrumentos de menor plazo, dado el creciente apetito del mercado por menor exposición al riesgo de prórroga y tasas más altas.

El mercado cambiario también refleja el cierre masivo de operaciones de carry trade. Empresas exportadoras, que previamente podían tomar créditos en dólares a tasas bajas, convertían esos fondos a pesos para realizar colocaciones financieras, beneficiándose del diferencial de tasas y del crawling peg asegurado por el gobierno. En los últimos 12 meses, el stock de créditos en dólares aumentó de 5.000 millones a más de 12.000 millones, y su conversión a pesos fue uno de los factores clave que permitió al BCRA ser un comprador neto de divisas en el segundo semestre del año pasado.

Sin embargo, ante un posible cambio en el régimen cambiario producto del nuevo acuerdo con el FMI, las expectativas de rentabilidad de estas operaciones se han deteriorado. Como resultado, los actores del mercado comenzaron a cerrar sus posiciones de carry trade y los importadores a cancelar sus obligaciones en dólares. Paralelamente, los exportadores demoran la liquidación de divisas, esperando un mejor tipo de cambio. Esta combinación de mayor demanda (por cierre de carry trade y pago de importaciones) con una menor oferta de dólares (demora en la liquidación de exportaciones) explica la reciente presión sobre el BCRA y sus ventas de reservas.

En este escenario, la licitación del Tesoro adquiere una importancia crítica. Cuantos más pesos logre renovar, menor será la presión sobre el dólar, evitando que el BCRA tenga que intervenir de manera más agresiva y profundice las ventas diarias. Una renovación insuficiente podría traducirse en un flujo adicional de pesos que, en un contexto de crecientes tensiones cambiarias, podría alimentar aún más la demanda de dólares y comprometer las escasas reservas del país.

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