Los cinco pasos que debes seguir cada vez que recibes un billete de 100 dólares, según las autoridades de los Estados Unidos

Siempre y cuando no quieras llevarte sorpresas con el dinero norteamericano, deberás tener en cuenta esto.

Ante el avance de la tecnología y las técnicas de falsificación, las autoridades gubernamentales estadounidenses han redoblado esfuerzos a la hora de explicar cómo comprobar si un billete de dólar es verdadero o falso. Por eso, hizo énfasis en cinco pasos indispensables para su verificación.

Si bien el más atacado es el billete de 100 dólares por ser el de mayor valor, las características suelen ser las mismas desde el ejemplar de 5 dólares en adelante, por lo tanto las medidas de seguridad, si bien varían en pocas de sus características son, en su mayoría, similares.

Estas son las medidas de seguridad de un billete de 100 dólares, según las autoridades de los Estados Unidos

La primera recomendación es inclinar el billete, mediante esta acción se pueden apreciar 3 características de seguridad presentes en todos los ejemplares. En primer lugar, el número 100 de los extremos cambia de color, pasa de cobre a verde. En segundo lugar, sucede lo mismo con la campana en el tintero que está ubicada a la derecha del retrato de Franklin. A continuación, se genera un efecto visual con la banda de seguridad vertical azul también ubicada a la derecha del retrato. Las campanas y los números 100 se mueven de un lado al otro.

La segunda recomendación es mirar a contraluz. De esta manera se pueden comprobar las dos medidas restantes. En principio, la banda de seguridad debe ser visible tanto en el frente como en el reverso del billete, y esto se puede apreciar perfectamente colocando el ejemplar a contraluz. Por último, aparece la marca de agua. Esta característica se puede ver sobre la derecha del papel, mostrando la imagen de Franklin, muy similar, casi idéntica a la del retrato.

La última recomendación es, una vez detectado un billete falso, realizar la denuncia correspondiente ante las autoridades competentes para dar conocimiento de el problema y ayudar a combatir la situación delictiva.