La salida por goteo de los depósitos en dólares volvió tomar envión en las últimas ruedas. Luego de un interregno de tres días de tenues rebotes, las colocaciones bancarias del sector privado en moneda extranjera retomaron la baja. Así, en cuatro meses, salió del sistema el equivalente a casi el 20% de las divisas que entraron al blanqueo en efectivo.
Los depósitos en dólares vuelven a caer: en cuatro meses se fue casi el 20% del efectivo que entró al blanqueo
Desde el pico de fines de octubre, cayeron u$s4.284 millones. Junto a la intervención del BCRA sobre la brecha y los pagos de deuda, son factores claves de presión sobre las reservas.
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Caen los depósitos en dólares y suman presión a las reservas del BCRA.
Se trata de una variable relevante en momentos en que se incrementan los cuestionamientos al esquema cambiario. Por un lado, porque los depósitos en dólares constituyen el plafón en el que se sustenta buena parte de la capacidad prestable de los bancos en moneda extranjera. Y justamente los préstamos en dólares a empresas fue una de las pocas herramientas que tuvo a mano el Banco Central para comprar divisas en el mercado oficial durante el último tiempo. Por otro lado, porque al caer empujan a la baja a los encajes y afectan el nivel de reservas, que se encuentra en estado crítico.
El último dato disponible del BCRA muestra que, el 26 de febrero, los depósitos privados en dólares cayeron en u$s58 millones hasta los u$s30.342 millones. Fue la tercera caída diaria consecutiva luego de tres jornadas de leves rebotes, que habían cortado un drenaje por goteo que parecía incesante. Así, en lo que va del año, acumulan un retroceso de u$s1.149 millones.
El último pico se alcanzó el 31 de octubre, al filo del cierre de la primera etapa del blanqueo de capitales, en la que se podía regularizar dinero en efectivo. Ese día, los depósitos en moneda extranjera del sector privado alcanzaron los u$s34.626 millones. De entonces a esta parte, acumularon una sangría de u$s4.284 millones.
A causa de los grandes incentivos dispuestos por el Gobierno, el abultado resultado del blanqueo fue el gran motor del crecimiento de los depósitos en dólares entre agosto y octubre de 2024. Según los números de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, la ex AFIP), durante la primera etapa del proceso de regularización de activos se blanquearon u$s22.165 millones en efectivo. Esto significa que la salida de depósitos privados en moneda estadounidense acumulada desde el 31 de octubre ya equivale al 19,3% del dinero blanqueado en efectivo.
Salida de depósitos en dólares y la estrategia del BCRA
Mantener el nivel de depósitos privados en dólares resulta clave para la estrategia del equipo económico. El incremento del stock fue lo que generó un plafón de dinero prestable a los bancos, que permitió aumentar fuertemente el otorgamiento de crédito en dólares a las empresas. El Gobierno se encargó de estimular ese círculo, con un claro incentivo al “carry trade” al pagar tasas de interés en pesos superiores al ritmo de devaluación impuesto por la “tablita” de Luis Caputo y Santiago Bausili. Esto llevó a que muchas empresas se apalancaran con financiamiento en dólares y se pusieran a hacer tasa en pesos en busca de jugosos retornos en moneda dura.
¿Por qué a los funcionarios les interesaba que esto sucediera? Porque los préstamos en dólares se liquidan automáticamente en el mercado oficial de cambios. Eso incrementa la oferta de divisas en esa plaza y le permite al BCRA obtener un saldo comprador. En el último tramo del año pasado y en los comienzos de 2025, fue uno de los pocos factores de peso que le permitió contrarrestar parcialmente el creciente déficit de cuenta corriente cambiaria. Ese rojo se incrementa al compás de la apreciación que propicia el Gobierno para contener la inflación hasta las elecciones y demanda tener importantes ingresos por el lado de la cuenta financiera.
Lo cierto es que el drenaje de depósitos y la expansión sostenida del crédito en moneda extranjera fueron comiendo la capacidad prestable en dólares, al menos para prestarles a los exportadores. Aunque ese tipo de financiamiento aún tiene margen para seguir en alza. La pregunta clave es cuál es el margen remanente.
La consultora 1816 estimó que, apoyados en el incentivo al “carry trade”, podrían generarse al menos otros u$s3.000 millones en el corto plazo. En la actualidad el stock de préstamos en dólares al sector privado superó los u$s13.500 millones y el informe de 1816 recordó que, con un nivel de depósitos similar, el stock máximo durante el gobierno de Mauricio Macri fue de u$s16.600 millones.
Más allá de que el BCRA flexibilizó las restricciones y habilitó que los bancos puedan prestarle dólares a empresas no exportadoras y personas humanas si esos fondos son obtenidos a través la colocación de deuda en el exterior, en la city consideran que a este puente de divisas le quedan unos pocos meses de cuerda.
Presión sobre las reservas
Mientras el esquema cambiario suma cuestionamientos de economistas de todo el arco ideológico y el Gobierno se aferra a la negociación por un salvavidas del FMI, todos miran las arcas del BCRA. Precisamente, el drenaje de depósitos en dólares es uno de los factores que suma presión sobre el nivel de reservas brutas ya que afecta el nivel de los encajes (el efectivo mínimo que, por normativa, tiene que quedar resguardado en el Central).
No se trata del único. Se suma a los pagos de deuda externa y a la creciente intervención que realiza la autoridad monetaria para evitar que se ensanche la brecha cambiaria. En enero, por caso, destinó u$s984 millones de las reservas para intervenir de forma directa sobre los dólares financieros; un monto que se suma a los cerca de u$s1.500 millones de exportaciones que se liquidaron en el CCL a raíz de la continuidad del “dólar blend”.
Las reservas netas siguen en terreno bien negativo: entre u$s4.000 millones y u$s10.000 millones, dependiendo de la metodología que se use. Las reservas brutas siguen en baja. Y los analistas estiman que, con este esquema, habrá un faltante de divisas este año de entre u$s9.000 millones (consultora 1816) y u$s13.000 millones (CP Consultores). Un agujero que Javier Milei y Luis Caputo quieren cubrir con el nuevo endeudamiento del Fondo, que justamente exige una modificación del esquema cambiario, con mayor ritmo de devaluación y desarme del cepo.
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