Mercado 2025: expectativas con los bonos, qué pasará con el "carry trade" y Brasil como el talón de Aquiles

Los encuentros finales de 2024 ocurrieron en medio de pocas operaciones, bajo volumen y una que otra sorpresa. En las primeras conversaciones del 2025, los protagonistas de las mesas arrancan con más calma y se verá poca actividad, por lo que aconsejan cautela.

Hay optimismo en el mercado por lo que se viene. Pero a estos precios es muy poco probable que se repita un año de ganancias tan altas como las que regaló el 2024. 

Hay optimismo en el mercado por lo que se viene. Pero a estos precios es muy poco probable que se repita un año de ganancias tan altas como las que regaló el 2024. 

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Celebraciones por doquier marcaron el fin de año y el llamado, por gran parte del mercado, “cambio de época” en ambas orillas del Río de la Plata. Los mercados operaron, con mucha gente de vacaciones, con volatilidad, en semanas cortas con el protagonismo de las tasas de interés tras los vaivenes previos a Navidad y Año Nuevo. El semblante de los festejos se encuadra en las fuertes ganancias acumuladas en el año, sobre todo, aquellos que apostaron al experimento libertario. Al respecto, un conocido asesor regional, ex Bear Stearns, le decía a clientes y colegas en un ágape en Fort Lauderdale (Miami) que aquel inversor que compró los bonos Argentina 2035 en Nueva York desde la victoria de Javier Milei está a punto de triplicar su dinero, algo pocas veces visto desde un triunfo electoral. Este sentimiento de optimismo también parece tener correlato en parte de la opinión pública ya que, según un colega argentino invitado al ágape, un reciente sondeo arrojó que por un lado un 52% evalúa negativamente la situación económica actual del país pero en términos de las expectativas futuras un 53% de la población cree que la economía estará mejor dentro de un año.

En la reunión mucha gente de las mesas de operaciones de Latinoamérica, sobre todo de monedas. ¿Qué dijeron? Todos están mirando tres monedas: el peso mexicano, el real y el peso chileno (están cotizando en rangos de $20,7-21, R$6,23-6,9 y $996-1.000 respectivamente). Respecto de México, dicen que la Presidente no está haciendo las cosas bien pero tampoco tan horribles, pero no ven incentivo por el “carry trade”, mientras que en Brasil el banco central sigue interviniendo pero lo que pasa es que lo único que hace es morigerar el escenario pero no cambiarlo, los inversores no ven un cambio tendencial importante así que mientras Lula siga haciendo de las suyas al real lo ven más cerca de 7 que de 6. En el caso chileno, el dólar rozando los 1.000 pesos hace que en las mesas trasandinas se equivoquen y operen creyendo que la suba del dólar es por un tema externo. Un avezado gestor de monedas, que operó años en Santiago, recordó que los grandes negocios o fracasos se hicieron vendiendo dólares y no comprando, porque históricamente el banco central ha tenido un papel de protector y por ende los operadores salen a jugar a la espera que el ente monetario salga a protegerlos, a defenderlos, porque tienen suficientes reservas, puede ser cierto pero puede también puede surgir alguna amenaza, por eso lo más sano no es ir contra el dólar. Estas dos semanas light permitieron estos encuentros finales en medio de pocas operaciones, bajo volumen y una que otra sorpresa. Mucho ruido ahora con los datos de China, pero también con los dos atentados en EEUU, sobre todo el de Las Vegas donde explotaron un Tesla frente a un hotel de Trump, todo un símbolo para los analistas. Por lo que se percibió en estos encuentros y en las primeras conversaciones del 2025, el mercado arranca con más calma y se verá poca actividad, por lo que aconsejan cautela.

Señales de escasez de pesos y perspectivas para los bonos

Un grupo de hombres del mercado rezagados de sus pares que ya cruzaron el charco, comentaban en un bunker de Puerto Madero sobre la novedad de que el FMI hará una evaluación del programa este mes, lo que constituye uno de los pasos previos para negociar un nuevo acuerdo con Argentina. Sobre la plaza financiera local destacaban que la tasa de caución a 3 días se negoció al 35% nominal anual promedio en BYMA el lunes pasado en sintonía con la del BCRA, pero que había llegado a operarse arriba del 40% anual. A la vez el stock de Pases activos del BCRA superó el medio billón de pesos el viernes último. Para estos expertos locales se trata de todas señales de la escasez de pesos de fin de año. De todos modos, opinaron que el fuerte rebote del tramo largo de la curva de tasa fija encastra con las menores expectativas de inflación.

Con vistas ya al 2025 señalaron que los bonos tienen metido en precios una inflación de 1,9% mensual promedio para el primer cuatrimestre, de 1,4% mensual promedio entre mayo y octubre y de apenas 0,8% mensual promedio entre noviembre y enero 2026. Un fanático de los argendólares calculó que el stock de depósitos cayó más de 3.050 millones desde octubre donde en el último tramo del año puede haber jugado algo a favor la estacionalidad típica de Bienes Personales aunque tiene sentido que esta vez la estacionalidad haya sido mucho menos marcada, por el éxito del blanqueo.

Sobre el contexto internacional, hablaron mucho sobre la presión que siguen soportando los bonos, ya que los rendimientos de los bonos del Tesoro americano de largo plazo subieron debido a expectativas de inflación más altas en 2025, lo cual ejerció una presión bajista sobre las acciones, en un claro contraste contra las esperanzas de los inversores de presenciar la tradicional suba navideña ("Santa Rally"). Uno de los más académicos con pasado en las mesas neoyorkinas señaló que Powell quiere mantener las decisiones de la Fed ajenas a los avatares políticos pero algunos analistas entienden que las proyecciones de la Fed de tasas e inflación más altas responden a las propuestas de Trump de aumento en los aranceles de importación. A esa altura apareció el más especulador del grupo que proyectó escenarios para los bonos argentinos a marzo si convergen a tasas de otros emergentes. Recordó que el próximo 9 de enero se ejecutará un pago de u$s3.500 millones en capital e intereses al sector privado, lo que generará un exceso de oferta de divisas, lo que combinado con el buen desempeño de las cuentas fiscales, podría impulsar nuevas subas en los activos argentinos, especialmente en los precios de los bonos en dólares. De darse el pronóstico de este jugador el bono GD30 y el GD35 podrían subir más de 15% y 26% respectivamente. Un colega más cauto recomendó meter algo del bono BOPREAL 2026 que está rindiendo casi 10%.

Un 2024 de muy altas ganancias: ¿y 2025?

Mientras que del otro lado de la orilla, ya las tribus habitués de Punta del Este y José Ignacio instaladas en la previa de las fiestas, exhalan optimismo sobre lo que viene, sobre todo, si se mantiene el ancla fiscal y la inflación sigue cediendo. Claro que entienden que a estos precios es muy poco probable que se repita un año de ganancias tan altas como las que regaló el 2024. Es que a medida que los bonos argentinos se acercan a los rendimientos de sus pares cada punto de compresión en sus tasas se vuelve más costoso. Un banquero, que abrió su chacra para clientes y amigos, les dijo que se preparan para una competencia mucho más ajustada entre bonos soberanos, provinciales y corporativos. Por eso, un invitado, tiró sobre la mesa que las perspectivas para el “carry trade” eran menos atractivas, y solo habría valor táctico en el “carry” con LECAP y bonos CER para aprovechar que las intervenciones del BCRA le ponen un techo al dólar financiero.

Sobre la inflación de diciembre, un comensal compartió los datos del último relevamiento de EcoGo que marca que la estacionalidad propia de las vacaciones de verano y las fiestas traccionaron el consumo y los precios al alza el mes pasado: Alimentos y bebidas +3% y la inflación mensual en 2,9% (traccionó el precio de la carne vacuna que subió 9,7% mensual en la primera semana, los alimentos consumidos dentro del hogar subieron 3,2% y los consumidos fuera del hogar 2,1%, o sea, en los últimos 12 meses acumulan alzas de 116,2% y 98,2% respectivamente y dejan un arrastre para enero de 0,7 puntos). Pero el consenso de los presentes es que Brasil será el talón de Aquiles de la región este año donde la depreciación del real y la inestabilidad de los precios de los minerales continuarán presentes con la llegada de Trump a la presidencia. El fanático de los números tiró que con Lula el déficit fiscal está en 10% del PBI, con el pago de intereses, y el externo en 4%, de modo que un dólar a 6 reales no es sorpresa, por lo que teme que el sector privado, si continúa la depreciación, salga a buscar cobertura, profundizando el problema.

Del otro lado del cónclave, las mujeres chusmeaban sobre la nueva boutique de la “Tucu” Martínez, la Tuken Vintage, nuevo punto de encuentro cultural y fashion, que tuvo entre los más de 200 invitados a la inauguración a Andrea Frigerio, Zuzu Coudeu, las hermanas Rossella y Patricia Della Giovampaola, Teresa Calandra, y hasta Ramiro Agulla, entre otros. Pero sin duda el evento fue en Lote 8 donde en un exclusivo almuerzo en Pueblo Edén estuvieron casi todos los popes de las finanzas y los negocios. Convocaron al chef Lucas Bustos de Gurisa para el evento gastronómico donde presentaron en sociedad los aceites de oliva de Lote 8. Entre otros dijeron presente: Alejandro Macfarlane, Angie Landaburu y Augusto Marini, Evangelina Bomparola y Juan Pons, Alejandro y Bettina Bulgheroni, Jorge Brito y Gabriela Vaca Guzmán, Pablo Cosentino, Cristiano Rattazzi y Gabriela Castellani, Eduardo Maiorano y Patricia la Negra Torres, Augusto Rodriguez Larreta, Sabine Mulliez y Pedro Aguirre Saravia, Enrique Bruchou, Anita Álvarez de Toledo, Ana Luisa Behrens, Jorge Pepa, Solange Mayou y Stefano Costigliolo. En un rincón se hablaba sobre la refinanciación del bono internacional de 600 palos de MSU Energy que vence este año. Al parecer estructuraron un préstamo sindicado de más de 200 palos y emitieron un nuevo bono internacional a 2030 por el resto.

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