La llegada de Javier Milei al Gobierno trajo un cambio significativo en la dinámica salarial. El inicio de su gestión estuvo marcado por una devaluación que afectó tanto a los trabajadores registrados como a los no registrados. Sin embargo, quienes tienen acceso a negociaciones paritarias lograron una recuperación más rápida en comparación con los empleados informales y estatales, quienes, a diferencia de los primeros, sufrieron un deterioro en sus ingresos debido al "techo" que se fijaron en los incrementos mensuales.
Salarios vs. inflación: qué sectores ganaron y cuáles perdieron en el primer año de la era Milei
Tras un año de análisis y seguimiento de la evolución salarial, dos informes privados se suman al relevamiento realizado por Ámbito para examinar cómo fue en este aspecto el primer año del Gobierno libertario.
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Entre los sectores que lograron superar a la inflación se destacan los trabajadores de entidades deportivas y civiles, los empleados de estaciones de servicio, los químicos, gráficos, aceiteros y bancarios.
Un estudio elaborado por Fundar mostró que en la dinámica de los ingresos hubo situaciones heterogéneas. Por ejemplo, remarcaron, los docentes universitarios tuvieron un deterioro salarial del -25%, empleados públicos -23%, empleadas de casas particulares -21%, salarios no registrados -19% y salarios privados registrados del -9%. Un caso a destacar es que aquellos que cobran Asignación Universal por Hijo son los únicos que lograron sostenerse al resguardo ante la inflación con un crecimiento real del 27%.
Según Fundar, la heterogeneidad en la evolución salarial también se manifestó entre empleados públicos y privados, principalmente en la negociación colectiva. “Con el cambio de presidencia, el gasto en salarios del sector público sufrió un importante recorte, explicado tanto por los despidos masivos como por una negociación salarial que no se ajustó al ritmo de la inflación", señala el informe. Esto resultó en una caída real del 22% en los salarios públicos entre noviembre y enero, una reducción significativamente mayor en comparación con el sector privado, donde la pérdida fue del 12%.
Dentro del sector privado, los desempeños menos favorables estuvieron asociados a retrasos en la firma de acuerdos (o en una homologación demorada por la Secretaría de Trabajo) y a aumentos intermitentes que no lograron compensar la inflación pasada. Por el contrario, los sectores con mejor desempeño adoptaron estrategias como acortar la duración de los acuerdos y establecer aumentos mensuales.
Es importante destacar que una tendencia señalada en notas previas sobre incrementos salariales mensuales fue el avance de gremios que implementaron ajustes en algunos casos de forma automática, en otros, superando la inflación o incorporando ajustes para el mes siguiente. Estas medidas, combinadas con bonos adicionales, permitieron a muchos trabajadores del sector privado experimentar una recuperación salarial, especialmente en la segunda mitad del año cuando, cuando, al mismo tiempo, la actividad económica también mostraba signos de cierta recuperación.
El análisis salarial: primer trimestre vs segundo trimestre
Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación y Coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma compartió a Ámbito un interesante informe titulado "Elige tu propia aventura". En él analiza la dinámica salarial durante el primer año de Javier Milei.
"El salario en el primer trimestre fue acompañando a la inflación, aunque en niveles mucho más bajos. La historia volvió a ser distinta a partir del segundo trimestre, cuando el salario promedio en el sector privado comenzó a recuperar posiciones hasta casi equiparar en septiembre la situación previa a la devaluación, mientras que en el sector público ese crecimiento fue mucho más leve, perceptible únicamente en la frialdad de una planilla de cálculos", explicó Campos.
Según su análisis, en el sector público la caída salarial fue una constante, sin excepciones. Por el contrario, en el sector privado prevaleció la “dispersión”, con marcadas diferencias entre gremios y acuerdos.
El informe también pone énfasis en la variación entre los valores reales y nominales, ofreciendo un cuadro detallado con el desempeño de cada gremio.
"Este fenómeno no es nuevo, pero es posible que 2024 haya sido el año con mayor disparidad sectorial dentro de las paritarias del sector privado registrado. Tanto en la frecuencia como en la magnitud de los acuerdos, la ausencia de pautas o patrones relativamente homogéneos fue la norma durante el año", afirmó Campos.
Por último, de cara a 2025, los principales economistas anticipan un rebote económico. Aunque las proyecciones varían en torno a un crecimiento del 3% o algo superior, el consenso apunta a que la dinámica salarial no repetirá el esquema de 2024. Es decir, se espera que los salarios estén más alineados con la inflación. Según Campos, el eje del debate en 2025 no girará tanto en torno a las diferencias sectoriales, sino al "impacto en la actividad económica y el empleo".
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