La reciente reducción de las retenciones hasta fines de junio para las empresas que vendan cereales al exterior, junto con la eliminación de los derechos a la exportación para las economías regionales, producirá una mejora en la rentabilidad del campo. De todos modos, tras conocerse la letra chica del decreto presidencial, el alivio no será para todo el sector.
Tras la baja de las retenciones, ¿en cuánto mejora la rentabilidad para el campo?
Advierten que la baja de retenciones mejorará la rentabilidad del agro, aunque tras conocerse la letra chica afirman que el alivio no será para todos. ¿Por qué el sector mira de reojo la medida?
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Para acceder al beneficio, las compañías tienen que liquidar al menos el 95% de las divisas a los 15 días de presentada la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Esta medida solo rige para los principales granos y subproductos, ya que las economías regionales quedan exentas.
Tal es así, que fuentes oficiales del sector señalaron a Ámbito que esta medida exigirá un "mayor esfuerzo por parte de los exportadores", a la vez que tendrán que examinar la forma en la cual se operarán en el mercado una vez que estén dadas todas las reglamentaciones. Cabe destacar que, aún resta que, tanto la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), como el Banco Central (BCRA) y la Secretaría de Agricultura reglamenten la baja de la alícuota.
Ante la reducción de las retenciones, el sector pidió que la baja se mantenga, debido a la caída en la competitividad que sufrió en los últimos años. "A lo que apuntamos nosotros es a una reducción de los Derechos de Exportación (DEX) al 0%", afirmaron fuentes del segmento agrícola.
Baja de retenciones: mejora de la rentabilidad
En un informe titulado "Motor Productivo", del IERAL de Fundación Mediterránea, ponía de manifiesto que con el régimen cambiario actual de “crawling peg”, con depreciaciones mensuales fijas preestablecidas en torno al 2% mensual -que a partir de febrero pasarán a ser del 1% del tipo de cambio nominal- se logró un buen resultado en el proceso de estabilización macroeconómica, pero no así para el mercado de cereales. Es que, esta desvalorización administrada elimina la posibilidad de una devaluación; es decir, de una corrección cambiaria que apunte a mejorar rápidamente la ecuación económica del sector exportador.
Aunque tras la baja de retenciones, desde Fundación Mediterránea destacaron que la rentabilidad neta del productor (margen después de impuestos) aumentaría un 12% en zona núcleo (sudeste de Córdoba), equivalente a u$s52/ha; y un 20% en zona extrapampeana (Santiago del Estero, centro-norte del país), unos u$s41/ha más.
Esta suba de rentabilidad sería si se mantiene la reducción de retenciones durante todo el 2025. "Luce poco probable que se retrotraiga la acción a mediados de año, teniendo en cuenta las elecciones legislativas en el mes de octubre", destacaron desde la Fundación Mediterránea.
"Estos dólares 'extras' para el productor son, a su vez, los que perdería de recaudación el estado, implicando una retracción del 8-10% de los ingresos totales del fisco con respecto al escenario sin reducción del impuesto", explica el investigador de la sección Productiva de IERAL, Franco Artusso, en el informe.
Sin embargo, esa pérdida es sustancialmente menor a la impuesta al DEX, debido a que como contrapartida se recauda más del Impuesto a las Ganancias (+15-21% dependiendo la zona), pero también por el Impuesto a los Sellos (+6%), al cheque (+4%) e Ingresos Brutos (+2%).
¿Quién gana con la baja de las retenciones?
Al considerar los cambios en la estructura tributaria y los distintos niveles de Gobierno que recauda cada impuesto, las provincias serían las beneficiadas tras la reducción de los DEX. Pasarían a recaudar 12-15% más, un extra de u$s16 por hectárea en zona núcleo y de u$s11/ha en zona extrapampeana. La contracara es una menor recaudación de Nación, que absorbería toda la pérdida, recaudando 14-15% menos (u$s68 en la zona núcleo y u$s52 en la extrapampeana).
"Así las cosas, la carga tributaria mermaría 6,5-8,2 puntos porcentuales en Nación y aumentaría de 1,5-1,7 puntos en las provincias", resume Artusso.
"En conjunto, la carga tributaria total sobre el productor (Nación más provincias) disminuiría entre 5 y 6,4 puntos porcentuales tras la reducción, pero aun así seguirá siendo muy elevada en el 2025: promediaría 54,4% en zona núcleo y 60,6% en zona extrapampeana. Esto quiere decir que, luego de pagar impuestos, al productor agrícola de zona núcleo le quedará tan solo el 45,6% de la renta que genere con su actividad (ingresos menos costos) y al de zona extrapampeana apenas el 39,4%", concluye el informe.
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