21 de abril 2025 - 00:00

Ventajas y riesgos de un dólar a $1.000

El gobierno manifestó su intención de no intervenir para evitar que el dólar llegue a $1.000. El desafío para las empresas que pierden competitividad. El peso de los impuestos. En el último año cerraron casi 11 mil MiPymes.

Javier Milei aseguró sobre el dólar: No se va a intervenir hasta que toque el piso de la banda. esto es, hasta $1.000 no se compra.

Javier Milei aseguró sobre el dólar: "No se va a intervenir hasta que toque el piso de la banda. esto es, hasta $1.000 no se compra".

Tras haber cerrado el dólar oficial el pasado miércoles a $ 1.190 -con una caída de $ 60 respecto del pico del lunes-, el presidente Javier Milei anticipó vía X que “No se va a intervenir hasta que toque el piso de la banda. esto es, hasta $1.000 no se compra”. Es decir, la conducción económica no va a hacer nada para evitar que el tipo de cambio se vaya al piso de la banda ($1.000), comentan en la Casa Rosada.

Cerca del presidente aseguran que, de esta forma, el primer mandatario es fiel a sus principios en cuanto a que deben ser los mercados los que determinen los precios.

Y, la posibilidad de que el dólar se acerca a unos $1.000 puede no ser tan lejana. Es que hay liquidaciones demoradas por parte del agro (básicamente por las últimas lluvias, explican en el sector) comiencen a registrarse; el BCRA reglamentó el ingreso de capitales -con un parking de seis meses- y la liberación del cepo para la remisión de utilidades y giros al exterior, entienden en gobierno, hará que inversiones retenidas puedan comenzar a liberarse.

Desde la oposición se hacen otras interpretaciones. Hay quienes dicen que también pesan cuestiones de personalidad, toda vez que -argumentan - Milei disfruta demostrando que están equivocados “los econochantas” – como definió a los economistas que pedían una devaluación -.

En los últimos días el presidente mantuvo un fuerte intercambio con Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de Mauricio Macri. Milei le dijo en redes sociales “si querés debatir conmigo primero tenés que cumplir cinco condiciones: 1. Superávit fiscal; 2. Pagar la deuda; 3. Levantar el CEPO; 4. No mentir; 5. No operar para generar crisis.”

En tanto, en medios del ministerio de Economía – y en concordancia con el presidente – comentan que no intervendrán en el mercado de cambios a menos que la divisa llegue al piso de la banda.

Inflación

Además, en el equipo económico pesan otras cuestiones. Por un lado, el retroceso en el valor del dólar ayudaría a contener las presiones inflacionarias, tras el repunte del índice de precios al consumidor (3,7%) registrado en marzo -las estimaciones privadas proyectan entre 4 y 5% para abril-.

Los primeros números que maneja el Palacio de Hacienda arrojan que es bajo el traslado a precios de la corrección del tipo de cambio oficial. Por caso, citan que en alimentos son pocos los rubros que tuvieron “algunos aumentos como el caso de aceites”, además de ponderar el rechazo a las listas con subas de precios por parte de los supermercados. Afirman que en otros sectores como autos el pass through fue cero (salvo el caso de una terminal que aplicó un ajuste de 3%).

En paralelo, cuanto más bajo cotice el dólar más fácil será para el Gobierno alcanzar el – exigente – objetivo de acumulación de reservas que contempla el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

En medios privados se calcula que debería comprar en el mercado unos 3.500 millones de dólares para cumplir con las metas de reservas de junio, al tiempo que la necesidad del Tesoro hacia julio asciende como mínimo a otros 4.000 millones (de los cuales hoy tiene cerca de 1.900 millones).

Leche y pan

Pero dejar que caiga el tipo de cambio oficial perfila nuevos problemas en el frente externo. Analistas consideran que las exportaciones están estancadas o en retroceso, mientras que las importaciones registran fuertes crecimientos. Los números del intercambio comercial de marzo muestran que las cantidades exportadas cayeron 4,2% con relación a igual mes del año pasado en tanto que las compras externas subieron 47,5%. La guerra comercial desatada por los aranceles impuestos por los Estados Unidos perfila complicar aún más el panorama.

“Cuando se importan productos que no podrían ingresar al mercado argentino sólo por el costo de los fletes, como el pan o la leche, estamos en problemas”, se comenta en medios de la industria.

El impacto no se limita a la actividad manufacturera. Los cálculos del sector rural arrojan que los productores que arrendaron campos, en general, terminarán la campaña a pérdida, se lamentan en el sector.

Impuestos

“El tipo de cambio oficial tiende al piso de la banda cambiaria ($1.000) en lugar del techo ($1.400). Desde el punto de vista del objetivo de minimizar el impacto inflacionario es una buena noticia. Desde el punto de vista de la producción nacional a este nivel de tipo de cambio se intensifican los problemas de competitividad”, señala la consultora IDESA.

Es sabido el reclamo empresarial por bajar la presión impositiva, objetivo que también se plantea el gobierno, pero que no podrá llevar a cabo rápidamente.

En este sentido, IDESA señala que hay impuestos que “son letales para la competitividad” a saber: el impuesto al cheque (recaudó 1,6% del PBI); los derechos de exportación (1,0% del PBI) y a nivel provincial, el impuesto a los ingresos brutos recaudó 4,2% del PBI y el impuesto a los sellos 0,4%. En tanto, que, a nivel municipal, la tasa de industria y comercio recaudó 0,8% del PBI.

“Estos datos muestran que los principales impuestos distorsivos generan ingresos por el equivalente al 8% del PBI. Esto implica casi un 30% del total de los recursos con que cuenta el sector público nacional, provincial y municipal”. Con estos datos, la consultora concluye queno hay posibilidades de eliminar o reducir estos impuestos distorsivos sin volver a caer en déficit fiscal”. Sin embargo, estos impuestos son letales para la competitividad.

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Empresas

En este sentido, un dato resume el problema: los números oficiales recabados por Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), muestran que no se crean empresas, por el contrario, están cerrando pymes.

Bajaron las persianas más de 10.000 - en diciembre de 2023 había registrados 390.889 empleadores con hasta 5 personas, cifra que se redujo a 380.187 en febrero último -.

Para tener una idea, siempre en base a datos oficiales, en diciembre del 2019 había 401.983 empresas con hasta 5 empleados, con el inicio de la pandemia en marzo del 2020 disminuye a 386.702 y en diciembre del 2024 se registra, al menos por ahora, la cifra más baja con 380.187 MiPymes. Hay menos mini empresas que durante la pandemia.

La pérdida de empleo generada por el cierre de empresas fue parcialmente compensada por la absorción de mano de obra en otras compañías.

Así, los datos oficiales de desocupación para el cuarto trimestre de 2024 arrojan una tasa de desempleo de 6,4%, por encima de fines de 2023 (5,7%), pero con una mejora en comparación con el tercer trimestre de 2024 (6,9%).

Además, el problema que sigue subsistiendo es la baja calidad de los trabajos en un mercado laboral en el que es muy alta la informalidad.

Los números del INDEC muestran que en el último trimestre del año pasado (último dato disponible) la tasa de empleo informal fue 42%, es decir las personas ocupadas, ya sean independientes o en relación de dependencia, que desarrollan sus actividades al margen de las normas que las regulan.

Dólares

Desde una perspectiva de mediano a largo plazo, es de prever que el dólar valga menos (descontada la inflación) que los niveles registrados en las últimas décadas de la turbulenta historia económica argentina.

Ello sería así por la perspectiva de desarrollo de importantes sectores que generarían 60.000 millones de dólares adicionales a las exportaciones hacia 2030, según una proyección de Ecolatina.

La agricultura podría agregar 9.000 millones de dólares, servicios del conocimiento 16.000 millones de dólares, petróleo y gas 25.000 millones de dólares y minería -10.000 millones de dólares, acuerdo con esta consultora. El salto sería superior al 70% tomando en cuenta que la estimación de exportaciones para 2025 es de 83.000 millones de dólares, según el consenso del mercado.

Mientras tanto, el problema se presenta para las actividades que no tienen una importante ventaja natural y sufren lo que se ha dado en denominar el “costo argentino”.

Un reciente estudio del Institute for Management Development de Suiza ubica a la Argentina en el puesto 66 por su baja competitividad en una muestra de 67 países (el último en la tabla es Venezuela). No por nada el país está entre los tres que más cobran impuestos (sobre los que aportan) en el mundo.

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