El Gobierno sigue con atención y algo de incredulidad lo sucedido la última semana. La elección del presidente electo Donald Trump como nuevo líder disparó una ecuación que, en los hechos, habilitó un nuevo escenario, por llamarlo de algún modo, para la Argentina.
Visitando a Xi Jinping: Javier Milei, el FMI y un pedido de Donald Trump que podría desarmar el swap con China
El Gobierno se alimenta de especulaciones: necesita alcanzar la zona de los 600 puntos de riesgo país para comenzar a refinanciar la deuda.
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Las fuentes presentes en el encuentro entre Trump y el presidente Javier Milei en Mar-a-Lago la última semana dicen que la relación “fluye” y que el electo presidente “jugará bien” al gobierno argentino.
Para el ministro Luis Caputo, una parte de esta ecuación ya pudo verse: las primeras señales, los elogios de Trump para Milei y la licencia -no denegada- para construir especulaciones por parte del Gobierno con una potencial ayuda de Estados Unidos en el directorio del FMI por un nuevo desembolso, impactó de lleno en la cotización de los bonos y la baja del riesgo país.
Si se lo piensa, el Gobierno se alimenta de especulaciones: necesita alcanzar la zona de los 600 puntos de riesgo país para comenzar a refinanciar la deuda que vence en los próximos meses.
La profecía de las calificadoras: todos creen en el "trade trumpista"
Elucubran en los pasillos de Hacienda que, sin un caudal de vencimientos que luzca impagable o poco refinanciable, el frente financiero podría comenzar a generar espacios suficientes para retirar una parte menor del andamiaje del cepo cambiario y que esto podría habilitar nuevas subas en las notas de las calificadoras de riesgo, lo que impactaría en la cotización de los bonos, la baja del riesgo país, etc.
Algo de esto pudo verse la última semana cuando la calificadora Fitch Ratings anunció que había decidido elevar la nota de Argentina como emisor de deuda en moneda extranjera a largo plazo (IDR), de CC a CCC. En cambio, hace apenas tres semanas, la agencia Moody´s decidió mantener la calificación del país con la nota “CA”, la misma que tiene desde 2019, que en la escala de Moody´s representa el anteúltimo escalón en la evaluación de riesgo para las economías en evaluación. La pregunta de Moodys, que también se hace Fitch es sobre la capacidad de pago de los bonos soberanos. ¿Jugará Trump?
Por supuesto la procesión va por dentro. Son muchos los potenciales desafíos que el “uncle Trump” trae junto a su bolsa de promesas y la particular forma de dividirse el mundo entre conservadores y traidores. Y Milei lo sabe.
Por ejemplo, no escapa al gobierno argentino que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha señalado en los últimos días que la posibilidad de que Trump suba los aranceles va a contramano de la política antiinflacionaria que la propia Reserva Federal ha implementado. En los hechos, las promesas de Trump encuentran a Yellen a contramano, lo que arroja un interrogante urgente.
Relacionado con esto último, y en lo que es una llamada de atención para los "sueños húmedos libertarios", la semana pasada cerró con pérdidas para los principales índices de mercado, reflejando la cautela de los inversores tras la elección presidencial y los mensajes de la Reserva Federal respecto a su política monetaria.
"Después de los recientes recortes de tasas de interés, la política monetaria de la Reserva Federal sigue en el centro de atención. Jerome Powell ha adoptado un enfoque más conservador al afirmar que no había señales de urgencia para reducir tasas, un cambio de discurso refleja preocupaciones crecientes sobre el impacto de posibles políticas pro-crecimiento y de rebaja de impuestos que podría conducir a un mayor déficit fiscal del presidente electo", señala un informe de la consultora Antuara, que dirige Gabriel Berutti.
Hay que verlo a Xi Jinping: la señal de Donald Trump
El presidente Javier Milei se reunirá mañana, por primera vez, con el líder chino Xi Jinping, en el marco de la Cumbre de Líderes del G20 que se desarrollará en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. El encuentro fue confirmado a Ámbito por una fuente allegada a la comitiva argentina.
Milei viene de encontrarse en la Argentina con Emanuel Macron, el presidente francés y tendrá otro encuentro bilateral con Georgia Meloni, la canciller italiana. Sin embargo, en el Palacio de Hacienda piensan en verde.
El Presidente viene de tener varios gestos con China, un giro en los hechos. Hace apenas algunas semanas, un domingo, Milei le dijo a Susana Giménez que “China es un socio comercial muy interesante porque ellos no exigen nada. Lo único que piden es que no los molesten”.
Doce meses antes, un Milei en plena campaña señalaba: "No solo no voy a hacer negocios con China. No voy a hacer negocios con ningún comunista. Soy defensor de la libertad, la paz y la democracia. Los chinos no entran ahí, Putin no entra ahí".
Argentina, un "problema de Estados Unidos" a ojos de Japón y Alemania en el FMI
China es un socio comercial relevante de la Argentina y las condiciones de los swaps y otros acuerdos comerciales y financieros sostienen el vínculo entre ambas naciones. Esto es visto por Washington con preocupación. ¿Está interesado Donald Trump en una virtual salida de China de las reservas del BCRA?
La cancelación del swap con China implicaría una caída de las reservas internacionales netas del BCRA que debería ser compensada por otros capitales. Según pudo saber Ámbito, esto también forma parte de las conversaciones entre el gobierno argentino y la administración estadounidense.
Según comentan en Hacienda, existen algunas señales del flamante gobierno electo que podría sopesar con interés una virtual propuesta para reemplazar al “accionista chino” del BCRA. Debe recordarse que la renovación del swap durante 2024 con China tuvo como condición que se cancelen u$s 5.000 millones el 2026 sin renovación, todo un desafío para el Gobierno. Allí también se busca un gesto de Donald Trump.
Detrás de los Estados Unidos, los principales accionistas en el FMI son Japón y Alemania. Los negociadores argentinos creen que, si logran que Estados Unidos confíe en una nueva propuesta ante el organismo, entonces existe una alta probabilidad de que el resto del Directorio del FMI se encolumne con la administración estadounidense.
La paradoja reside, en parte, en que para que esto suceda, primero debe ser el staff del FMI el que apruebe esa negociación. Una alta fuente de la secretaría del Tesoro de Estados Unidos le comenta a Ámbito: “El FMI suele señalarnos que en el directorio del organismo, Japón y Alemania usualmente dicen que Argentina es un problema de los Estados Unidos”.
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