Activistas, profesionales y consumidores aseguraron que el veganismo “no para de crecer” y destacaron que este tipo de alimentación basada únicamente en plantas es más sostenible, por lo cual ayuda a combatir el cambio climático, al celebrarse hoy el día mundial de esta práctica que excluye el consumo de productos animales.
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Cambio de hábito: crece en Argentina el consumo de productos veganos
Según una encuesta, el 53% demuestra un interés creciente en las opciones a base de plantas, especialmente en productos de panadería y repostería.
![Aceptado. La evidencia científica ya avala este tipo de alimentación en cualquier etapa del ciclo de vida.](https://media.ambito.com/p/1b21ccf9298d0db82147ede62fd91b00/adjuntos/239/imagenes/041/086/0041086381/655x368/smart/p22-depositphotos_13_optjpeg.jpeg)
“El veganismo no para de crecer, la tendencia es irreversible”, dijo Manuel Alfredo Martí, fundador y presidente la Unión Vegana Argentina (UVA).
Martí explicó que “hoy es mucho más fácil” llevar esta alimentación gracias a que hay dietéticas en los barrios, opciones veganas en los restaurantes, establecimientos gastronómicos específicos y miles de productos certificados de origen vegetal en los supermercados.
“Acá lo que manda es la demanda, el consumidor vegano está obligando a las empresas a que se empiecen a reconvertir. La gente empezó a tomar conciencia de lo que les sucede a los animales en los mataderos o criaderos, y también por el tema ambiental y de salud”, aseveró el activista.
Según el último estudio realizado en 2020 por la UVA, la población vegana y vegetariana en Argentina había llegado al 12%.
Según la última edición de la investigación Taste Tomorrow, realizada por el sitio Puratos sobre la base de consultas con más de 20.000 personas en 50 países, “el 53% de los argentinos muestra un interés creciente en las opciones a base de plantas, especialmente en productos de panadería y repostería”.
“Estamos ante un crecimiento impresionante”, aseguró Martí y sostuvo que el veganismo “es una posición ética que rechaza el uso y la explotación de los animales para cualquier fin, no sólo en la alimentación sino también en productos de aseo personal, vestimenta o entretenimiento, entre otros”.
“Más de un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la humanidad se relacionan con los alimentos. Los alimentos de origen animal, especialmente las carnes rojas, los productos lácteos y los crustáceos de piscifactoría, se asocian habitualmente con las mayores tasas de emisión”, advirtió la ONU y explicó que los alimentos de origen vegetal “suelen usar menos energía, terrenos y agua”.
Agustina Coronel Levaggi, nutricionista especializada en dietas basadas en plantas, explicó que “la evidencia científica ya avala este tipo de alimentación en cualquier etapa del ciclo de vida: desde lactancia, infancia, embarazo, adolescencia, adultos mayores y hasta personas que hacen deporte de alto rendimiento”.
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