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Murió Amelia Bence, actriz de talento y ojos legendarios

Amelia Bence (fotografiada por Annemarie Heinrich para la revista “Radiolandia) fue mucho más que “la de los ojos más lindos del mundo”.Tenía, además, gran talento artístico y vocación de trabajo.
ba "vampiresita", Florencio Parravicini y Mecha Ortiz, Luis Arata, León Zárate y Oscar Beltrán, al tiempo que iba apareciendo en el cine.
Su primera gran película fue "La vuelta al nido", 1937, verdadero poema cinematográfico de Leopoldo Torres Ríos, donde encarnaba (verbo muy adecuado en este caso) a la esposa del recio José Gola. Le seguirían "Los caranchos de la Florida", donde padre e hijo se matan por ella, "El matrero", "La casa de los cuervos", "La guerra gaucha", "Todo un hombre", "Nuestra Natacha", "Camino del infierno", "Las tres ratas", en trío con Mecha Ortiz y María Duval, las formidables "A sangre fría" y Danza del fuego", ambas de Daniel Tinayre, "La parda Flora", "Alfonsina", que la llevó a Berlin, amén de algunas comedias con Pepe Arias y Tito Lusiardo, varias románticas con Pedro López Lagar (que al parecer la odiaba) y un largo etcétera, donde compartió cartel de igual a igual con Libertad Lamarque, Fernando Ochoa y otras estrellas de su época. Y con otros directores, como Luis Moglia Barth, que le dio el nombre artístico, Luis Saslavsky, Mario Soffici, Luis César Amadori, Pierre Chenal, Carlos Schlieper, Kurt Land, Luis Mottura, Cahen Salaberry en su mejor época.
En 1946 formó pareja artística y luego sentimental con el galán español Alberto Closas. Juntos hicieron "María Rosa", "El pecado de Julia", "Romance en tres noches", "Mi mujer está loca", un programa radial ("Usted y su señora") y unas cuantas giras teatrales. Rompieron en 1954 y se reencontraron recién en 1990, convocados por Barney Finn para hacer "Cartas de amor" a lo largo de una semana. Pero el público los seguía amando, y la semana se convirtió en meses.
Entre medio, ella hizo cine también en México y España, radioteatro en Chile, giras por toda Latinoamérica hasta Nueva York y Miami con sus siguientes maridos, el escritor Fernández Unsain y el director Osvaldo Cattone (casi 20 años menor), café-concert y teleteatros desde 1957 en adelante ("Testigo para la horca", "Trampa para un hombre solo", "Maribel y la extraña familia", etc.), aquí, en Uruguay, México y Perú. Premiada a lo largo de toda su trayectoria, envidiada por su belleza y vitalidad, entre sus últimos trabajos se anotan el programa radial "Las dos carátulas", el espectáculo de viejas figuras de "Hoy Ensayo Hoy" conducido por Rodolfo Graziano, un famoso protagónico de "Venecia", el amistoso papel de Hada Sabia en la pieza infantil "Amor invisible", la aparición en "El día que cambió la historia" cantando el tango "De mi barrio" y el casi unipersonal "Alfonsina", evocando a su primera maestra por clubes, bibliotecas públicas y asociaciones culturales. Eso, hasta el 2010. Casualmente en la misma fecha cerró el Complejo Tita Merello, una de cuyas salas llevaba su nombre. Pero ella siguió firme cinco años más.
Bromeando con la edad, y con su famosa "capacidad amatoria", el maestro Martínez Suárez, vecino suyo, solía preguntarle: "Decime, Amelia, ¿nosotros alguna vez dormimos juntos?" Y la respuesta era terminante: "Si alguna vez lo hubiéramos hecho, jamás habrías podido olvidarlo".
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