Tras las declaraciones del presidente Donald Trump en cuanto a que Estados Unidos podría firmar un acuerdo comercial con la Argentina, Ámbito consultó a Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales.
Marcelo Elizondo: "El comercio con los Estados Unidos podría más que duplicarse en 15 años"
El especialista en negocios internacionales analizó las implicancias de un posible acuerdo comercial con los Estados Unidos. Qué tipo de acuerdo podría celebrarse con Estados Unidos. La traba del Mercosur. Cómo afecta o beneficia a la Argentina la suba de aranceles establecidas por Trump.
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Marcelo Elizondo, analista y consultor en negocios internacionales, se refirió al rol de Argentina en el Mercosur: "Hace 25 años le vendía el 25% de todas sus exportaciones y hoy vende el 15%".
Señaló que, si la Argentina lograra un acuerdo libre de comercio con una gran economía, “se generaría mucha inversión” y afirmó que a Estados Unidos le interesa mucho que empresas americanas inviertan en la Argentina, produzcan minerales y exporten a ese país que es el principal actor en materia de la economía del conocimiento. Adelanta que podría provocar un aumento de inversiones y sostiene que las empresas de la Argentina, uno de los tres países más cerrados del mundo, van a tener que prepararse para competir en el mercado mundial.
Elizondo es abogado graduado en la Universidad de Buenos Aires, tiene un Máster en Administración de Negocios y Empresas de la Universidad Politécnica de Madrid, España y en Administración de Negocios (en CEPADE, Madrid, España). Efectuó estudios de postgrado en leyes en la Universidad de Harvard -Estados Unidos- y en Planificación Estratégica de Negocios en la Universidad de Chile.
Que tipo de tratado se podría celebrar con los Estados Unidos, las consecuencias de abandonar el Mercosur; la suba de aranceles de los Estados Unidos y cómo afectaría a la Argentina, los desafíos para las empresas argentinas, son algunos de los temas abordados con Elizondo.
MERCOSUR
Periodista: ¿Qué tipo de acuerdo puede celebrar Argentina con Estados Unidos sin pasar por el Mercosur?
Marcelo Elizondo: Éste es un tema importante. El Mercosur en su artículo primero del tratado de Asunción prevé que es común la política arancelaria de los cuatro miembros (hay que recordar que luego se sumaron Venezuela, que está suspendida, y Bolivia, que todavía no ejerce sus derechos plenos). Por lo tanto, no puede tener cada país una política arancelaria diferente de la común.
Un acuerdo libre de comercio, que supone un pacto para bajar aranceles recíprocamente con otro país, como que sería Argentina y Estados Unidos, implica que la Argentina tendría una política arancelaria individual, propia, no común, salvo que el tratado libre de comercio fuera común para todos los países del Mercosur, cosa que no es el caso. Por lo que, en principio, no se puede, si estamos dentro del Mercosur, bajar aranceles unilateralmente en una negociación con los Estados Unidos (obviamente, la Argentina bajaría aranceles, a cambio de que Estados Unidos también reduzca aranceles y obstáculos de ingreso de productos argentinos a los Estados Unidos).
Ahora bien, esa definición de política arancelaria común siempre ha sido interpretada como una prohibición para que cada uno de los países celebre un tratado libre de comercio individualmente. El ex presidente uruguayo Luis Lacalle Pou quiso hacerlo con China. Antes, Tabaré Vázquez también lo había querido en relación a Estados Unidos, hace 20 años, en su primera presidencia.
Creo, y esta es una posición personal, en la que no me acompañan otros expertos, que podría hacerse un ejercicio, un poco forzado, pero ejercicio al fin, para interpretar esta idea del arancel externo común como un arancel externo que debe ser pactado de manera común, por lo tanto, que podría permitir una excepción que comúnmente, entre todos, admitieran en favor de algún país.
P.: ¿Cómo sería?
M.E.: Yo creo que, con una interpretación muy amplia - que admito que no es la más confortable para la letra del tratado-, se podría decir, bueno, si entre todos los países del Mercosur aceptan excepciones en favor de algún país, eso no deja de ser común. Se ha decidido que la política común incluye que se hacen excepciones para alguno. De hecho, nunca en términos generales amplios, pero excepcionalmente se ha permitido. Cuando Jair Bolsonaro fue presidente de Brasil, dos veces bajó todos sus aranceles, un 10% cada vez, sin pedirle permiso al Mercosur. Y el Mercosur lo consintió. De hecho, incluso el Mercosur también les ha permitido a muchos países tener excepciones al arancel externo común, muchas veces subiendo el arancel. Claro, todas han sido cuestiones puntuales y nunca un tratado con un tercero.
P: Entonces, ¿Cómo se podría hacer para tener un acuerdo con los Estados Unidos?
M.E.: Lo que podría hacerse en la negociación con los Estados Unidos es un tratado de complementación económica, un acuerdo de complementación económica con la anuencia del Mercosur para bajar aranceles de manera recíproca para algunas industrias.
El Mercosur podría, sin salirse de la letra, permitir a la Argentina alguna excepción. Claro que eso debería ser decidido por los países del Mercosur que pueden aceptarlo o no. Creo que Uruguay y Paraguay quizás podrían hacerlo, pero a Brasil lo veo difícil. Podrían permitir a la Argentina un pacto de reducción recíproca de aranceles con los Estados Unidos en algunas industrias en particular y no en todas.
P.: ¿En cuáles?
M.E.: Un tratado libre de comercio es en todas, pero un acuerdo de complementación económica puede incluir algunas industrias, por ejemplo, los minerales. A Estados Unidos le interesa mucho que empresas americanas inviertan en la Argentina, produzcan minerales, exporten a los Estados Unidos, porque Estados Unidos es el principal actor en materia de la economía del conocimiento, la inteligencia artificial, el capital intelectual y el hardware requiere minerales, desde cobre hasta litio. O, por ejemplo, energía y sobre todo energías convencionales en las cuales Donald Trump quiere que sus empresas sean líderes mundiales. O en otros rubros, por ejemplo, la política automotriz. No en todos, sino en algunos.
Creo que esto podría ser admitido dentro del Mercosur sin salir del Mercosur, siempre y cuando los demás países lo admitieran, cosa que podría ocurrir o no.
Cualquier otra cosa, cualquier acuerdo de libre comercio integral, o sea, bajar los aranceles para todos los productos recíprocamente, requeriría una de tres cosas.
P.: ¿Existe algunas opciones para, dentro del Mercosur, celebrar un acuerdo con los Estados Unidos?
M.E.: Se podría una reformulación de la letra del tratado del Mercosur, que se elimine esta cláusula del arancel externo común, que creo que sería muy bueno porque esta cláusula del arancel externo común es una cláusula retrógrada propia de hace más de 30 años cuando se fundó el Mercosur, y que, como dijo Luis Lacalle Pou es un lastre.
Opción dos, que la Argentina logré alguna excepción, como mencioné antes, específica para algunas industrias.
En caso contrario queda que Argentina salga del Mercosur para firmar el acuerdo con los Estados Unidos.
Ahora, salir del Mercosur es un proceso político complejo porque requiere una aprobación del Congreso, es denunciar un tratado internacional que la Argentina tiene firmado y eso requiere un capital político que hoy por hoy el gobierno no creo que consiguiera.
P.: ¿Qué implicancias tendría salir del Mercosur?
M.E.: El Mercosur fue un acuerdo exitoso, se celebró hace más de 30 años, permitió a la Argentina empezar a exportar, incrementó enormemente las exportaciones argentinas, pero terminó siendo un pacto muy cerrado, proteccionista. Lo que pretendió fue la integración de las 4 economías del bloque, pero no la integración del bloque con el resto del mundo.
El Mercosur ha tenido una pérdida de importancia relativa para la Argentina y también para Brasil. Hoy para los países del Mercosur, también Paraguay y Uruguay, son más importantes los mercados asiáticos que el propio Mercosur. La Argentina hace 25 años vendía al Mercosur el 25% de todas sus exportaciones y hoy vende al Mercosur el 15%.
El Mercosur ha venido perdiendo importancia relativa porque en realidad lo integran países con estructuras productivas parecidas y hoy Asia es la mayor región del mundo en la compra de nuestros productos. Por lo tanto, salir del Mercosur no sería tan grave como lo hubiera sido hace 20 años, pero siempre es bueno evitar romper pactos, por lo tanto, a mí me parecería bueno reformular el Mercosur y no salir del Mercosur.
Siempre tiene un costo salir, por ejemplo, el libre comercio con Brasil que es nuestro principal mercado en el mundo, le vendemos entre 11 y 12.000 millones de dólares por año, es el único mercado al cual le vendemos productos industriales, es el principal mercado para las exportaciones PyME, entonces sería costoso perder el libre comercio con Brasil.
P.: ¿Quiere decir salir del Mercosur que no podemos venderle más a Brasil?
M.E.: No, querría decir que hay que empezar a pagar arancel para entrar con productos en Brasil, lo cual hace que perdamos competitividad. Creo que sería lo ideal la reformulación del Mercosur que es algo que se está pidiendo hace mucho tiempo, incluso dentro de Brasil hay muchos que están pidiéndolo para que ocurra y deje de tener este modelo rígido que no se usa en ningún lado.
Ahora, desde el punto de vista de las implicancias positivas, yo creo que lo ideal es que el Mercosur permita que cada uno de sus miembros celebre acuerdos de libre comercio con terceros mercados y eso sería lo más positivo.
P.: En caso de que Argentina deje el Mercosur, ¿Qué debería hacer en materia comercial?
M.E.: Si hay que salir del Mercosur, la Argentina debería inmediatamente iniciar negociaciones con acuerdos de libre comercio con todos los mercados del mundo que pueda. El Mercosur ha sido muy reacio a firmar acuerdos de libre comercio con terceros mercados. De hecho, hay procesos de negociación iniciados que se interrumpieron y básicamente se interrumpieron porque los sectores proteccionistas de Argentina y Brasil no han querido que avancen, acuerdos con Canadá, con la India, con Corea del Sur, con Japón, que se han detenido en su proceso de negociación. Probablemente habría un lapso en el medio en el que se pagaría un costo, pero en el mediano y largo plazo hay mucho más futuro de comercio internacional por afuera del Mercosur, si el Mercosur se mantiene cerrado, rígido y anticuado que manteniéndonos. Pero la mejor solución, no es salir del Mercosur sino cambiar el Mercosur, abrirlo y flexibilizarlo.
P.: ¿Se puede abandonar el MERCOSUR rápidamente?
M.E.: No se puede abandonar rápidamente, es un tratado internacional aprobado por el Congreso y hay un proceso que la Constitución prevé para denunciar el tratado internacional, lo cual requiere que sea aprobado por las dos cámaras del Congreso y eso entiendo que exige un capital político que por lo menos hoy Milei no tiene. O debería lograr en alianza con terceros o debería esperar a que si le va bien en las elecciones de medio término de octubre con alianzas con terceros lo pueda lograr.
BENEFICIOS
P.: ¿Se esta abandonando la idea de acuerdos por bloques?
M.E.: Los acuerdos de libre comercio en el mundo están muy vigentes pese a que muchos creen que no. De hecho, paradójicamente, Trump admitió que firmaría con la Argentina cualquier cosa, no dijo expresamente un acuerdo de libre comercio. Creo que Trump está preparando es el terreno para algún acuerdo con la Argentina pero que no va a ser un acuerdo de libre comercio integral, sino lo más probable, un acuerdo referido a algunas industrias en particular.
Ahora, los tratados de libre comercio siguen siendo firmados. Desde que empezó la pandemia hasta acá se firmaron 60 nuevos. Porque el mundo como ha ido abandonando la idea de la integración universal de todos los países con todos a través de la Organización Mundial del Comercio.
Se han ido generando alianzas específicas entre algunos países que se acercan entre sí excluyendo a los demás y eso se hace a través de tratados de libre comercio. Ha habido en los últimos años acuerdos importantes entre la India y Australia, por ejemplo, entre Corea del Sur e Israel. Hace poco se terminó de negociar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. El Reino Unido después que salió de la Unión Europea, ha sido el país que más tratados de libre comercio ha firmado en los últimos 5 años precisamente para recuperar acuerdos con terceros que tenía cuando estaba dentro de la Unión Europea.
En el año 2001 había 90 tratados de libre comercio en el mundo y hoy hay 372. Por tanto, esa idea de que los tratados de libre comercio son una práctica de los 90 y de fines del siglo XX, es una idea equivocada. El mundo ha seguido celebrando acuerdos de libre comercio y eso hace que hoy, según datos del Banco Mundial, el 70% de todo lo que se comercia en el mundo ocurre bajo arancel cero. El 70% de todo el comercio mundial incluyendo bienes y servicios, esto es importante porque los servicios no tienen aranceles en ningún lugar, están excluidos de aranceles, los aranceles son sólo para los bienes. Esto especialmente se justifica por el comercio con arancel cero que hay en pactos celebrados entre países, como por ejemplo tenemos con Brasil, Paraguay y Uruguay.
P.: Qué beneficios implica un acuerdo de libre comercio?
M.E.: Que los tratados de libre comercio tienen enormes beneficios está probado empíricamente, generan más y mejor inversión internacional, logran que muchas más empresas empiecen a exportar y cuando una empresa exporta crece en escala, genera mejor empleo, se acopla tecnológicamente con el resto del mundo. Los tratados de libre comercio también hacen que haya una enorme cantidad de empresas en un país que sin ser exportadoras empiezan a ser proveedoras. Y las que sí son exportadoras mejoran los estándares de calidad de todos y en general permiten un enriquecimiento como siempre sucede cuando hay ampliación de los mercados. Esto ya lo explicaba Adam Smith en La Riqueza de las Naciones. El progreso mundial ha llegado hasta hoy apoyado en la ampliación de los mercados.
El año pasado el mundo llegó al récord histórico absoluto nominal en dólares corrientes de comercio internacional entre todos los países. Según la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) las exportaciones llegaron a 33 billones de dólares, alrededor del 31% del PBI mundial.
COMPETITIVIDAD
P.: Dadas las diferencias de competitividad, ¿cómo se puede llevar adelante este tipo de acuerdos para que no sean en detrimento de la Argentina?
M.E.: Las diferencias de competitividad afectarían a las empresas que están hoy, pero la verdad es que un tratado libre de comercio en general beneficia más al país que ingresa con más posibilidades de desarrollo de negocios. La Argentina ha sido una economía cerrada, el año pasado fue una de las tres economías con menor nivel de comercio internacional en relación al PBI de todo el mundo.
Si la Argentina lograra un acuerdo libre de comercio con una gran economía, como puede ser el caso del acuerdo Mercosur-Unión Europea o con los Estados Unidos, se generaría mucha inversión. Vendrían empresas para abastecer desde la Argentina a los Estados Unidos y mucho más si se complica la relación entre México y los Estados Unidos, México hoy es el gran abastecedor de los Estados Unidos, pero Trump está anunciando que le imponen aranceles, por lo tanto, la Argentina podría pasar a ser un receptor de inversiones que generarían muchas nuevas áreas de negocios: minerales, energía, economía del conocimiento, industrias vinculadas con las nuevas tecnologías. Incluso para actividades tradicionales, pero con estándares de calidad superiores; por ejemplo, alimentos de alta calidad, indumentaria con diseño, muebles con diseño y muchísimos insumos. Un tratado de libre comercio alienta la generación de cadenas de valor, por lo tanto, uno pasa a ser un gran exportador de bienes intermedios e insumos para que se complementen los procesos productivos en otro mercado.
Las empresas argentinas inexorablemente van a tener que generar procesos de mejora en su management, su estrategia, sus tecnologías, su inversión y su modelo de organización.
Con o sin acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos porque la Argentina era una economía cerrada y va a pasar a ser una economía abierta si Javier Milei cumple con su plan. El modelo de la economía cerrada ya fracasó porque hace 15 años que la economía argentina no crece. Si Milei cumple con ese propósito, va a obligar a las empresas argentinas a mejorar sustancialmente su tasa de inversión, su convergencia tecnológica internacional, su modelo de organización, su management, sus estilos de liderazgo, sus procesos de encadenamiento en cadenas de valor.
P.: El tema de la adecuación de las empresas es que lleva tiempo…
M.E.: Ahora, ese proceso de adecuación puede darse gradualmente. El acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, por ejemplo, prevé plazos larguísimos, dándole chance a las empresas de nuestro país para ir generando procesos de adaptación. La apertura puede no ser inmediata, y eso se negocia. Esa negociación puede ir permitiendo un plazo de adaptación. Con una economía que se estabiliza, que logra volver a generar mercados de capitales, relación con el mundo en materia financiera, inversión, puede lograrlo tranquilamente. Nosotros tenemos una tasa de exportaciones en relación al PBI de entre 15 y 16%. El promedio mundial es 30%. Nosotros exportamos en relación a la dimensión de nuestra economía la mitad de lo que exporta el promedio mundial. ¿Por qué la Argentina no podría exportar más? Cualquiera de nuestros vecinos exporta mucho más.
P.: ¿Cuánto exportamos a Estados Unidos y cuánto podrían aumentar las ventas?
M.E.: El año pasado Argentina exportó unos 6.500 millones de dólares a los Estados Unidos en materia de bienes físicos y unos 4.500 millones de dólares en servicios. Estados Unidos es el tercer mayor mercado para las exportaciones de bienes argentinos en el mundo, pero es el primer mayor mercado para las exportaciones de servicios en el mundo. Le vendemos servicios a Estados Unidos más que a nadie en materia de bienes. El año pasado tuvimos una balanza comercial bastante equilibrada. Importamos más o menos un número parecido al que exportamos. Creo que, si se lograra un tratado de libre comercio en un plazo prudencial de unos 15 años, el comercio internacional entre Argentina y los Estados Unidos podría duplicarse claramente, y quizá más.
P.: ¿Qué pasaría con las importaciones de los Estados Unidos?
M.E.: En cuanto a las importaciones, lo normal últimamente es que hemos tenido déficit con Estados Unidos. Pero las importaciones van a crecer desde cualquier destino porque la Argentina tiene un nivel de importaciones en relación al PBI bajísimo, de 12, 13% el año pasado. Es uno de los más bajos del mundo, el promedio de Latinoamérica es 26, 27%. Por lo tanto, lo que la Argentina necesita son más importaciones, y si son de los Estados Unidos o de la Unión Europea por el pacto que hay a través del Mercosur, mejor porque son economías con alto desarrollo tecnológico, lo cual le permitiría a la Argentina mejorar su capacidad productiva, su eficiencia y su competitividad sistémica. Tendríamos un desarrollo comercial enorme de ida y de vuelta, pensemos lo que le pasó a México que, a partir del acuerdo del NAFTA, logró un grado de intercambio con los Estados Unidos que le permitió pasar a ser uno de los grandes receptores de inversión extranjera directa para precisamente abastecer desde México a los Estados Unidos.
Por otra parte, la ventaja que tiene Estados Unidos, igual que la Unión Europea, es que no son mercados baratos. Si uno celebra un acuerdo de libre comercio con una economía asiática que produce con costos bajísimos, uno somete a una competencia muy compleja a industrias poco sofisticadas en la Argentina.
Si uno hace un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, como puede ser con el caso de la Unión Europea, uno se somete a competir con productos que provienen de esos mercados, que no tienen costos bajos, no son productos baratos. Por lo tanto, la mayor competencia no es para aquellos que producen de manera más básica, con productos más baratos, porque ahí hay una competencia por precio en la que los productos extranjeros no pueden ingresar. De todas maneras, insisto en que la Argentina tiene una economía que tiene que modificar sus parámetros y ser más internacional, más competitiva de manera sistémica y estar preparada para competir como hacen cualquiera de nuestros vecinos.
RESULTADOS
P.: ¿Cómo fue la experiencia de otros países que celebraron acuerdos de libre comercio con Estados Unidos?
M.E.: En línea general ha sido muy buena. Pensemos en sus dos principales socios, Canadá y México, que no solamente han incrementado su comercio internacional. México hoy es uno de los 10 mayores exportadores del mundo, que no lo era antes del acuerdo con los Estados Unidos, y además ha mejorado la calidad de su economía, México ha recibido muchísima inversión extranjera directa que le han permitido una enorme mejora en la calidad del empleo. Planteémoslo en estos términos, Estados Unidos es la economía con mayor cantidad de importaciones del mundo, unos 4 billones de dólares. Todos los países que han logrado vender productos a los Estados Unidos (los más importantes son México, Canadá, la Unión Europea y China), han logrado inversión suficiente como para mejorar la calidad de todo el proceso productivo para entrar en mercados que son muy exigentes.
P.: ¿Los acuerdos de libre comercio tienen un formato rígido o son taylor-made?
M.E.: Son taylor-made, en realidad uno elige el formato de negociación que quiere. De hecho, últimamente hay un nuevo tipo de acuerdos de libre comercio que están celebrándose en el mundo, que no son acuerdos de mera reducción arancelaria, sino que son mucho más sofisticados, son acuerdos que además generan normas comunes para la producción, el comercio, la inversión y el trabajo, que es un poco como se reformuló el NAFTA en la primera presidencia de Trump. Allí se generan normas de calidad comunes, se plantean instituciones para la solución de controversias, se generan mecanismos para que las empresas de los dos países puedan participar en procesos legislativos para las compras gubernamentales del otro país, se acuerda qué tipo de estándares de calidad son necesarios.
El Banco Mundial dice que mientras los acuerdos de libre comercio de primera generación que se firmaban hace algunos años, eran los famosos Free Trade Agreement, hoy se habla en el mundo de los Deep Trade Agreement, acuerdos comerciales profundos porque se plantean instituciones comunes, instituciones regulativas. De hecho, insisto, hay acuerdos que son de libre comercio bajando aranceles para todas las industrias y hay otros que se conocen como acuerdos de complementación económica que en realidad bajan los aranceles solo para algunas industrias. Mi sensación es que lo más probable es que la Argentina termine negociando con los Estados Unidos algún acuerdo para la reducción de aranceles en algunas industrias y no en todas.
P.: La mayor parte de las exportaciones industriales tienen destino Brasil, ¿pueden redireccionarse a los Estados Unidos?
M.E.: Hay exportaciones que van a Brasil que podrían comenzar a ingresar en los Estados Unidos, pero con un cambio de estrategia, por ejemplo, en los sectores automotor, siderúrgico, acerero, químicos. Hay otros a los cuales les costaría mucho ingresar en los Estados Unidos y deberían cambiar de mercados. Probablemente la pérdida de importancia relativa que está teniendo el Mercosur haría que inexorablemente estas empresas van a tener que ir buscando otros mercados más allá de que se salga del Mercosur o no. Brasil es una economía que va creciendo, es una de las 10 mayores economías del mundo y lo más probable es que sea cada vez más difícil a las empresas argentinas competir en el mercado brasileño aún sin salir del Mercosur. El mundo está cambiando sustancialmente, hay una revolución tecnológica extraordinaria que va a hacer que la reserva de mercado que el Mercosur le ha concedido a las pymes argentinas que venden a Brasil hasta ahora, no pueda durar para siempre, aun cuando el Mercosur no desaparezca.
ARANCELES
P.: Otro de los anuncios de Trump fue el aumento de aranceles del 25% para México y Canadá y China. ¿Esta medida en que puede afectar o beneficiar a la Argentina?
M.E.: Recordemos que Trump anunció que ponía aranceles de espejo, o sea que iba a cobrar aranceles de ingreso en los Estados Unidos de productos de países según el grado de arancel que le pongan esos países en los productos americanos. Bueno, ahí me parece que ya no hay tanto beneficio para la Argentina. Habría beneficio para Argentina si hay aranceles para México y Canadá o China y no hay aranceles para la Argentina. Entonces ahí sí tenés la posibilidad de entrar con mayor competitividad. Por eso el presidente Milei inmediatamente dijo quiero ser el primer país que responda a esta política de aranceles espejo, porque entonces si nosotros bajamos los aranceles nuestros para los productos americanos, Estados Unidos baja los suyos para productos argentinos y entramos en mejor condición. Ahora bien, hay que considerar lo siguiente en líneas generales. Todavía no está claro esto de la política arancelaria de Trump. Trump ha dicho muchas cosas distintas, ha dicho aranceles espejo para todo el mundo, aranceles específicos para Canadá y México, un sobre arancel sobre el que ya existe para China, amenazas de aranceles contra la Unión Europea. Tenemos que ver todavía en qué medida todo eso se va a ir plasmando y eso no está claro. No hay una política común arancelaria. Incluso muchos aranceles Trump los ha impuesto diciendo que es una amenaza o que es un proceso de negociación más que una amenaza. Pongo aranceles a cambio de que cambies determinadas prácticas. Bueno, ¿qué pasa en ese caso si cambian esas prácticas determinadas? ¿Se bajan esos aranceles? Bueno, no está claro.
Respecto a los aranceles al aluminio y al acero, nosotros exportamos unos 610, 620 millones de dólares de aluminio y acero en los Estados Unidos, esto nos perjudica, nos hace más caro ingresar en los Estados Unidos, eso perjudicaría a las pocas empresas que están detrás de esos negocios.
Creo que tenemos que considerar es, que la suba de aranceles de Estados Unidos nos perjudica a nosotros, perjudican a todos aquellos que sean pasibles de sufrir los aranceles que ponga el presidente Trump. Ahora en mi opinión, los aranceles que imponga el presidente Trump también van a perjudicar a los Estados Unidos, en la medida en que hacen más caros los productos que ingresan desde el exterior, siendo Estados Unidos la mayor importadora del mundo y van a obstaculizar los funcionamientos de las cadenas de valor. Si esta política tiene excepciones y la Argentina logra un acuerdo para evitar pagar aranceles a los Estados Unidos, bueno en términos relativos quedaría beneficiada en relación a todos los demás que deberían pagar aranceles.
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