30 de diciembre 2022 - 00:00

Emergentes 2023: la dureza de la Fed y la reapertura en China, las claves que mira el mercado

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El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos condicionó el rumbo de los mercados internacionales a lo largo de 2022. El aumento de tasas más agresivo en los últimos 40 años despertó una tendencia de vuelo a la calidad por parte de los inversores, que provocó una fuerte apreciación del dólar a nivel global y complicó a los países emergentes. A estos factores se le sumó la caída de la producción en China por las restricciones ante el covid-19, la cual afectó las expectativas de crecimiento mundial.

De cara a 2023 los principales interrogantes son, por un lado, qué rumbo mantendrá la política monetaria de la Fed y cómo impactará en el dólar a nivel global y, por otro lado, si se consolidará la reapertura de China y qué impacto tendrá en la inflación mundial.

Pese a que la baja en la inflación de octubre y noviembre generó cierto optimismo en el mercado, los ánimos al cierre del año continúan negativos. Un informe de Portfolio Personal Inversiones destacó que Wall Street anotó su cuarta semana consecutiva en terreno negativo y analizó: “Los rendimientos del Tesoro (la tasa a 10 años se disparó a 3,84% desde 3,5% a principios de mes) ejercieron presión sobre las acciones de crecimiento, una situación recurrente durante 2022, donde se desplomaron más del 30%. Esta tendencia ascendente de las tasas surge de las preocupaciones por una recesión en 2023. El último dato económico, que reavivó los temores, fue el de ventas minoristas, que aumentaron 7,6% entre el 1 de noviembre y el 24 de diciembre. El registro superó las expectativas (7,1%), lo que inclina la balanza a favor de una demanda que aparenta mantenerse fuerte”.

Nicolás Kohn, de Balanz, consideró que “la política monetaria en Estados Unidos será contractiva durante buena parte de 2023”. Y agregó: “Los datos de inflación de octubre y noviembre abrieron una ventana de optimismo respecto al aterrizaje suave de la economía americana. Sin embargo, los datos de empleo y la última revisión del PBI vienen mostrando una mayor resiliencia por el lado de la actividad. A menos que la inflación sorprenda consistentemente a la baja, por el momento la Fed seguirá su curso y terminará el ciclo de subas en marzo próximo con una tasa de política monetaria de 5,25%, la cual se mantendrá en ese nivel durante gran parte del próximo año”.

En cuanto a emergentes, Kohn planteó que “el abandono de la política de covid cero en China debería favorecer la recuperación en la actividad económica en la mayor economía de Asia, un factor a favor de las acciones de mercados emergentes”. “Sin embargo, el mayor riesgo para los emergentes sigue estando por el lado de los mercados globales y la probabilidad de que una recesión coordinada se materialice entre la segunda mitad de 2023 y principios de 2024. Por el lado de la renta variable, todavía queda por verse el impacto de las mayores tasas de interés sobre la actividad y en las ganancias corporativas. Desde esta perspectiva, el balance luce menos favorable para las acciones que para los bonos hacia el próximo año”, matizó.

Juan Manuel Franco, de Grupo SBS, señaló: “La Fed continúa asegurando que subirá las tasas en 2023. Pese a esto, los futuros descuentan tasas implícitas algo por debajo de la propia previsión de la autoridad monetaria, posiblemente por temores recesivos. Pensando en emergentes, creemos que en 2023 China podrá jugar un rol importante ante la salida de su política de covid cero, que podría implicar un sostén para los precios de commodities, favoreciendo a mercados emergentes. No obstante, el mayor impulso de China presionaría sobre la inflación mundial, llevando a los principales bancos centrales a tener que mantener posturas restrictivas ante este fenómeno”.

En cuanto al dólar a nivel global, Ariel Squeo, presidente de ICB Argentina, destacó que “los actuales 103 y 104 puntos del índice dólar, son valores de piso y un soporte a corto plazo”. “En enero puede haber un rebote, y un nuevo fortalecimiento del dólar, pero a partir de marzo, veo un leve debilitamiento de la divisa. En caso de que la proyección se cumpla, las commodities tanto agrícolas como metales y las criptos pueden tener un año más positivo que 2022”, concluyó.

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