“Este show de tango es una buena apuesta para llevar al exterior porque no en todos los lugares se llega a ver tango entre dos mujeres o dos hombres”, dice Sol Bardi, directora vocal de “Bandoneón, tango obsession”, que previo a su estreno mundial en el Peacock Theatre de Londres debuta en el Teatro El Nacional, con dos funciones el 13 y 14 de diciembre.
Argentina for export: un tango actualizado y rupturista que debuta en Buenos Aires y viaja a Londres
Previo a su estreno mundial en el Peacock Theatre de Londres debuta "Bandoneón, tango obsession" en el Teatro El Nacional. El espectáculo es una experiencia teatral performática, un campo de experimentación en el que danza, música y voz que pasará por los grandes éxitos del género y sus ideas.
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El espectáculo es una experiencia teatral performática en la que Bandoneón, el mítico instrumento tanguero, tomará forma humana. La escena será un campo de experimentación en el que danza, música y voz que pasará por los grandes éxitos del género y sus ideas.
La escenografía está a cargo de Wil Parra, coreografías de Sole Mangia y Nahuel Tortosa, dramaturgia de Martín Melgarejo Arena. La dirección actoral es de Orlando Alfonzo y está protagonizado por Pablo Citarella al piano, Damian Foretic (bandoneón), Lautaro Muñoz Arista (contrabajo), Sara Tubbía Ryan (violín), los cantantes Maria Sol Gonzalez Bardi, Juan Lopez Boyadjian, Macarena Tropea y los bailarines Federico Paleo, Jorge Calabrigo, Hebe Hernandez, Jesus Pi Alvarez y Luciana Francheli. Conversamos con Bardi.
Periodista: ¿Cuáles son esas temáticas universales del tango que aparecen en el show?
Sol Bardi: El infaltable es el amor desenfrenado, la pasión, el desamor, ese amor prohibido, ese que se fue o que no fue. Hay mucho tango romántico. Aparece el paisaje barrial, que a principios de siglo era ese lugar de encuentro, el núcleo, en la orilla del Río de la Plata, en La Boca, una Buenos Aires donde surgía esta expresión que no sólo es música sino folklore propio. El encuentro humano y artístico es clave, el tango es música y es todas esas historias, costumbres, encuentros en cantinas, esos lazos, esos patios de conventillo, esas noches.
P.: ¿En qué sentido es un show de tango poco convencional?
S.B.: Es rupturista y a la vez mantiene la tradición. Se crea el show desde una óptica contemporánea con gente joven que escuchó e investigó el tango por mucho tiempo. Estamos haciendo canciones de muchos años pero con arreglos y coreografías que fusionan otros estilos. El vestuario y la propuesta estética incluye mapping, es abstracta, no está el típico farol y el barrio sino que trasciende. Estará la pareja de tango pero habrá sorpresas. Es interesante para llevar afuera porque en Argentina hay mucho, nacimos con el tango en la radio de nuestros padres pero sacarlo es contar nuestra historia. Seguimos investigando y estudiando. Con información de hoy podemos atravesar el tango de manera diferente.
P.: ¿Fue concebido for export y hacen dos funciones aquí?
S.B.: Si, es una decisión inteligente de la producción porque nos llevamos el espectáculo más sólido que lo que sería solo con ensayos, es decir, lo ponemos sobre un escenario frente al público. Vivimos la magia real del vivo y estrenamos acá con nuestros propios afectos. Eso tiene un valor emocional que llevamos cargado en el avión.
P.: Combina danza, teatro y arte visual, ¿cómo crecieron los shows de tango?
S.B.: Ahí está el diferencial de este show con otros, es ideal para quienes les gusta el tango porque es diferente y quienes escuchen tango por primera vez los va a acercar. Cuando algo es muy de nicho y respeta mucho la tradición cierra algunas puertas, en este caso nos acerca a todo tipo de públicos. Este show es una apertura a que no tenga techo. Se ve el tango de diferentes ópticas, no deja hilos sueltos, se pone lo mejor en danza, canto, música, lo estético en vestuario y escenografía.
P.: Hay referencia a historias entre machos y mujeres, ¿dónde queda hoy el macho tanguero en la era del feminismo?
S.B.: El feminismo atraviesa todos los espacios por suerte. En el tango siempre estuvo la imagen del macho líder que dirige el dúo, no olvidemos que el tango se bailaba entre hombres. El macho tanguero y la mujer femenina es posterior. Nuestra óptica es actualizada y rupturista, eso quedará atrás.
P.: ¿En el mundo hay más tango que en su propia cuna?
S.B.: No creo, es tan rico, especial, tiene tanta magia y profundidad que hay algo que es el argentino bailando y cantando tango. Cuando viaja, el mundo no puede dejar de comprarlo y quererlo. Se hace ver. Aquí hay muchas milongas, como argentinos lo que tenemos no sabemos valorarlo tanto. Tenemos una ciudad preciosa pero idolatramos otras. No tenemos nada que envidiarle al mundo, tenemos todo. Somos los encargados de mantener vivo el tango, escuchando tango, cantando y bailando.
P.: El tango quedó fuera de las plataformas, ¿qué lugar tiene en Spotify?
S.B.: En mi Spotify tiene lugar. Lo contemporáneo mainstream acapara todo pero el trap de hoy es el tango también, la cumbia es nuestro folklore. Hay que entender que la juventud nace escuchando algo diferente y lo desarrolla. Lo apasionante es que no se deja desaparecer. Sucede, genera pasiones, habla de nosotros. El Spotify puede sugerir menos tango que otros géneros pero uno se arma la playlist para hacer convivir nueva música con música eterna.
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