El mercado del arte argentino estuvo ligado desde sus orígenes al internacional y, mayormente, al europeo. Basta recorrer los museos para corroborar una tendencia que no solamente perdura, sino que además, a fines del siglo XX, se amplió hacia Latinoamérica. Esta vocación mundana explica lo inexplicable: la llegada de 12 galerías argentinas en medio de la profunda crisis del mercado, a la semana del arte de México. Allí, en las ferias que cerraron sus puertas el domingo pasado, se percibía el inconfundible clima del mercado mundial en alza y los galeristas pudieron reestablecer el excitante diálogo con los compradores poderosos de EE.UU., Europa y Asia, que viajan con sus curadores y traductores y no pisan el suelo argentino desde hace tiempo.
Arte argentino en importantes ferias de México, sin ayuda estatal
Doce galeristas argentinos autogestionaron sus espacios en Maco, Material y el Salón ACME, para no faltar a esos encuentros decisivos donde se percibe el mercado mundial en alza.
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![Galería Tramo con obras de los artistas Elisa Estrada y Daniel Paganini en Zona MACO, de México.](https://media.ambito.com/p/afa3134ab65e9ba5b7de12ccb09f0e1a/adjuntos/239/imagenes/042/175/0042175325/655x368/smart/feria-mexico-zona-maco-mariela-jpg.jpg)
Galería Tramo con obras de los artistas Elisa Estrada y Daniel Paganini en Zona MACO, de México.
Sin ninguna ayuda estatal, ni siquiera para los pasajes, acarreando las obras para cuidar el centavo y oficiando de montajistas, 12 galeristas argentinos pagaron sus espacios en las ferias Zona Maco, Material y el Salón ACME. Fundada en 2002, Zona Maco es la feria más importante de Latinoamérica, con 200 galerías de todo el mundo, ocupa el lugar que supo tener arteba. Un stand de 15 metros cuadrados tiene un costo de 10.000 dólares. Y los operadores como Martina y Eugenio Ottolenghi de Otto, Mariela Mayorga de la galería Tramo, los rosarinos Daniel Pagano y Daniel Andrino de Subsuelo, Mauro Herlitzka, Nora Fisch, W y Mora Bacal de Benzacar -donde se destacó la obra de Ana Gallardo radicada en México-, se fueron conformes, cubrieron los gastos y ganaron algunos dólares.
En la feria Material, el metro cuadrado costaba 450 dólares y los galeristas de Constitución, Pasto y Sendros, elogiaron sin retaceos el buen trato y el nivel de calidad. “Es una feria curada, con una fuerte participación de espacios de todo el mundo y mucha presencia de agentes del sistema del arte global, de EE.UU., en especial. Material tiene una escala amable, fácil de recorrer, es una marca que supo posicionarse muy bien, tanto en el contexto de la semana del arte de CDMX, como en la escena internacional. Por el perfil de galerías que convoca, nos resulta la más acorde a nuestro proyecto”, agrega Beto de Constitución, que llevó y vendió obras de Ana Won y Nicolás Said. También en Material, Alberto Sendrós vendió siete obras de Andrés Piña.
Este breve encuentro con el mundo exterior les permitió a los argentinos cotejar precios y calidad con arteba, una feria que perdió el liderazgo internacional y se ha vuelto federal. Pero mantiene a los galeristas cautivos. Con sus más de 30 años de existencia, arteba aporta todavía gran visibilidad en el mercado local. Hay compradores con el gusto y el ojo educados en la Feria que esperan su apertura para mirar desde allí el horizonte del arte moderno y contemporáneo. Y recién entonces eligen puntualmente una obra para comprar.
La presidenta de la Fundación arteba, Larisa Andreani, observa un extraño fenómeno: “Entre el 60 y el 80 % de las ventas de las galerías se concretan durante la Feria”. Resulta comprensible entonces que nadie quiera quedarse fuera. Aunque, a pesar de todo, es decir, de tener las ventas aseguradas, los galeristas sienten que el precio que pagan por los stands es demasiado alto. Alrededor de 30.000 dólares costaban el año pasado los espacios más amplios, de casi 100 metros. Los precios tienen una escala ascendente, en 2024 superaron los de 2023 y estiman que este año pueden ser más elevados todavía.
Entretanto, el gran proyecto de la gestión actual, el sector STAGE, un espacio para las galerías en la mitad de sus carreras y sin recursos para ingresar en el sector principal, ofrecía en mayo de 2024 un stand de 20 metros por menos de 5.000 dólares. Pero se suspendió. Acaso con un programa como STAGE, las galerías maravillosas de los años 90, como Dabbah Torrejón, Daniel Abate, Braga Menéndez o Belleza y Felicidad, hubieran sobrevivido. Y si este año se volviera a presentar, el gesto benefactor de los galeristas importantes tendría otro fundamento.
¿Reaparecerá STAGE? ¿Cuánto costarán los stands? Hoy, en el portal de la Feria de 2025 solo informan el lugar, nuevamente el Centro Costa Salguero, y la fecha de la inauguración. Los días miércoles 27 y jueves 28 de agosto se abrirá a los invitados especiales y desde el viernes 29 al domingo 31, al público en general.
En México los operadores del mercado cotejaban los precios. En la sección Opening de la feria madrileña de ARCO -un clásico para los argentinos- un stand de 21 metros cuadrados tiene un valor de 6.500 euros. En Artissima de Italia, donde este año Rolf presentará las fotos de Liliana Maresca tomadas por Marcos López, cuesta 7.000 euros un espacio de 25metros cuadrados. Y el domingo, mientras los galeristas en franco plan de ahorro se arremangaban para levantar sus exposiciones, se preguntaban: “¿Para qué viajaron los representantes de Meridiano, la cámara de galeristas, la gente de arteba y de la Agencia de Inversiones?
Consultado Gonzalo Lagos, a cargo de las visitas guiadas, responde textualmente: “Viajamos por MERIDIANO: yo cómo Director Ejecutivo de arteba: Daniela Iramain y Leticia Kabusaki”. Los galeristas describieron una pintoresca visita guiada: “Era un grupo de 10 personas, integrado por las que llegaron desde la Argentina, y no más de cinco entraron al stand, el resto, se quedó charlando en el pasillo”. En suma, la paradoja es que los propios galeristas se quejan de la burocracia que ellos mismos crearon. Ahora, que deben financiarla, les resulta absurdo pagar esos viajes. Lo que en verdad les importó fue ser tratados por los mexicanos como buenos clientes y que les llevaran coleccionistas a ver las obras de sus stands.
Por otra parte, la Agencia de Inversiones no brinda más ayuda financiera, pero Martín Bafundo llegó y prometió trabajar para conseguir pasajes aéreos a Arco, del mismo modo que consiguió en Aerolíneas Argentinas para la feria de Miami. Otra paradoja. Aerolíneas Argentinas parece estar liberada del plan de ahorro que rige en el país para todas las instituciones públicas.
Cruzando el vibrante e intenso Distrito Federal, el Salón ACME deslumbró al galerista Daniel Pagano con una puesta escenográfica en un llamativo edificio en parte destruido. Allí el arte ocupaba espacios inesperados como las escaleras o colgado entre las cañerías. Los cócteles parecían fiestas y el manejo de los artistas invitados, que no pagan nada, corre por cuenta de los organizadores, que venden y cobran su comisión. Además, hay espacios que rondan los 2.500 dólares donde estaba María Casado. Pagano también elogió la visita en Zona Maco de los coleccionistas que supieron apreciar a las artistas Alicia Nakatsuka, con su atractiva sensualidad, y Daniela Arnaudo.
Lo cierto es que por grande que resulte el esfuerzo de sostener este año arteba, nadie quiere que se derrumbe el espacio ganado para el arte desde 1991, cuando Fito Fiterman fundó la Feria y Alejandro Corres fue su primer presidente. Es más, se analizan estrategias para salvar la Feria del declive.
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