Entrar en el mundo de Aurora Aksnes, es entrar en el mundo de la energía, magia y presencia. La cantante noruega de 28 años, conocida por su estilo experimental y una voz única, volvió a nuestro país con un show vibrante en el Movistar Arena.
Aurora vibró con su mágica voz en el Movistar Arena
La cantante noruega regresó a la Argentina con su gira "What Happended To The Heart?". Con un show de casi dos horas, demostró su naturalidad para sensibilizar y concientizar mediante sus melodías y auténtica voz.
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En el marco de su gira "What Happended To The Heart?", su trabajo de estudio más reciente, la artista de pop alternativo brindó un setlist de 20 canciones que incluyeron las favoritas de sus fanáticos, como "Runaway", "Some type of skin", "Cure for me", entre muchas más.
Su característico pelo rubio, su vestimenta blanca y suelta, su radiante presencia y sus pies descalzos, demostraron durante todo el concierto su unión con lo terrenal y lo etéreo, lo que permitió que conectara individualmente con sus seguidores y se generara un clima de intimidad pura.
Tras su memorable paso por Argentina en el Lollapalooza 2023, la cantante regresó con un show producido por DF Entertainment y DG Experience. Aurora trajo su quinto álbum de estudio "What Happened To The Heart?", para compartir su exploración sobre la complejidad y misterio de las emociones humanas, la dualidad de la belleza y el valor de las personas.
Un setlist de pura magia y conexión
"Goddess Of Dusk" fue el tema encargado de abrir la noche que le dio inicio a un viaje sonoro que exploró la luz, pero también la oscuridad, la densidad y lo profundo. Con una gran pantalla de fondo que proyectaba imágenes que complementaban a la perfección sus letras, Aurora paseó por los extremos de una energía luchadora y fuerte, a otra vulnerable y sensible.
En su presentación siguieron clásicos como "Churchyard", "Soulless Creatures" y "A Soul With No King", que resonaron con un público ferviente y ruidoso desde el minuto uno, que recibió la respuesta inmediata de la artista: "Adoro este país, estuve buscando tanto venir acá". Los aplausos y gritos de admiración, sentenciaron la gran noche que venía por delante con un mensaje de la cantante a su fanáticos: "Los veo, los siento y estoy muy agradecida de que estén acá".
El estadio escogía el silencio para contemplar los momentos de las canciones más conmovedoras y tristes, como "Echo Of My Shadow", "The River" y "Runaway" (una de las más esperadas y famosas), que conjunto a la registrada marca emocional e intensa de la interpretación de Aurora, sus fanáticos reflejaron el mensaje mediante lágrimas y emoción.
Sólo la cantante noruega tiene ese poder y magia de manejar la energía de un ambiente repleto de personas. Tras la tanda de canciones que le hicieron poner la piel de gallina a unos cuantos, no faltaron temas como "The Blade" y "The Seed", que hicieron saltar a todos sus seguidores y potenciaron el alegre clima del lugar.
Una invitación a la sanación como despedida
Aurora tiene una presencia firme de guerrera, libertad y etérea, que la vuelve única y distintiva. Esa energía y aura que la acompaña en cada momento del show, se expresa con intensidad en las canciones "Heathens" y "The Dark Dresses Lightly", que buscan transmitir un mensaje de sanación, cuidado y amor.
Entre canciones, brindó momentos para expresarse contra la guerra, los dirigentes que sólo priorizan el dinero ante el bienestar, el cuidado del amor propio, las relaciones abusivas y saludables, la comunidad LGBTIQ+ y la mágica belleza del interior. "Es muy duro ser abierto en este mundo. Para sobrevivir, debemos bloquear el mundo exterior porque mucha gente es infeliz", afirmó la cantante.
Tras una falsa despedida, Aurora regresó al escenario para finalizar su show con "Invisible Wound", una canción que resume la esencia de su presentación y del nuevo disco: un viaje infinito de autoconocimiento y una reflexión sobre el significado cultural del corazón, que con el tiempo perdió su fuerza como centro de emoción, para convertirse simplemente en un músculo vital.
"Se paran con heridas y aún así están acá, en esta habitación con nosotros" comenzó la artista como últimas palabras, y sentenció su despedida para tocar el último tema afirmando un duro pero dulce mensaje: "Conozco el precio del dolor, es muy alto. Pero es increíble que algunos seamos hermosos luchadores de la vida".
Aurora dejó claro en su concierto de casi dos horas en el Movistar Arena, que su sensibilidad y energía la convierten en una artista única. La potencia y suavidad de su voz, conjunto a su forma de ser y expresarse, resaltan el objetivo de reflejar en su música las emociones humanas y la sensibilidad que producen. Sin duda alguna, su figura causó, causa y causará un gran impacto en la vida de muchas personas que buscan en la música, la sanación y un lugar seguro.
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