17 de octubre 2024 - 15:05

Bella fábula sobre una muchacha sordomuda que oye su propia música

"Itzia, tango y cacao", dirigida y protagonizada por Flora Martínez, la actriz que se reveló con "Rosario Tijeras" y actuó con numerosos cineastas internacionales

Flora Martínez, protagonista y directora de Itzia, tango y cacao.

Flora Martínez, protagonista y directora de "Itzia, tango y cacao".

Rosario Tijeras era una muchacha sexy, agradable y letal. Renombrada sicaria de la mafia colombiana, tenía fama de despedir a sus víctimas con un lindo beso en la boca. “Un beso no se le niega a nadie”, decía, antes de pegarles un tiro. Sobre ella se hizo una película, después una serie.

Quien la encarnó en la película también se mostró sexy, agradable, muy agradable, y, en los negocios, triunfal. Esa fue su consagración, le permitió pisar fuerte como actriz, también cantante, dramaturga, empresaria, y ahora inclusive directora de cine. “Itzia, tango y cacao” es su primera realización.

¿De quién estamos hablando? De Flora Martínez, nacida de padre colombiano y madre canadiense en Montreal, criada entre Canadá y Colombia con estudios en Nueva York y Madrid, figura de reparto en un viejo capítulo de “La ley y el orden” y algunas películas de Alan Rudoph, Luis Ospina, Bigas Luna y otros, creciente atracción de series y telenovelas caribeñas, coprotagonista de la española “Canciones de amor en Lolita’s Club”, de Vicente Aranda, “Arte de roubar” (ladrones brasileños detrás de un Van Gogh perdido en el campo argentino), “Breve storia di lunghi tradimenti” (ensayo italiano sobre la traición de las multinacionales a los países en desarrollo) y otra española, “Tuya siempre”, donde se enganchó con el músico de la película, el uruguayo José Reinoso.

¿Y por qué contamos esto? Porque ahora Reinoso es su marido, padre de su hija y además coproductor, compositor, guionista y editor de su debut como directora, “Itzia, tango y cacao”. Se trata de una fantasía inocente, que tarda en tomar fuerza, donde una muchacha linda, simpática y más o menos sordomuda se entusiasma con una música que solo ella escucha, como si alguien la estuviera llamando y eso pueda mejorar su vida y la de los suyos. De hecho, algo ha mejorado desde que cambiaron el cultivo ilegal por el cultivo de cacao, para tranquilidad y mediana prosperidad del pueblo.

Eso es interesante, y los lugares de rodaje, San Vicente de Chúcuri, capital cacaotera de Colombia, y Zipaquira, son bonitos y lucen bien ante la cámara. El tono de la obra es apacible, la música de bandoneón suena dulce y suave, en vaivenes que parecen ir buscando o evocando algo que quizá terminemos sabiendo, a la protagonista da gusto verla y realmente sabe actuar. Todo lo cual hace que perdonemos un poco la ingenuidad de su mínimo “realismo mágico”, disfrutemos un rato y hasta nos emocionemos limpiamente cuando al fin algo se revela.

En un personaje clave, Gerardo Romano aparece allí como un músico que llegó en 1986 con su Rubén Nowak Tango Trío y ahora lo reencontramos al frente de un negocio llamado Anticuario Montevideo. Un par de dudas: ¿ese nombre tiene algo que ver con el de un profesor de tango y bachata que anda por estos lares? ¿Y de dónde sale el nombre Itzia? Algo sabemos: Reinoso no puede con su genio. En la banda sonora puso “La cumparsita”, de Matos Rodríguez, uruguayo, y unos temas de Gardel.

“Itzia, tango y cacao” (Colombia-Uruguay, 2023); Dir.: Flora Martínez; Int.: Flora Martínez, José Acosta, Gerardo Romano, Julián Díaz.

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